Opinión
La verdadera ‘suerte’ de un líder: creer en sí mismo
La verdadera ‘suerte’ de un líder o emprendedor radica en la capacidad de creer en sí mismo y en sus sueños, aprender de los fracasos y rodearse de mentores y de un equipo con el cual construir camino.

Muchos dicen que el éxito es cuestión de suerte, pero los que hemos emprendido o somos líderes sabemos que la suerte no es un golpe de azar, sino el resultado de nuestra identidad, perseverancia y visión. La verdadera suerte no está en lo externo, sino en la decisión de arriesgarse, aprender de los fracasos y rodearse de las personas adecuadas.
A lo largo de mi camino empresarial he escuchado muchas veces que lo que he logrado ha sido ‘por suerte’, y sí, he tenido suerte, pero no de la que piensan. He tenido la suerte de creer en mí cuando otros dudaban, de aprender de los tropiezos, de levantarme después de cada caída y, sobre todo, de construir una empresa con propósito, rodeada de un equipo y mentores que me inspiran.
Si alguna vez le han dicho que su éxito es cuestión de suerte, lo invito a descubrir en esta columna cómo transformar esa palabra en un motor de crecimiento, liderazgo y determinación. Porque la verdadera suerte de un empresario es la suerte de ser como somos.
Siempre he tenido mi llama de emprendedora. Han pasado 14 años con DHM Global, la empresa que fundé y que lidero, pero antes tuve que vivir mil desafíos. Construí una empresa de ropa y de reciclaje electrónico. Aunque fue muy difícil, muchos aún dicen que lo que he logrado es por suerte.
Sí, he tenido suerte. La suerte de querer sentir emociones hasta el punto de estar dispuesta a fracasar o a triunfar, de tener un esposo e hijos que me aman y me apoyan, de que desconocidos confiaran en mí solo por mi trabajo y mis ideas, de tener miedo y entender que está bien sentirlo, de aprender que fracasar es parte del camino.
He tenido una suerte extraordinaria de tener un equipo de mujeres cabeza de familia y jóvenes que creen todos los días en mi empresa y he tenido aún más suerte al verlas trabajar con felicidad. He tenido la suerte de entrar en un camino de relaciones, en comunidades empresariales como el Círculo de Mujeres, que me ha llevado a conocer mujeres extraordinarias, con historias, corazones increíbles, miles de atributos que no terminaría nunca de nombrar. En lo que tuve más suerte fue en encontrar amigas.
También de encontrar mentores que admiro profundamente y de entender que son parte de mí. Tuve la suerte de entrar a un grupo empresarial que me reta a ser mi mejor versión como empresaria y encontrar empresarios brillantes. Desde muy niña visualicé encontrar esos grupos de personas que sacan lo mejor de mí, que me acompañan y me dan la oportunidad de acompañarlos en su camino. Esta suerte llegó porque en mi corazón la busqué y visualicé. Qué suerte he tenido en admirar a otros, no en imitar. He tenido la suerte más grande: tener a Dios en mi vida y mi corazón.
Invito a quienes tengan pasión por los negocios, por la creación de empresas, por construir o cambiar el mundo y dejar huella, que nunca dependan de lo que otros les digan y opinen sobre ustedes. A que se rodeen de personas alineadas con su propósito que se alegren de su éxito, y que lo acompañen en sus fracasos.
La palabra ‘suerte’ para un líder es totalmente ganadora: sabemos que por la suerte de ser como somos y de creer en nuestros sueños estamos donde estamos. Qué suerte haberme montado en la montaña rusa de ser empresaria en Colombia y saber que cada día puede ser una subida o bajada, pero lo disfruto y estoy preparada para seguirlo haciendo siempre.
Les dejo la frase que siempre me motiva: “La perseverancia en creer en ti debe ser la frase inicial y final de cada día”.
Diana Carolina Aguilar, CEO y fundadora de DHM Global Business y Trade.