Opinión
La inteligencia artificial y su desafío en la educación
La inteligencia artificial redefine la educación, exigiéndonos un diálogo urgente sobre valores, regulación y el desarrollo humano en la era digital.

Los desafíos educativos que surgen con los avances tecnológicos nos obligan a pensar más allá de la sola implementación. Nos exigen una reflexión profunda, desde la ética y la moral, sobre cómo debemos actuar.
Educar en valores en esta era implica comprender las oportunidades y los avances tecnológicos, pero también reconocer el papel del ser humano en su aplicación. Es importante entender que, al emplear las nuevas tecnologías, tomamos decisiones que afectan la convivencia, la libertad, la democracia, la seguridad y la sostenibilidad, entre otros aspectos esenciales. Por lo tanto, el educador debe estar a la altura de las regulaciones y normas que rigen el uso de tecnologías digitales y de inteligencia artificial en nuestra cotidianidad.
Es impensable un sistema educativo que dé la espalda a la regulación del uso de estas herramientas. La clave es cuestionarnos constantemente dónde, cómo y cuándo emplear estos avances para el bien de la educación. Además, es imperativo definir las necesidades en cada etapa del desarrollo humano para establecer una relación adecuada con estas tecnologías digitales. En este punto, quienes lideran el sector educativo deben tener en cuenta el panorama general, entendiendo los beneficios y las posibles consecuencias negativas, para generar políticas públicas que resguarden a las generaciones del futuro.
El ser humano tiene tiempos específicos de maduración, desde el desarrollo físico hasta el emocional y social. En cada etapa, debe darse el manejo adecuado de nuevas herramientas para un desarrollo óptimo. De ahí que el uso de tecnologías digitales y la inteligencia artificial en la primera infancia y la adolescencia requiera un debate de carácter urgente, liderado por el Ministerio de Educación Nacional.
Esta columna, lejos de ser una queja o un ataque a la incorporación de la innovación en la educación —todo lo contrario, es urgente y necesaria—, es un llamado a profundizar en el porqué y el para qué de las tecnologías digitales. Es una invitación a definir su uso en cada etapa del desarrollo y a promover el buen manejo de dispositivos como celulares, computadores, software educativos y redes sociales.
Es un llamado a explorar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial, siempre salvaguardando los valores esenciales para construir un futuro equitativo y lleno de oportunidades para todos. A la vez, busca contribuir a cerrar la brecha de acceso a la tecnología que, lamentablemente, es bastante amplia. Según datos del Ministerio de las TIC, alrededor del 33 % de los colombianos aún no tienen acceso a tecnologías digitales.
Todos los que hacemos parte del sistema de educación del país debemos sentarnos a conversar sobre este asunto. Los avances están a la orden del día y es nuestra obligación comprenderlos y sacar el mejor provecho de ellos. Como se expone en el libro La ola que viene, de Mustafa Suleyman y Michael Bhaskar, es fundamental cuestionar los avances de la IA y reflexionar sobre lo que, como humanos, necesitamos para contener algo que podría salirse de nuestras manos; y en este caso, nos referimos a las tecnologías.
Gloria Figueroa, directora general de la Corporación Educativa San José de las Vegas.