Opinión

Carta a mi querida yo del pasado

Si estás leyendo esto te digo: no estás sola. Nuestra lucha es compartida, nuestras cicatrices nos unen, nuestra determinación nos hace imparables. Sigamos avanzando, sigamos construyendo espacios donde podamos ser sin disculpas.

Luz A. Martínez Retavisca
4 de junio de 2025, 4:00 p. m.
.
Escribo esto no solo para mi yo del pasado, sino para cada mujer que aún siente dudas, que aún camina con temores, que aún se pregunta si es suficiente. Sí, lo eres. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Querida yo de ayer,

Te escribo desde un presente que alguna vez dudamos alcanzar. Te hablo desde los días en que la tormenta parecía interminable, en los que cada desafío nos exigía fuerzas que no sabíamos que teníamos. Y aun así, aquí estamos.

Hemos avanzado. No sin heridas, no sin tropiezos, pero siempre con la determinación de ser quienes realmente somos. Hemos desafiado los límites impuestos a las mujeres, hemos caído y nos hemos levantado, hemos aprendido a darnos valor sin esperar que nadie nos lo otorgue.

Hemos honrado nuestras raíces como hijas, comprendiendo que la herencia no es solo un apellido, sino la historia que llevamos dentro. Hemos sido refugio, guía y amor incondicional de los hijos, aún en los días de incertidumbre. Aprendimos que soltar también es amar, que cerrar ciclos nos libera, que el respeto propio es la base de cualquier relación. Con el paso de los años, hemos encontrado en la ternura una nueva forma de amar sin condiciones.

Y en el plano empresarial, hemos demostrado que los sueños no tienen género, que la visión y la fuerza son herramientas tan nuestras como de cualquiera.

Pero más allá de los títulos, más allá de los roles que la vida nos ha asignado, hemos luchado por ser nosotras. Por existir con autenticidad, por dejar de pedir permiso para brillar, por entender que ser mujer no es una batalla a ganar, sino una identidad a abrazar.

Escribo esto no solo para mi yo del pasado, sino para cada mujer que aún siente dudas, que aún camina con temores, que aún se pregunta si es suficiente. Sí, lo eres. No por cumplir expectativas ajenas, sino por atreverte a ser quien realmente quieres ser.

Si estás leyendo esto te digo: no estás sola. Nuestra lucha es compartida, nuestras cicatrices nos unen, nuestra determinación nos hace imparables. Sigamos avanzando, sigamos construyendo espacios donde podamos ser sin disculpas.

Hoy, mi querida yo de ayer, te miro con gratitud. Todo lo que fuiste me ha traído hasta aquí. Todo lo que hemos vivido ha dado fruto. Y hoy, más fuerte, más libre, más auténtica, solo puedo decir: valió la pena.

Siempre contigo,

Tu yo de hoy

Por Luz A. Martínez Retavisca, presidenta de Velmart Colombia Group.

Noticias Destacadas