El reto de construir sin destruir

Construir ha sido, históricamente, una manifestación de progreso. Pero hoy, más que nunca, construir implica asumir una posición ética frente al futuro del planeta. En medio de una crisis climática sin precedentes, la forma en que levantamos nuestros espacios dice mucho sobre el mundo que estamos ayudando a sostener… o a desestabilizar.

La industria de la construcción representa cerca del 37 % de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con la energía, según la Agencia Internacional de Energía. También es responsable de una alta demanda de recursos naturales y de una significativa generación de residuos sólidos. Ante estos datos, la sostenibilidad dejó de ser un valor agregado, sino que es un imperativo moral, ambiental y económico.

El camino hacia una construcción responsable exige transformar la cadena completa, desde diseñar edificaciones que reduzcan el consumo de agua y energía, pasando por seleccionar materiales con menor impacto ambiental, hasta gestionar adecuadamente los residuos y, sobre todo, cambiar nuestra mentalidad. No basta con reducir el daño, debemos regenerar, reutilizar y repensar.

En este contexto, el rol del sector privado es ineludible. No se trata de sumarse a una tendencia, sino de responder con coherencia a una realidad que nos interpela. Las empresas que hacemos parte del ecosistema de la construcción tenemos el deber, y la posibilidad, de liderar la transformación desde dentro, desde nuestras decisiones cotidianas y nuestras inversiones a largo plazo.

En Homecenter hemos asumido este compromiso con responsabilidad. Desde hace años, trabajamos para reducir los impactos ambientales de nuestra operación y promover espacios más eficientes y resilientes. Seis de nuestras tiendas cuentan con certificación LEED, que válida su desempeño energético y ambiental. En Mosquera, por ejemplo, el 40 % de los materiales utilizados fueron reciclados, el 30% de la energía proviene de paneles solares, y se logra un ahorro del 66% en agua mediante la recolección de lluvias y sistemas de bajo consumo.

Nuestras tiendas de Tunja y Mosquera también han obtenido la certificación EDGE, gracias a reducciones de hasta un 37% en el uso de agua y más de un 70% en emisiones de CO₂ al año. A esto se suma el reconocimiento como empresa carbono neutro en los alcances 1 y 2 de nuestras operaciones, y la reciente recertificación ISO 14001 para 45 centros de trabajo en Colombia.

Y aunque estos son avances significativos, no son suficientes si no inspiran una conversación más amplia y un cambio más profundo. Porque construir sin destruir no es solo una aspiración técnica, es una decisión cultural y organizacional. Es entender que cada metro cuadrado que levantamos debe sumar, no restar, al equilibrio de nuestro entorno.

La sostenibilidad no es un destino, es un proceso constante de aprendizaje, adaptación y mejora. Y en ese proceso, cada acción cuenta, cada edificio habla, cada decisión deja huella.

Construir con conciencia no es una opción del futuro, es una urgencia del presente. Y nuestra responsabilidad es que ese presente, lejos de colapsar, se convierta en un verdadero legado.

Paola Hernández, Gerente de Sostenibilidad de Homecenter.