Opinión

Empatía y eficiencia: el liderazgo empresarial inspirado en las madres

En el mundo empresarial moderno, el liderazgo no solo se basa en la capacidad de dirigir y tomar decisiones estratégicas, sino también en la habilidad de desarrollar y empoderar a los miembros del equipo.

Nathalia López
30 de mayo de 2025, 8:14 p. m.
En el corazón del liderazgo humano reside la capacidad de inspirar, apoyar y desarrollar a cada miembro del equipo, tal como una madre lo hace con sus hijos.
En el corazón del liderazgo humano reside la capacidad de inspirar, apoyar y desarrollar a cada miembro del equipo, tal como una madre lo hace con sus hijos. | Foto: 123rf

La empatía y la formación de seres humanos autónomos y resilientes son cualidades tradicionalmente asociadas a la maternidad, pero que hoy están redefiniendo el concepto de liderazgo.

El liderazgo afectivo, también conocido como liderazgo emocional, se basa en la idea de que la conexión emocional entre líderes y miembros del equipo es esencial para el rendimiento óptimo y el bienestar general.

Más allá de la autoridad formal, los líderes afectivos comprenden la importancia de establecer relaciones sólidas, demostrar empatía y crear un ambiente donde los colaboradores se sientan valorados, tanto como profesionales como individuos.

Sin embargo, al igual que una madre que resuelve todos los problemas de sus hijos puede, sin querer, fomentar la dependencia y limitar su capacidad de autogestión, un líder que asume todas las responsabilidades y evita delegar puede impedir el desarrollo y la autonomía de su equipo.

Esta sobreprotección, aunque bien intencionada, puede generar colaboradores inseguros, poco proactivos y dependientes de la aprobación constante, lo que a largo plazo afecta la productividad y la innovación dentro de la organización.

Estudios recientes respaldan la eficacia del liderazgo afectivo. Por ejemplo, las estadísticas muestran que las empresas con líderes emocionalmente inteligentes logran un clima laboral más resiliente y creativo.

Un informe de Gallup reveló que los equipos con un fuerte liderazgo emocional son un 21 % más productivos y un 56 % más capaces de involucrarse en la resolución de problemas. Además, según un estudio de la Universidad de Harvard, las organizaciones que implementan este estilo de liderazgo ven un incremento del 25 % en la productividad.

No obstante, es muy importante encontrar un equilibrio. El liderazgo afectivo no implica asumir todas las cargas ni evitar confrontaciones necesarias. Se trata de liderar con empatía, pero también con claridad y firmeza, estableciendo límites y fomentando la responsabilidad individual.

Así como una madre prepara a sus hijos para enfrentar el mundo por sí mismos, un líder debe empoderar a su equipo para que tome decisiones, asuma riesgos y aprenda de los errores.

En el corazón del liderazgo humano reside la capacidad de inspirar, apoyar y desarrollar a cada miembro del equipo, tal como una madre lo hace con sus hijos. Al adoptar un enfoque empático y eficiente, podemos construir organizaciones más fuertes, resilientes y llenas de propósito.

¡Lideremos con el corazón y transformemos el mundo empresarial!

Nathalia López, Vicepresidente VML Holding.

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