
Romper estereotipos
“Nunca imaginaron verse con casco, botas y planos en mano”: Paola Ximena Hernández Silva
Uno de los programas que lidera ha formado a mil mujeres en habilidades para el sector de la construcción, donde nueve de cada diez vacantes son ocupadas por hombres.
El reto que asumió parece una tarea para varias generaciones: desmasculinizar el sector de la construcción, donde solo una de cada diez vacantes es ocupada por mujeres, según cifras del gremio Camacol.
‘Yo creo en la construcción de mi futuro’, se llama el programa que lidera desde la gerencia local de Sostenibilidad de Sodimac, empresa con presencia en siete países de la región, que se dedica a comercializar materiales de obra y artículos para el mejoramiento del hogar. En Colombia opera bajo el formato Homecenter.
Ya han capacitado a 1.840 personas, de las cuales unas mil son mujeres. De estas, más de 600 ya tienen trabajo. En Bogotá, 65 han accedido a empleos en construcción; en el Valle del Cauca y Cartagena, otras 120 están próximas a hacerlo. Y en Bolívar, 100 recibieron formación en empleabilidad inclusiva y prevención de la violencia de género.
Para lograrlo, Hernández ha establecido alianzas con gremios, empresarios y otros actores claves. “He tocado puertas, he hablado en colegios y he convencido a jóvenes que nunca imaginaron verse con casco, botas y planos en mano. Todo esto, para sensibilizar, concientizar e inspirar”, relata emocionada esta profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales, que hizo una maestría en Comunicaciones Corporativas.
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“Es un proyecto que se ha convertido en una pasión y un compromiso por cerrar la brecha en la industria, trabajar en temas de diversidad e inclusión, cambiar imaginarios e impactar realmente a la sociedad”.
Su abuela, voluntaria de la Cruz Roja, le enseñó que el servicio es una forma de vida, y desde joven supo que su trabajo debía estar atado a un propósito. En su quinto semestre en la Universidad Externado descubrió el mundo de la sostenibilidad y la responsabilidad social, y desde entonces no lo ha abandonado. “No me dedico a otra cosa que a vivir ese cambio que, como mujer, deseo para el país”, sintetiza.
Esta bogotana sueña con sembrar en niñas y niños la certeza de que pueden desempeñarse en el sector que quieran, bien sean las TIC, la ciencia, la tecnología o la construcción.
Cree en las mujeres y en lo que pueden aportarle a la construcción, incluidas las posiciones de liderazgo. Y anhela una Colombia donde las mujeres no tengan miedo de dar el primer paso. Por eso las invita a formarse y a creer que sí se puede: “Muchas barreras son mentales y nos las ponemos nosotras mismas. El miedo es normal, pero lo importante es intentarlo, incluso con miedo. Si actúas con pasión, convicción y compromiso, es posible lograr grandes cambios”.