Opinión

Mujer, abuso y autismo en una alfombra roja

La cultura popular presenta dinámicas de abuso hacia las mujeres que se disfrazan de amor o arte. ¿Qué están aprendiendo nuestros hijos cuando ven a un hombre reconocido públicamente llevando a su esposa como si fuera un accesorio, envuelta en una tela transparente y sin ninguna autonomía visible?

Marcela Velásquez Posada
1 de abril de 2025, 12:14 a. m.
Kanye West, izquierda, y Bianca Censori llegan a la 67ª entrega anual de los premios Grammy el domingo 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles.
(Foto Jordan Strauss/Invision/AP)
Kanye West, izquierda, y Bianca Censori llegan a la 67ª entrega anual de los premios Grammy el domingo 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles. (Foto Jordan Strauss/Invision/AP) | Foto: Jordan Strauss/Invision/AP

Soy madre de un niño con síndrome de Asperger. Sé lo que significa vivir en un mundo que no entiende las diferencias, que no sabe interpretar los silencios, que ignora los límites y normaliza lo que no debería. También sé que el mundo que mi hijo observa le enseña qué esperar de la vida, cómo debe verse, qué debe aceptar.

Por eso, cuando vi al rapero Kanye West (ahora Ye) caminar por la alfombra roja de los Premios Grammy 2025 mientras su esposa, Bianca Censori, iba casi desnuda y con la mirada perdida, no lo vi solo como un espectáculo. Percibí el abuso contra la mujer y las limitaciones que existen para integrar a personas con necesidades especiales, como Ye.

Vivimos en una época en la que el abuso no siempre se reconoce como violencia. A menudo, se disfraza de amor, lealtad o arte. Se aplaude, se comparte en redes sociales y se convierte en tendencia. Pero como madre, no puedo evitar preguntarme: ¿Qué están aprendiendo nuestros hijos cuando ven a un hombre tan reconocido públicamente llevando a su esposa como si fuera un accesorio, envuelta en una tela transparente y sin ninguna autonomía visible? ¿Qué aprende mi hijo Asperger, con dificultades para interpretar las intenciones de los demás, cuando la cultura le dice que esto es algo normal o incluso justificable por la condición de él?

Bianca Censori no ha hablado públicamente sobre su relación con Ye, y no voy a asumir su experiencia. Pero la imagen que proyectan —él, cubierto de pies a cabeza, y ella expuesta hasta la humillación— es un recordatorio de cómo se siguen representando a las mujeres en la sociedad. Esto me sorprende aún más, cuando veo un episodio del programa The Download by Justin Laboy en el que Ye cuenta su camino lidiando con un diagnóstico equivocado de salud mental, haciendo referencia a un diagnóstico correcto —es autista— y la importancia que ha tenido para él su esposa en la búsqueda constante entender qué le pasa y por qué es como es.

No puedo negar mi dolor cuando, amparado en su diagnóstico, Ye justifica la exposición exagerada y llevada hasta la indignidad de su esposa en la alfombra roja de los Grammy. Más aún, me resulta incomprensible que ella, que ha sido clave acompañándolo a entenderse a sí mismo, participe en este espectáculo solo a costa de ella y de su dignidad, porque estoy segura de que a él solo le generó réditos económicos y visibilidad infinita.

Este no es solo un problema de farándula, sino cultural:

  • Es notorio cómo en la sociedad actual seguimos cayendo en la trampa de convertir a la mujer en un objeto del cual se puede abusar.
  • Es evidente la torpeza con la cual, quizá con la mejor intención de ser inclusivos, estamos posicionando las necesidades especiales de las personas como justificación para tolerar comportamientos abusivos.

Ser madre de un niño Asperger me ha enseñado que el mundo necesita más claridad, más seguridad, más límites, más cuidado. Necesitamos enseñarle a la próxima generación a reconocer el abuso, incluso cuando viene envuelto en lujo y fama. Necesitamos modelos a seguir que muestren relaciones basadas en el respeto y en el cuidado, no en la dominación disfrazada de arte.

Celebraciones como el Día de la Mujer no son solo una fecha en el calendario. Es un recordatorio de todo lo que aún falta por cambiar. Y entre esas cosas, está la forma en que representamos a las mujeres en el espacio público. Está en cómo enseñamos a nuestros hijos a ver y tratar la diferencia. Porque lo que ven hoy es lo que aceptarán mañana.

Si queremos un mundo más cuidadoso para todos, necesitamos empezar por cuestionar qué estamos celebrando y a cómo estamos incluyendo aquellas personas diferentes en la conversación.

Marcela Velásquez Posada, vicepresidente y CFO de DUE Capital and Services.

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