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Guardianas del agua: protegen los ríos, siembran frailejones y transforman comunidades. “Son científicas naturales”

Mujeres rurales, indígenas y afro que cuidan el agua hoy son reconocidas como aliadas clave de la ciencia y la sostenibilidad. Su voz impulsa academia, políticas públicas y gobernanza hídrica.

Wilder Gustavo  Bello Bello

Wilder Gustavo Bello Bello

Periodista en Semana

11 de julio de 2025, 5:26 p. m.
La ‘Red de Guardianas del Agua y la Vida’ está integrada por 23 lideresas campesinas, pescadoras, indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras de las macrocuencas del Magdalena, Cauca, Pacífico y Amazonas.
La ‘Red de Guardianas del Agua y la Vida’ está integrada por 23 lideresas campesinas, pescadoras, indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras de las macrocuencas del Magdalena, Cauca, Pacífico y Amazonas. | Foto: Matthieu - stock.adobe.com

En las montañas del Valle del Cauca, al oriente del municipio de Ginebra, Divisay Hurtado, una mujer rural y guía de turismo, coordina un grupo de sembradoras de frailejones y lidera un semillero ambiental con más de 500 niños. Desde hace casi 10 años, es guardiana del páramo Pan de Azúcar y está convencida de que cuidar el agua es proteger la vida. “Nosotras, como mujeres, somos las que damos vida. Cuidamos a los hijos, cuidamos la tierra, cuidamos el agua. Guardianas no es solo una red, es una familia de mujeres que trabajan con amor por su territorio”, aseguró.

Divisay hace parte de la ‘Red de Guardianas del Agua y la Vida’, integrada por 23 lideresas campesinas, pescadoras, indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras de las macrocuencas del Magdalena, Cauca, Pacífico y Amazonas.

Su conocimiento ancestral, durante años ignorado por la institucionalidad, hoy es reconocido por el Estado, la ciencia y respaldado desde la academia. En 2024, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) y la Universidad Militar Nueva Granada (UMNG) establecieron un acuerdo estratégico para fortalecer esta red y brindarles formación, visibilidad y herramientas que potencien su liderazgo.

El agua como eje de transformación

La Red de Guardianas ha permitido visibilizar otras formas de gestión del agua, más conectadas con los territorios y las realidades de las mujeres”, explicó Tashanny Jay, directora de Gestión Integral del Recurso Hídrico del Ministerio. “Además de cuidar el hogar, ellas cuidan lo comunitario, el bosque, las semillas, la vida misma”.

la ‘Red de Guardianas del Agua y la Vida’, integrada por 23 lideresas campesinas, pescadoras, indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras de las macrocuencas del Magdalena, Cauca, Pacífico y Amazonas.
El conocimiento ancestral de estas guardianas, durante años ignorado por la institucionalidad, hoy es reconocido por el Estado, la ciencia y respaldado desde la academia. | Foto: Rocío Palma, guardiana del agua en Nariño

Desde diciembre de 2024, cuando 14 guardianas participaron en el “Diálogo de Saberes sobre Soluciones Basadas en la Naturaleza, Territorio y Vida” en Bogotá, la UMNG se convirtió en un actor clave. Las lideresas compartieron sus experiencias, dialogaron con académicos y sintieron que su labor era valorada como conocimiento.

Ellas veían que lo que hacían empíricamente en sus territorios también era ciencia”, contó Tatiana Rodríguez Chaparro, profesora de la Facultad de Ingeniería, doctora en ingeniería hidráulica y una de las impulsoras de la iniciativa. “Al inicio hubo desconfianza: decían que las universidades llegaban, sacaban información y no volvían. Pero nosotros logramos generar confianza. Les mostramos que también hay otras mujeres que enfrentamos los mismos retos, aunque vivamos en contextos distintos”, explicó la docente.

Tatiana Rodríguez Chaparro (izquierda), profesora de la Facultad de Ingeniería de la UMNG, doctora en ingeniería hidráulica y una de las impulsoras de la iniciativa.
Tatiana Rodríguez Chaparro (izquierda), profesora de la Facultad de Ingeniería de la UMNG y doctora en ingeniería hidráulica, junto a algunas integrantes de la red. | Foto: Cortesía

Saberes que dialogan y se potencian

La alianza ha facilitado espacios de formación en tecnología, visibilización y educación superior. Rudy Estela Posada, una guardiana del agua en Toledo (Antioquia) y coordinadora de la Asociación de Mujeres Defensoras del Agua y la Vida, es ejemplo de ello. A sus 56 años y tras perder a su esposo y dos hermanos por oponerse al megaproyecto Hidroituango, siente que su voz hoy tiene eco.

