Opinión

Liderazgo sostenible en seguridad: de la operación al impacto social

Cuidar de las personas, proteger el planeta y actuar con integridad son los motores reales del éxito a largo plazo. Esas tres dimensiones hacen parte de una estrategia sostenible que va más allá de la retórica para transformar e impactar positivamente a toda una industria.

Sandra Carvajal
15 de mayo de 2025, 11:29 p. m.
Las estrategias sostenibles de las compañías incluyen centrarse en las personas, cuidar el planeta con integridad.
Las estrategias sostenibles de las compañías incluyen centrarse en las personas y cuidar el entorno con integridad. | Foto: 123RF

Aunque para muchos la sostenibilidad suena a promesa lejana o cuestión de retórica, para mí es un valor central que, no solo debe ser medible en cifras, sino representativo del futuro que queremos construir. En la industria de la seguridad este concepto ha sido históricamente subestimado o directamente ignorado. Pero hoy cobra un sentido urgente y transformador.

Liderar en este sector ya no puede limitarse a garantizar resultados operativos o financieros. La verdadera sostenibilidad nace de un compromiso profundo con las personas, el planeta y los principios éticos que rigen nuestras decisiones. Se trata de asumir un rol activo en la construcción de organizaciones más humanas, transparentes y responsables, capaces de dejar un impacto duradero en la sociedad.

A lo largo de mi carrera he comprobado que adoptar una visión integral de sostenibilidad en el ámbito de la seguridad debe estar en el centro de la conversación, porque su sentido transversal no solo transforma a las empresas, sino también a las industrias.

Aquí comparto los tres pilares esenciales de una estrategia de sostenibilidad verdaderamente transformadora: personas, compromiso ambiental y gobernanza ética. Dimensiones que representan tanto retos diarios como oportunidades de liderazgo con propósito.

1. Personas: dignidad, inclusión y desarrollo

Una estrategia sostenible comienza con las personas. En el caso de la seguridad, esto implica reconocer y dignificar la labor de quienes, a diario, protegen lo más valioso de nuestra sociedad. El guarda de seguridad merece respeto, visibilidad y formación. Al igual que se honra a las fuerzas públicas, es hora de reconocer que la seguridad privada también tiene honor y valor.

Por eso es indispensable construir entornos laborales inclusivos, libres de discriminación y enfocados en el crecimiento humano. La inversión en formación técnica, liderazgo y conciencia social no solo eleva la calidad del servicio: convierte al talento en un diferenciador competitivo. Las personas con visión sostenible lideran desde la empatía y con impacto.

2. Compromiso ambiental basado en ciencia

No hay sostenibilidad sin acción climática real. En la actualidad, asumir responsabilidad ambiental no es un gesto simbólico, es una necesidad estratégica. Las empresas deben medir y reducir su impacto ambiental con bases científicas y estándares internacionales.

Comprometerse con iniciativas como Science Based Targets iniciative (SBTi) —alineadas con los objetivos del Acuerdo de París— es una muestra de seriedad. Reducir emisiones, transformar las operaciones y adoptar modelos bajos en carbono no son acciones aisladas, sino decisiones que preparan a las organizaciones para un entorno de riesgos crecientes.

Hoy, liderar implica gestionar con visión ambiental, impulsar la eficiencia energética y construir cadenas de valor sostenibles. La resiliencia empresarial dependerá, en gran parte, de nuestra capacidad para adaptarnos al desafío climático.

3. Gobernanza: ética como principio no negociable

La sostenibilidad exige una gobernanza sólida, transparente y coherente. No basta con cumplir la ley: se trata de construir culturas corporativas donde la ética sea el eje rector. Apostar por entornos de negocio limpios, justos y responsables es también una forma de proteger el futuro de nuestras organizaciones.

Creo profundamente en una política de cero tolerancia contra los delitos. No participar en negociaciones opacas, no ofrecer ni recibir favores indebidos, no aceptar condiciones fuera de los valores corporativos: ese es el verdadero liderazgo. Y esa es, también, la mejor manera de contribuir a una sociedad más justa.

He tenido la fortuna de trabajar con la cultura sueca, en donde actuar con integridad no es una opción, sino la única vía posible. Ese aprendizaje me reafirma que el crecimiento económico solo es sostenible cuando se construye desde la ética.

La sostenibilidad no debe ser una función más dentro de una empresa. No puede limitarse a los temas ambientales. Debe ser el corazón de la estrategia corporativa y del liderazgo. Una visión que no se aplaza ni se delega.

Estoy convencida de que el futuro pertenecerá a quienes entiendan que cuidar de las personas, proteger el planeta y actuar con integridad son los motores reales del éxito a largo plazo. Liderar hoy significa asumir compromisos que trascienden el presente. Significa construir un legado que inspire, transforme e impacte positivamente a toda una industria.

Sandra Carvajal Villamizar, country president de Securitas Colombia y Ecuador