Sororidad
“Impulsar a más mujeres es un compromiso de vida”: Ángela Garzón
Movida por el asesinato de su hermana, promueve el empoderamiento femenino. Ayudó a crear la red ‘Cree en ti’, conformada por más de 650 emprendedoras.

Habla de la sororidad como de una convicción vital. Esta filósofa de la Universidad Nacional, bogotana de raíces vallecaucanas, representa a una generación de mujeres que entiende el liderazgo como una plataforma para impulsar a otras.
Hace 25 años, su trabajo por el empoderamiento femenino tomó la forma de un propósito: “El asesinato de mi hermana mayor hizo que impulsar a más mujeres se volviera un compromiso de vida”, relata. En honor a ella, se bautizó con su nombre el emblemático puente de guadua que se ve a la salida de Bogotá por la calle 80.
Como parte de su labor en la Cámara de Comercio, que consiste en servir como bisagra entre el sector empresarial y el Estado —al tiempo que promueve la inclusión y otras prácticas responsables—, impulsó la creación de la red ‘Cree en ti’, conformada por empresarias y emprendedoras de la capital y de Cundinamarca.
Desde su lanzamiento, en agosto de 2024, se han unido más de 650 mujeres que lideran microempresas o pymes. “Es una red para escucharnos, apoyarnos y crecer. La meta es llegar a muchas más”, dice Garzón, especializada en Relaciones Internacionales y Negociación.
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Además de la solidaridad femenina, en esta comunidad se encuentran herramientas empresariales, se forman liderazgos con propósito y se cultiva el amor propio como raíz del empoderamiento. “He hecho un proceso para encontrar mi amor propio —comparte Garzón—, y mi propósito es ayudar a otras a encontrar el suyo, a descubrir su poder interior y a brillar con luz propia”.
Se trata además de un espacio seguro que facilita incluso procesos de sanación. “He trabajado con mujeres vulnerables, víctimas de abuso, y después de escucharlas, creer en ellas y apoyarlas, muchas han salido adelante. Solo necesitaban que alguien se fijara en ellas y les tendiera la mano”.
Se describe como una persona empática, creyente, coherente y alegre. Le gusta caminar por las montañas, leer, bailar, meditar y conversar. Y en el trabajo defiende los mismos valores que en casa: “No tengo dos versiones de mí misma”.
Su forma de liderar nace de una autenticidad que conecta y no impone, que escucha antes de hablar y que impulsa desde el ejemplo.
Ella no solo cree en las mujeres, sino que camina con ellas y las acompaña a descubrir todo lo que pueden llegar a ser, con la certeza de que la sororidad es una fuerza transformadora. Por eso invita a no creerse el cuento de que no pueden trabajar juntas, como suele repetirse. “Al contrario: cuando nos unimos, crecemos muchísimo más. Las mujeres tenemos una ética de cuidado. Podemos ayudarnos a crecer juntas”.