Alejandra Salazar Quiceno

Opinión

El poder transformador del ‘no’

Cuando recibes un no, esta negativa no define quién eres, ni hasta dónde puedes llegar. Es solo el reflejo de un entorno que todavía no sabe cómo percibir tu valentía y tu propósito.

Por: Alejandra Salazar Quiceno
20 de junio de 2025

Hay silencios que invalidan.

La llamada que nunca regresaron, el correo sin respuesta, esa reunión en la que hablaron contigo, pero no te escucharon.

En el mundo corporativo, el ‘no’ rara vez suena directo. Sabe disfrazarse. A veces llega como indiferencia, como una promesa vaga o una sonrisa cortés que devela la duda y nos desconcierta.

Con los años entendí algo esencial: esos ‘no’ no están diseñados para detenernos, sino para probarnos. Porque todo líder visionario, tarde o temprano, se enfrentará al rechazo y la clave no está en evitarlo, sino en aprender a caminar con él.

¿Por qué sentimos esta respuesta como una sentencia? Porque lo vivimos como un juicio, como una descalificación. Pero realmente esto no es un final, es una pausa, una invitación silenciosa que nos pregunta: ¿cuánto te importa esto realmente?

Pienso en Mario Hernández, ícono del emprendimiento colombiano. Su historia me inspira profundamente. La adversidad fue una constante en su camino, pero su creatividad, persistencia y determinación lo llevaron al éxito. Esa terquedad lúcida —que no grita, pero tampoco se rinde— es la que transforma el ‘no’ en un impulso.

La periodista española, Esther Paniagua, referente en ética digital, fue rechazada por varias editoriales cuando quiso escribir sobre inteligencia artificial. Afirmaban que era un tema de poco interés. Ella persistió. Hoy escribe en El País, The Guardian y es autora del libro ‘Error 404′, lectura imprescindible para entender el futuro digital. Su historia demuestra que el rechazo no siempre es falta de talento, sino de visión por parte del entorno.

Cuando inicié mi compañía de logística, no tenía más que una libreta, un teléfono fijo, un propósito y la firme decisión de salir adelante. Mi oficina era mi casa y mi red de contactos: el directorio telefónico.

Contactaba empresa por empresa buscando un ‘sí’. A veces me escuchaban. Muchas veces no. La frase más común era: ‘No, gracias’. Y sí, ¡claro que me afligía! Pero no me detuve.

Cada ‘no’ me obligó a fortalecer mi propuesta, a entender mejor el mercado, a crecer. Cada veto, fue una versión mejorada del siguiente intento. Hoy somos más de 600 personas las que conformamos esta gran familia. Y con certeza puedo decirte que el ‘no’ tiene un gran poder transformador.

Si estás viviendo algo similar, no importa cuántas negativas te dieron. Lo que importa es si tú estás dispuesto a decirte que sí. Porque hay momentos en los que nadie ve lo que tú ves. Nadie cree en lo que tú crees. Nadie apuesta por lo que tú sabes que puedes lograr.

Y justo ahí es donde comienza todo. No cuando te validan, sino cuando te afirmas. No cuando te abren la puerta, sino cuando decides construir la tuya. Si estás leyendo esto y te has sentido identificado, quiero recordarte algo importante: el ‘no’ no define quién eres, ni hasta dónde puedes llegar. Es solo el reflejo de un entorno que todavía no sabe cómo percibir tu valentía y tu propósito.

Por eso no te detengas. No tienes que esperar para avanzar. Construye tu camino con convicción, con dignidad, con la seguridad de que lo que llevas dentro es más fuerte que cualquier obstáculo.

Recuerda que, el ‘no’ no es el final. Es el comienzo de todo lo que vale la pena construir.

Alejandra Salazar Quiceno, founder & CEO – AL Alianza Logística S.A.S.