Opinión
La inspiración: el verdadero networking femenino y su poder en el mundo corporativo
Crear redes de relacionamiento femenino es un pilar estratégico para el éxito profesional que permite cumplir las metas y apoyar a otras mujeres a hacer lo mismo. De esta manera, se generan acciones concretas contra las brechas de género.

A pesar de los avances en igualdad de género, el mundo corporativo en América Latina aún enfrenta desafíos. La disparidad comienza con la participación laboral: según la OIT, la tasa para las mujeres es del 51,8 por ciento, muy por debajo del 74,4 por en hombres. Esta brecha se agudiza con la diferencia salarial, donde las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que gana un hombre. El acceso a puestos de liderazgo sigue siendo limitado: según el BID, las mujeres ocupan apenas el 15 por ciento de los cargos directivos y son dueñas de tan solo el 14 por ciento de las empresas. Estos datos nos muestran que, si bien se ha avanzado, aún queda un largo camino por recorrer.
Para combatir esta desigualdad se requiere de un enfoque multifacético, pero un aspecto crucial, a menudo ignorado, es el poder que tenemos las mujeres dentro de las organizaciones para impulsar el cambio. Cada paso que damos hacia nuestras metas, cada posición de mayor relevancia que alcanzamos contribuye directamente a acortar la brecha y a abrir camino para otras mujeres.
Por ello, quiero compartir los que para mí son los tres factores clave para el éxito profesional de las mujeres: reconocer nuestro valor y autenticidad, encontrar nuestra pasión, y sobre todo, el networking —o como prefiero llamarlo: la inspiración—. Este último, considero, es el más relevante de todos, pues tiene el poder de acelerar y potencializar nuestro camino hacia la equidad.
El networking, más que acumular contactos, se trata de construir conexiones reales, redes de inspiración mutua y de calidad. Esta inspiración es bidireccional. Por un lado, inspiramos a otras mujeres con nuestros logros, incluso sin darnos cuenta, por eso tenemos la responsabilidad de lograr nuestras metas, para así abrir camino a otras mujeres. Por otro lado, debemos buscar inspiración en otras mujeres, identificar a nuestras potenciales mentoras y conectar con ellas sin temor.
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Para ello debemos buscar y gestionar espacios: asistir a eventos, pedirles una reunión, contactarlas por LinkedIn o invitarlas a tomarse un café. Estas redes femeninas no solo impulsan trayectorias individuales, también fortalecen comunidades enteras de liderazgo, e impulsan a otras mujeres. Apoyarnos mutuamente es la decisión estratégica más importante entre mujeres, porque cuando una crece, crecemos todas.
Una vez que construimos estas redes, el siguiente paso clave será conectar de forma genuina e influir en aquellas personas para lograr un objetivo. Como dice Dale Carnegie en Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, la clave para influir es mostrar interés genuino, escuchar y hacer sentir importante a la otra persona. Al final, los demás se acordarán de nosotros, no por lo que les dijimos, sino por cómo los hicimos sentir.
Por eso mi invitación hoy es a que incluyan el networking como pilar de su estrategia de éxito profesional, pues bien manejada, les permitirá cumplir sus metas y apoyar a otras mujeres a que hagan lo mismo, y con eso ser actoras principales de la lucha contra las brechas de género.
María Gabriela Uribe, Brand Business Leader de L’Oréal Paris para la Región Andina y Centroamérica.