Opinión

Ana Catalina Garnica, la ajedrecista que lleva la ortopedia al siguiente nivel

Es pionera en la importación y comercialización de implantes quirúrgicos, y no deja de buscar tecnologías de punta para actualizarse en el mercado. Planea llevar su negocio a otros cuatro países.

3 de julio de 2025, 3:23 p. m.
Ana Catalina Garnica sabe que la determinación y el sentido común son claves para el éxito profesional.
Ana Catalina Garnica sabe que la determinación y el sentido común son claves para el éxito profesional. | Foto: Archivo particular

Una instrumentadora quirúrgica es la mujer detrás de los dispositivos para ortopedia más avanzados que se consiguen en Colombia. Doce años después de ayudar a traer al país a la comercializadora de implantes Piemca, de la que hoy es gerente nacional, acaba de aliarse con Sherpa Medical para importar una nueva tecnología francesa de prótesis de hombro.

Garnica es también pionera en la distribución de tratamientos ortobiológicos, los cuales utilizan sangre y células adiposas del paciente para regenerar tejidos y acelerar la recuperación de lesiones musculoesqueléticas. Bajo su batuta, Piemca creció hasta alcanzar todo el territorio nacional y ser la principal proveedora de reemplazos articulares de hombro para Sura y Colsanitas, dos de las EPS más grandes. La respaldan inversionistas de Italia, España, Israel, Estados Unidos, Argentina y Francia, que quieren que ella replique el modelo en Perú, Ecuador, Bolivia y Panamá.

Garnica nunca se ha puesto límites ni permitido que otros lo hagan. “Si otros pueden, tú también, me repetía mi mamá”, recuerda. Por eso, a los 23 años se presentó a una convocatoria para ser gerente comercial de la farmacéutica La Santé en Bogotá, Meta y Boyacá. Los requisitos eran tener mínimo 30 años, incluidos 5 de experiencia, y un vehículo. No cumplía ninguno. “Dije que entendía que el cargo implicaba una alta responsabilidad, pero que yo era mamá y ya tenía dos especializaciones”. Le fue tan bien en las pruebas que le dieron el cargo. Al comienzo no fue fácil. No conocía bien los temas corporativos, dudaban de ella por ser tan joven y no sabía maquillarse ni usar tacones. “Empecé a observar y, a partir del sentido común y la determinación, lo saqué adelante”, cuenta. Se destacó como la mejor gerente regional y se posicionó en el mundo de la salud.

Así llamó la atención de los empresarios venezolanos que la buscaron para fundar Piemca Colombia. Con la mentalidad de ajedrecista que aprendió jugando con su padre, busca siempre movimientos que la pongan a la vanguardia. Ante la actual crisis del sistema de salud, por ejemplo, estableció puntos físicos de su compañía dentro de las clínicas, para que los pacientes conozcan directamente sus productos, sin esperar a que la EPS se ocupe de todo el proceso.

Convencida de que “no es suficiente traer una tecnología” para aliviar el dolor, el año pasado creó la Fundación People Piemca, que financia el tratamiento de los pacientes más vulnerables, impulsa las carreras de las trabajadoras de la salud y atiende gratis a la población minera con problemas musculoesqueléticos.