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¿Amigos o no? El papa Francisco y Benedicto XVI, la historia que retrató Netflix

El papa Francisco sucedió a Benedicto XVI, luego de que este rompiera la tradición y renunciara a su cargo.

21 de febrero de 2025, 2:21 p. m.
Papa Francisco y Benedicto XVI
Papa Francisco y Benedicto XVI. | Foto: Getty Images/ Vatican Media via Vatican Pool

La película que lanzó la plataforma de streaming Netflix Los dos papas —en noviembre del 2019— explora de manera ficticia un misterio de la Iglesia católica que marcó la historia del Vaticano: la renuncia del papa Benedicto XVI, que dio pie al inesperado ascenso del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio al trono de San Pedro en la Santa Sede.

El largometraje gira alrededor de una conversación real entre el entonces papa y el cardenal argentino, antes de la renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013.

Interpretada por las estrellas de Hollywood Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, narra las diferentes concepciones que tienen del mundo y el progreso, para hacer cambiar la visión del otro y la generación de nuevas perspectivas sobre la sociedad.

Uno de los puntos más discutidos por los espectadores a lo largo de los años desde su lanzamiento ha sido que el filme asegura que está “basado en hechos reales”, lo que despierta curiosidad sobre qué es real y qué es ficticio.

El papa Francisco bautizó a bebés en la Capilla Sixtina, donde se lleva a cabo el cónclave para elegir al nuevo papa.
En la Capilla Sixtina, donde en la foto el papa Francisco bautizó a bebés, se lleva a cabo el cónclave para elegir al nuevo papa. | Foto: Mondadori Portfolio via Getty Im

Entre los elementos de la película que siguen la vida real está cuando el papa Juan Pablo II muere en 2005, lo que obliga a los cardenales de todo el mundo a viajar a Roma para entrar en el proceso más grande del catolicismo: el cónclave.

En este evento, los miembros del Colegio Cardenalicio menores de 80 años deben votar de manera secreta para elegir al próximo sucesor de San Pedro.

Lo que pasa dentro de la Capilla Sixtina es un total misterio: los cardenales son puestos bajo llave hasta que se complete la votación —que puede durar días— y se elija al papa.

Al finalizar el escrutinio definitivo, salen las famosas fumatas, que es una quema de papeletas que emanan humo de un color para informar públicamente la decisión.

De esta manera, si el humo es de color negro, significa que no hay un acuerdo de los cardenales sobre la decisión y, si es de color blanco, se refiere a que se eligió definitivamente al líder religioso.

El papa será sepultado el próximo 5 de enero de 2023 en ceremonia presidida por su sucesor, el papa Francisco.
Benedicto XVI fue sepultado el 5 de enero de 2023 en ceremonia presidida por su sucesor, el papa Francisco. | Foto: AP Foto/Markus Schreiber, archivo

En ese punto, la película incluye tintes de ficción al mostrar al alemán Joseph Ratzinger (futuro Benedicto XVI), quien era la mano derecha de Juan Pablo II y el sucesor esperado, como un luchador con ansias desmedidas por obtener el poder. Pero, según varios vaticanistas, el filósofo en realidad buscaba jubilarse, no gobernar la Iglesia.

Y, a pesar de que las votaciones de los asistentes son secretas y se supone que no se conocen detalles, el diario italiano La Strada filtró documentos que reflejaban al cardenal argentino como segunda opción entre las decisiones de 2005. Luego de cuatro fumatas negras, ganó Ratzinger, como se esperaba. Entonces, cambió su nombre a Benedicto XVI.

En la narración también se muestra la tradición en la cual todos los obispos deben presentar su renuncia al cumplir 75 años y el pontífice decide si aceptarla o no. Así sucedió en la vida real, cuando el argentino Bergoglio sometió su renuncia a Roma, pero no se tienen pruebas de su viaje a la ciudad italiana para reunirse con el entonces papa Benedicto XVI justo antes de su renuncia, como sí hace ver la película.

Papa Francisco
Papa Francisco | Foto: SOPA Images/LightRocket via Gett

En el filme también se incluye uno de los famosos escándalos de la Iglesia católica, denominado como “Vatileaks”, documentos filtrados en 2012 que dieron cuenta de corrupción, chantajes y escándalos sexuales dentro de la Iglesia, especialmente en la Santa Sede.

El encargado de facilitar algunos de estos informes a la prensa fue el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele. Y, según unos vaticanistas, esta pudo haber sido la razón para que el papa presentara su renuncia, aunque él argumentó que su decisión fue debido a “falta de fuerzas” para enfrentar los desafíos de su cargo.

A pesar de que no existen muchas pruebas de la relación entre los dos pontífices, la película hace un intento de retratar cercanía durante el liderazgo de Benedicto para luego ser sucedido por el ahora papa Francisco.

Entre las críticas más recurrentes está el contraste que se planteó, al construir al argentino como el papa “bueno”, cercano al pueblo y su intención de lucha por las causas justas, mientras que Benedicto XVI cumplía el papel contrario, al mostrarlo como conservador, vanidoso y responsable del declive de la Iglesia católica.