Paola Hernández del Círculo de Mujeres

Opinión

El futuro se construye mejor entre todos

La inclusión en el mundo laboral no debería ser una excepción. Sin embargo, lo es. Hoy, en Colombia, solo el 22 por ciento de las personas con discapacidad tienen empleo. Esta es una invitación para que los líderes empresariales se hagan una pregunta sencilla, pero poderosa: ¿A quién estoy dejando por fuera?

Por: Paola Hernández
25 de julio de 2025

Hay días en los que una se detiene a mirar lo construido. No solo en términos de ladrillo y concreto, sino en lo profundo: las historias que hoy caminan por los pasillos de una tienda, las oportunidades que nacieron cuando alguien decidió confiar en quien nunca había sido escuchado. En esos momentos, todo cobra sentido.

Llevo años trabajando por la sostenibilidad desde lo ambiental, lo social y, con igual urgencia, desde lo humano, porque la sostenibilidad no tiene sentido si alguien queda por fuera. No sirve si seguimos avanzando sin mirar a los lados, dejando atrás a quienes no encajan en el molde tradicional.

La inclusión en el mundo laboral no debería ser una excepción. Y sin embargo, lo es. Hoy en Colombia, solo el 22 por ciento de las personas con discapacidad tienen empleo. ¿Cómo podemos hablar de equidad, desarrollo y país, cuando esas cifras nos gritan que seguimos excluyendo?

En Homecenter construimos inclusión a diario con conversaciones que nos invitan a mirar el mundo con otros ojos. Lo hemos vivido de forma muy especial con Manos Capacitadas, nuestro programa en alianza con la fundación Best Buddies, con el que desde hace más de 17 años vinculamos a nuestros equipos a personas con discapacidad cognitiva. Y con el que hemos confirmado que el talento está donde menos lo esperamos, si aprendemos a verlo.

Cada persona que ha ingresado al equipo a través de esta iniciativa no solo trae habilidades para trabajar, sino una fuerza vital que transforma a quienes la rodean. He visto cómo sus historias de esfuerzo, crecimiento y resiliencia tocan fibras profundas en los equipos, y cómo ese cambio cultural, silencioso pero poderoso, termina por enriquecer todo lo que hacemos.

También he sido testigo del impacto que tiene una empresa cuando decide apostarle a la equidad de género, a los nuevos liderazgos, a la visibilidad de las comunidades LGBTIQ+, a derribar prejuicios que durante años se normalizaron. No es fácil. Nunca es perfecto. Pero sí es necesario. Y profundamente transformador.

Hoy no quiero compartir cifras ni políticas –que existen, claro, y son importantes–. Quiero, más bien, invitar a otros líderes a hacerse una pregunta sencilla, pero poderosa: ¿A quién estoy dejando por fuera?

Porque construir para todos empieza por reconocer a quienes no están. Y luego, tomar decisiones valientes para que puedan hacerlo. Para que tengan un lugar, una voz, una oportunidad.

En lo personal, trabajar por la inclusión ha sido uno de los desafíos más humanos y más significativos de mi carrera. Me ha hecho mejor profesional y, sin duda, mejor persona. Me ha recordado que la sostenibilidad empieza por lo más básico: inspirar y cuidar a las personas, abrir la puerta, sentarse a escuchar, apostarle a lo distinto.

Y si algo tengo claro, es que el futuro se construye mejor entre todos.

Por Paola Hernández, gerente de Sostenibilidad de Homecenter