Opinión

De un core tradicional a un core de última generación: la evolución silenciosa que está transformando el crédito

Ante un mercado financiero cada vez más ágil y digital, los sistemas core tradicionales enfrentan una encrucijada: adaptarse o volverse obsoletos. Con arquitecturas API-first, escalabilidad en la nube y datos en tiempo real, los cores de última generación como MO Credit Management Platform, redefinen cómo se lanzan, gestionan y monetizan los productos crediticios. La modernización ya no es solo tecnológica, sino estratégica.

7 de mayo de 2025, 3:03 p. m.
La nueva generación de plataformas core parte de una premisa distinta: el crédito no solo debe ser gestionado, debe ser adaptable, ágil y profundamente integrado con el ecosistema digital del cliente.
La nueva generación de plataformas core parte de una premisa distinta: el crédito no solo debe ser gestionado, debe ser adaptable, ágil y profundamente integrado con el ecosistema digital del cliente. | Foto: 123rf

Durante décadas, los sistemas core en el mundo financiero han cumplido con un rol vital: ser el corazón operativo detrás de los productos crediticios. Sin embargo, en un entorno marcado por la agilidad, la hiperpersonalización y la integración de servicios digitales, ese corazón comienza a latir con nuevos ritmos.

Hoy, muchas instituciones se enfrentan a una disyuntiva silenciosa pero crucial: seguir construyendo sobre una arquitectura heredada, o dar el salto hacia un core moderno, más flexible, conectado y escalable. Y es precisamente en esa elección donde se define gran parte de la competitividad futura.

¿Qué es un core tradicional?

Un sistema core tradicional suele estar basado en infraestructuras monolíticas, con lógicas de negocio fijas y actualizaciones complejas. En muchos casos, fueron diseñados para un mundo donde los productos financieros eran pocos, predecibles y donde el cliente interactuaba con la institución en una única vía: presencial.

Estas plataformas fueron, y en muchos casos siguen siendo, robustas. Pero también son rígidas. En un mercado donde la innovación se mide en semanas y no en años, eso puede convertirse en una limitación significativa.

El cambio de paradigma: ¿qué caracteriza a un core de última generación?

La nueva generación de plataformas core parte de una premisa distinta: el crédito no solo debe ser gestionado, debe ser adaptable, ágil y profundamente integrado con el ecosistema digital del cliente.

Algunas características clave de estos nuevos sistemas:

  • Arquitectura API-first: permiten integraciones rápidas y seguras con otros servicios (fraude, onboarding, pagos, scoring, etc.), habilitando un verdadero enfoque componible.

  • Escalabilidad en la nube: sin depender de infraestructura física, las instituciones pueden crecer de forma flexible, eficiente y bajo estándares de seguridad como ISO 27001.

  • Configurabilidad sin desarrollo: productos que antes requerían meses de implementación, hoy pueden ser lanzados en semanas, gracias a engines de reglas y catálogos de productos personalizables.

  • Multi-casos de uso: desde tarjetas de crédito hasta “compra ahora, paga después” o líneas de adelanto, un solo core moderno puede soportar todos estos productos de forma nativa.

  • Datos en tiempo real: no es lo mismo tener información cada 24 horas que tenerla al instante. La capacidad de reaccionar en tiempo real define la gestión del riesgo, la experiencia del usuario y la eficiencia operativa.

No se trata solo de tecnología, sino de estrategia

Adoptar un core de nueva generación no es simplemente modernizar una infraestructura. Es cambiar la forma en que una organización piensa, lanza y opera sus productos crediticios. Es pasar de un modelo de mantenimiento a un modelo de evolución continua. Y sobre todo, es abrir la puerta a nuevas formas de monetización y diferenciación.

En ese sentido, algunas plataformas emergentes han marcado un nuevo estándar. Casos donde las instituciones no solo gestionan crédito, sino que ganan con él. Donde el core ya no es una barrera, sino un habilitador de negocio.

¿El fin de los cores tradicionales?

No necesariamente. Pero sí estamos frente a un punto de inflexión. La presión regulatoria, la demanda de experiencias digitales, la competencia de nuevos actores y la necesidad de eficiencia, están empujando al sector a repensar sus cimientos.

El crédito sigue siendo uno de los motores más potentes del sistema financiero. La pregunta es si las plataformas que lo sostienen están a la altura de ese desafío.

Verónica Crisafulli, CEO y fundadora de MO Credit Management Platform.

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