Opinión
Gracias a mi padre
Solo el 25 por ciento de los adultos mayores en Colombia accede a una pensión. Mi padre es uno de ellos. Planeó su jubilación para conservar su calidad de vida y transitar la enfermedad que hoy lo aqueja con una completa póliza de salud. Su familia solo tiene que ocuparse de rodearlo con amor.

En la etapa profesional más productiva de mi padre, Mariano Jaramillo Caicedo, no existían asesores patrimoniales. Esos expertos que hoy nos acompañan a planificar temas de pensiones, flujos de caja, planeación financiera; brechas educativas y coberturas en vida para el momento del retiro laboral.
A pesar de eso, recibí su ejemplo de planeación y organización a partir de su gran corazón y absoluta responsabilidad. Esa temprana previsión de la jubilación es la que le permite hoy tener una cobertura óptima de atención para atender un proceso de salud por el que está atravesando. Su póliza le permite ser atendido por los mejores especialistas en un reconocido centro médico.
Gracias, papá, porque no delegaste tu responsabilidad de ser un adulto sin los soportes adecuados para tu retiro y el tratamiento de tu enfermedad.
Desde muy joven ejerció como educador y logró escalar en su carrera con el Estado. Llegó a ocupar cargos de mucha responsabilidad desde donde ayudó a miles de niños y jóvenes a obtener una educación de 360 grados, para desarrollar su intelecto y enriquecer su ser.
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Hoy cuando caminamos por Palmira y Cali muchos lo llaman “profe” y aún recibe homenajes por su labor. Pero el reconocimiento que más disfruta es el de ‘El Cárdenas’ de Palmira, la institución educativa en donde ejerció la mayor parte de su carrera profesional.
Mi padre es un colombiano de clase media que estudió con esfuerzo, mientras trabajaba. Se formó como físico y matemático en una universidad pública y como abogado en una institución privada. Aún hoy es estudioso y sigue inspirando con su ejemplo a todo su entorno para aportar a nuestra amada Colombia.
Haber proyectado su proceso de jubilación le ha permitido mantener su estilo de vida y construir un patrimonio. Hoy a sus hijos solo nos ocupa darle mucho amor.
Pero no es el caso del común de los colombianos. Además del dolor de una enfermedad, o del proceso natural de la vejez, se suman preocupaciones financieras que retrasan el desarrollo de las familias. Un estudio revelado en el 2023 mostró cifras preocupantes: aproximadamente el 74,5 por ciento de los adultos mayores no reciben una pensión. Es decir que, 1,8 millones de mayores de 60 años viven en situación de pobreza monetaria. (Colombia: impacto de las crisis actuales en los derechos de las personas mayores, investigación del Instituto de Envejecimiento de la Pontificia Universidad Javeriana y el Centro de Memoria y Cognición Intellectus del Hospital Universitario San Ignacio, en colaboración con HelpAge International).
Hoy, la figura de asesores patrimoniales para nuestras empresas y para las personas cobra vital importancia. La presencia de estos consultores está creciendo en Colombia, aunque aún son pocos comparados con otros países. Su compromiso y formación se orienta a acompañar a los colombianos para que se organicen y alcancen lo que pudo mi padre: una vida adulta digna y protegida. Esa proyección es una clara manifestación de de mi padre hacia su familia donde podemos escucharle decirnos: ¡los amo!