Opinión

Rompiendo techos de cristal con cifras y convicción

En Colombia hay 44 empresas emisoras de valores que han alcanzado o superado el umbral del 30 por ciento de participación femenina en sus órganos de gobierno. ¿Es suficiente? No. ¿Es significativo? Sin duda.

María Jimena Escandón
15 de mayo de 2025, 2:04 p. m.
Emprendedora / Mujer empresaria / Empresaria
En este 2025 la participación de mujeres en las juntas directivas de los emisores de valores en Colombia alcanzó un histórico 25,6 por ciento. | Foto: Getty Images

¡Vamos avanzando! Este 2025, la participación de mujeres en las juntas directivas de los emisores de valores en Colombia alcanzó un histórico 25,6 por ciento. Se trata de un salto de 2,6 puntos porcentuales frente al año anterior, el más alto desde que se inició la trazabilidad en 2018. Hace apenas siete años, las mujeres conformaban el 15 por ciento de los puestos en estas juntas directivas. Hoy, son 220 en total. ¿Es suficiente? No. ¿Es significativo? Sin duda.

Estos resultados, analizados por el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo (CEGC) del CESA, nos muestran que cuando el sector empresarial se compromete de verdad, los cambios son evidentes. No es casual que cada vez más compañías estén incluyendo mujeres en sus órganos de gobierno por primera vez. Ni que 44 empresas ya hayan alcanzado o superado el umbral del 30 por ciento de participación femenina, considerado el mínimo necesario para lograr una masa crítica con capacidad de influencia y aporte.

Pero más allá de la cifra, lo que está cambiando es el paradigma. Las empresas están entendiendo que la diversidad de género es justa y necesaria. Lo dice la evidencia y lo ratifican las organizaciones que ya lo han puesto en práctica.

Pero, siguen existiendo retos. Aún hay 24 empresas emisoras donde las juntas están compuestas exclusivamente por hombres. Y, aunque se renovaron 18 cargos de CEO, no aumentó la participación femenina en ese nivel: solo 17 mujeres lideran compañías emisoras de valores en todo el país. Esta es, quizás, la señal más clara de que el techo de cristal sigue allí, sobre todo cuando se trata de acceder a la cúspide del poder empresarial.

El desafío es claro: necesitamos acelerar el paso, sin perder de vista la calidad del debate. Esto no se trata de cuotas vacías. Se trata de transformar la cultura empresarial. Por eso es tan valioso que nuevas mujeres estén llegando a las juntas: porque traen consigo visiones distintas, experiencia, preparación y, sobre todo, legitimidad.

De cara a este trabajo, iniciativas y ejercicios de medición rigurosos como los del CESA han sido clave para instalar este tema en la agenda pública. Pero el cambio verdadero ocurre cuando las decisiones de inclusión no vienen impuestas por la presión social o mediática, sino cuando nacen de una convicción interna sobre lo que es correcto, justo, necesario e inteligente.

Este 2025 marca un hito, sí, pero también un punto de inflexión. Si queremos un país más competitivo, justo y sostenible, necesitamos más equidad de género en el centro de las decisiones. Y no solo por justicia, también por eficiencia, por legitimidad y porque nos lo debemos como sociedad.

María Jimena Escandón, socia de Orza y de Escandón Abogados