Mujeres
El potencial económico de los mal llamados viejos
Entidades empresariales destacan y apoyan la constribución económica y social que realiza la población longeva en Colombia.
Avanzamos a pasos agigantados hacia la longevidad y enfrentamos una disminución en la natalidad, por ello es imperativo reconocer y valorar el enorme potencial de las personas mayores. Este segmento de la población, a menudo subestimado y víctima de estereotipos, está demostrando ser una fuente inagotable de innovación y dinamismo a través de lo que se ha denominado la ‘Economía Plateada’.
La ‘Economía Plateada’, o Silver Economy, se refiere al conjunto de actividades económicas y oportunidades que surgen de las necesidades y demandas de una población de personas mayores de 60 años.
Este concepto abarca desde el mercado de bienes y servicios diseñados específicamente para las personas mayores, hasta el aprovechamiento del talento y la experiencia de esta demografía en el ámbito social, cultural, laboral y empresarial.
En un país como Colombia, donde la población mayor está en crecimiento, es fundamental reconocer que los mayores no solo son consumidores, sino también actores clave en la economía y la sociedad.
La nueva longevidad está transformando las estructuras demográficas globales, y Colombia no es la excepción. A medida que la expectativa de vida aumenta, las personas mayores tienen más tiempo y disposición para contribuir de manera significativa a la sociedad.
Muchos de ellos están impulsando innovaciones en diversos campos, desde la tecnología hasta la salud, pasando por el emprendimiento y la educación. Estas contribuciones no solo benefician a la economía, sino que también enriquecen la vida cultural y social del país. Ejemplo de ello es lo que viene realizando con éxito la Cámara de Comercio de Bogota, la Fundación Sesana y muchas personas que han visto el océano de oportunidades que existen alrededor de una población que no debe ser vista solamente desde la mirada del asistencialismo sino la de una vida enriquecedora y productiva sin importar su edad.
No obstante, para que la economía plateada despliegue todo su potencial, es necesario superar los sesgos y estereotipos del edadismo. La discriminación por edad sigue siendo un obstáculo importante que impide que muchas personas mayores participen plenamente en la vida productiva laboral y social.
Es aquí entonces donde los esfuerzos deben concentrarse. A pesar que contamos con una normatividad sobre este tema algunos no son sino letra muerta que ni si quiera hacen parte de las prioridades de los gobiernos locales y nacional y del sector empresarial.
Contar con una legislación robusta que recoja lo hoy existente y que avance hacia la verdadera integración de la economía plateada con visión de longevidad, que hoy reúne tantas iniciativas no solo en Colombia, sino en el continente es fundamental y necesario.
Colombia necesita una normatividad que abarque los diversos pilares necesarios para apoyar a una población cada vez más envejecida y longeva.
Sin duda el pilar fundamental es el de la salud y el bienestar comenzando con programas de prevención y promoción que les permitan mantener una vida activa y saludable. Se debe asegurar que las personas mayores tengan acceso a servicios de salud de calidad, adaptados a sus necesidades específicas. El sinnúmero de emprendimientos que hoy existen para esta población es prueba de la necesidad de consumo cada vez mayor.
Tambien se deben incluir medidas para promover la inclusión laboral de los mayores, garantizando igualdad de oportunidades y eliminando barreras discriminatorias. Es vital fomentar el acceso a la educación y la formación continua, permitiendo que los mayores se mantengan actualizados y competitivos en un mercado laboral en constante cambio. Además, la legislación debe contemplar incentivos para las empresas que adopten la diversidad generacional en sus equipos.
Asimismo, es esencial fomentar el emprendimiento entre los mayores. Muchas personas mayores tienen la experiencia y el conocimiento necesarios para iniciar sus propios negocios, y con el apoyo adecuado, pueden convertirse en motores de innovación y crecimiento económico. Se debería contar con programas de financiamiento, asesoría y capacitación para emprendedores mayores, facilitando su participación en el ecosistema empresarial.
Finalmente, debemos avanzar en promover una cultura de respeto y valorización de las personas mayores, combatiendo el edadismo en todos los ámbitos de la sociedad. Esto implica campañas de sensibilización y educación que destaquen el valor de la experiencia y la contribución de los mayores, desmantelando los prejuicios que limitan sus oportunidades.
Colombia tiene la oportunidad de liderar el camino en la creación de una sociedad que valora y aprovecha el potencial de sus ciudadanos mayores. La economía plateada y la longevidad ofrecen un horizonte de posibilidades, y con una legislación adecuada, podemos construir un futuro inclusivo y próspero para todas las generaciones.
Es hora de reconocer el valor de la longevidad y actuar para garantizar que todos los colombianos, sin importar su edad, tengamos la oportunidad de contribuir y prosperar. Llegar a viejo es un regalo de la vida y no debe ser un estigma para la sociedad.
Por: Ana Eloisa Zuñiga, Fundadora y Directora del Movimiento Perennial