Opinión

Confianza: una capacidad estratégica, no un valor blando

La confianza no es un valor blando, sino una capacidad estratégica clave para el funcionamiento de equipos en contextos complejos. No se decreta, se construye desde lo cotidiano: en cómo se conversa, se decide y se gestionan los desacuerdos. Estudios muestran que se fortalece con coherencia, vulnerabilidad compartida y consistencia.

María Reina
12 de junio de 2025, 8:49 p. m.
La confianza es una competencia colectiva que puede desarrollarse si el equipo cuenta con el espacio, el lenguaje y las dinámicas adecuadas.
La confianza es una competencia colectiva que puede desarrollarse si el equipo cuenta con el espacio, el lenguaje y las dinámicas adecuadas. | Foto: 123rf

Hoy más que nunca, las organizaciones operan en entornos complejos: trabajo híbrido, transformación digital, liderazgo distribuido, equipos diversos. En ese contexto, hay un factor que sostiene —o fractura— cualquier esfuerzo colectivo: la confianza.

No hablamos de un valor aspiracional. Hablamos de una infraestructura relacional que permite que el conflicto sea productivo, que las ideas circulen y que las personas se atrevan a mostrarse sin miedo a exponerse.

Cuando hay confianza:

  • Las diferencias se vuelven un activo.
  • El error se transforma en aprendizaje.
  • Las decisiones se toman con información real, no con suposiciones.

Hoy sabemos que muchas iniciativas de cultura organizacional abordan la confianza desde lo simbólico o institucional. Y si bien esos enfoques aportan, la confianza también necesita trabajarse desde la vivencia cotidiana del equipo: en cómo se conversa, cómo se decide, cómo se gestiona un desacuerdo.

¿Qué dice la evidencia? Estudios como los de Amy Edmondson (Harvard) sobre seguridad psicológica, los modelos de Reina & Reina sobre reconstrucción de la confianza, y el trabajo de Schoorman, Mayer y Davis, coinciden en algo clave: “La confianza no se decreta. Se construye con coherencia, vulnerabilidad compartida y consistencia en el hacer”.

Y sí: se puede diseñar, activar y fortalecer de forma consciente.

¿Por dónde empezar si quieres fortalecer la confianza en tu equipo? Cinco prácticas que puedes activar en lo cotidiano:

  • Haz preguntas que abran, no que cierren. “¿Qué podríamos estar pasando por alto?”, puede abrir más que cualquier retroalimentación formal.
  • Reconoce los microesfuerzos. La confianza crece cuando los pequeños actos importan.
  • Normaliza decir “no sé”. Los equipos que pueden mostrarse vulnerables aprenden más rápido.
  • Habla de lo que no se está hablando. El silencio también comunica, y muchas veces es síntoma de confianza pendiente.
  • Sostén las conversaciones difíciles. Con respeto, sí. Pero no con evasión.

¿Cómo trabajamos la confianza en María Reina Consultores?

Partimos de una premisa clara:

La confianza es una competencia colectiva que puede desarrollarse si el equipo cuenta con el espacio, el lenguaje y las dinámicas adecuadas.

Diseñamos experiencias que:

  • Hacen visible lo que no se está diciendo.
  • Abren espacios de reflexión sobre los acuerdos que rigen (explícita o implícitamente) las relaciones de trabajo.
  • Permiten construir nuevas bases para una colaboración genuina.

Entre nuestras metodologías está LEGO® Serious Play®, una herramienta basada en el aprendizaje experiencial y la construcción simbólica. Estudios como el de Statler, Heracleous y Jacobs (2009) han demostrado su efectividad para abrir conversaciones profundas, especialmente cuando existen tensiones no expresadas en los equipos.

Porque si hay confianza, hay cultura. Y si hay cultura, la estrategia tiene dónde aterrizar.

María Reina, CEO de María Reina Consultores y aprendiz permanente.

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