“Yo solo estudié hasta quinto de primaria. Ahora que el rector, —Mayor General (R)— Javier Alberto Ayala Amaya (Ph.D.), se nos para al frente y nos conversa, eso es una ganancia grandísima. Hay esperanza de que podemos aprender, a pesar de la edad, a pesar de todo lo que hemos sufrido”, expresó con emoción.

En el laboratorio de fabricación o ‘FabLab’ de la universidad, líderes ambientales como Rudy se han capacitado en manufactura digital. También participan en la producción del podcast “AguaConSciencia”, la revista “Huichyka” y la edición del libro “Historias de las Guardianas del Agua y la Vida”, que se publicará en octubre. Gracias a la política de gratuidad, dos mujeres de La Mojana iniciaron estudios virtuales en contaduría y relaciones internacionales.

Rudy Estela Posada, una guardiana del agua en Toledo (Antioquia) y coordinadora de la Asociación de Mujeres Defensoras del Agua y la Vida (AMARU).
Rudy Estela Posada, una guardiana del agua en Toledo (Antioquia) y coordinadora de la Asociación de Mujeres Defensoras del Agua y la Vida (AMARU). | Foto: Cortesía

Una red que crece con raíces propias

Desde el municipio de San Benito Abad, en Sucre, Yenifer Jiménez recuerda cómo su comunidad restauró 9,5 km del caño Pasifueres en 2018. Eso las impulsó a unirse a la red para compartir su experiencia. “Nos reunimos mujeres de la comunidad y entendimos que nuestro rol era importante para la restauración. Queríamos darnos a conocer”, contó.

Gracias al acuerdo con la UMNG, Yenifer ha fortalecido sus habilidades digitales. “Nos han dado cursos para manejar las redes sociales y visibilizar lo que hacemos”.

Además, su hija Eli Sofía fue una de las jóvenes admitidas en la UMNG y estudia Contaduría Pública en modalidad virtual. “No teníamos cómo pagar una universidad presencial. Ella está feliz de hacer parte de una institución así”, explicó Yenifer, demostrando cómo la educación también transforma el futuro de las familias.

El agua como herencia espiritual

En el resguardo indígena del Gran Cumbal, en Nariño, Rocío Palma, otra de las integrantes de esta red, comparte un ritual ancestral: la siembra simbólica del agua. “En nuestra cultura hay música, oraciones y cánticos que hacen que el agua brote. Es un momento espiritual que nos conecta con el territorio”, relató. Esta práctica, que comparte con mujeres y niñas de su comunidad, es una forma de preservar la memoria y la identidad: “El agua no solo es vital para vivir, también nos purifica y nos libera”.

“En nuestra cultura hay música, oraciones y cánticos que hacen que el agua brote. Es un momento espiritual que nos conecta con el territorio”: Rocío Palma, representante del resguardo indígena del Gran Cumbal e integrante de esta red.
“En nuestra cultura hay música, oraciones y cánticos que hacen que el agua brote. Es un momento espiritual que nos conecta con el territorio”: Rocío Palma, representante del resguardo indígena del Gran Cumbal e integrante de esta red. | Foto: Cortesía

Para la profesora Rodríguez, estas experiencias son fundamentales para enriquecer el conocimiento técnico. “Ellas saben dónde se está secando un río, qué planta purifica el agua o dónde hay minería ilegal. Son científicas naturales. Su conocimiento es valiosísimo para tomar decisiones desde la academia”.

De resistir a incidir

La alianza entre el MADS y la UMNG ya empieza a trascender. “Las guardianas son 23 mujeres que encabezan la red. Pero ellas representan a un colectivo mucho más amplio. Pueden ser más de 500 mujeres sumando todos los territorios”, concluyó Rodríguez.

A la fecha, se han desarrollado herramientas pedagógicas, encuentros de intercambio, espacios de documentación y vienen nuevos proyectos: una Escuela para la Gobernanza Comunitaria del Agua y soluciones basadas en la naturaleza lideradas por las propias guardianas.

En un país marcado por el conflicto, la desigualdad y la crisis climática, estas mujeres no solo resisten, sino que lideran procesos de transformación. Iniciativas como esta marcan la diferencia para lograr territorios cada vez más sostenibles en el país. Para conocer más historias inspiradoras de líderes, comunidades, empresas y actores comprometidos con el planeta, no se pierda la VIII Cumbre de Sostenibilidad de SEMANA el próximo 15 de julio desde las 8:00 a. m. en el Cubo Colsubsidio en Bogotá.