Comercio
Unos 20 países ya están negociando sus aranceles con EE. UU. ¿Y Colombia?
El gobierno de Trump tendría una lista de economías con las que quiere sentar precedentes para futuras conversaciones. El acercamiento con China no le favorece al país.

La guerra comercial desatada desde la Casa Blanca el pasado 2 de abril, que el presidente Donald Trump denominó como el “día de la liberación”, tuvo este 12 de mayo un nuevo capítulo, que ha servido para calmar la zozobra mundial.
Se trata de una tregua con China, en la que las dos potencias aceptaron suspender sus elevados aranceles recíprocos. Estados Unidos planea reducir los aranceles sobre productos chinos del 145 al 30 %, y Pekín baja su gravamen sobre la mayoría de los bienes americanos al 10 %.
En teoría, los aranceles altos podrían regresar, pero el ambiente ha mejorado significativamente, impulsando los mercados financieros, los cuales venían de capa caída.
No obstante, las negociaciones arancelarias entre Estados Unidos y China no son las únicas que están ocurriendo. El viernes 9 de mayo se conoció también de un acuerdo entre Washington y Londres, en el que los ingleses lograron reducir el arancel de 25 % que les habían anunciado el día de la liberación al 10 %, a cambio de abrir más su mercado a los productos estadounidenses en sectores como el químico, agrícola, aeroespacial y farmacéutico.
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Paralelamente, Donald Trump se dirige al Medio Oriente en el primer viaje al extranjero de su segundo mandato, donde se presume que buscará acuerdos similares.
Un informe de Bloomberg señala que la Casa Blanca está buscando acuerdos comerciales con diferentes países que le puedan servir como modelos para otras negociaciones. De hecho, el equipo del presidente Trump habría definido una lista de aproximadamente 20 socios para sus primeras negociaciones. Ese grupo incluye países como Japón, Corea del Sur y Vietnam, que son grandes exportadores a Estados Unidos y donde Trump quiere reducir el déficit comercial. También abarca socios relativamente menores como Fiyi, Lesoto y Mauricio, según le señalaron a Bloomberg fuentes de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR).
Según las mismas fuentes, en América Latina solo habría dos países de ese grupo de 20 y serían Ecuador y Argentina, aunque se dice que también habría acercamientos con Brasil.
“Aunque algunos países se han quejado en privado de que Estados Unidos no está haciendo solicitudes claras a las naciones que buscan alivio arancelario, las primeras conversaciones han indicado que Estados Unidos podría dar prioridad a países de menor perfil para sentar un precedente para los demás”, sostiene la publicación de Bloomberg.

En el caso de Colombia, aunque el sector público y privado están buscando una negociación que permita bajar la tarifa arancelaria del 10 % que le fue impuesta al país, los pronósticos no son claros, especialmente por el reciente acercamiento del presidente Gustavo Petro con China.
De hecho, el pasado 30 de abril estuvieron en el país funcionarios de la USTR y le presentaron al Ministerio de Comercio su lista de demandas para retirar el arancel, lo que también se ha conocido como los “irritantes”.
Principalmente, les molestan cuatro temas: la protección de la propiedad intelectual, la facilitación del comercio y procesos aduaneros, mejoras en las condiciones laborales y la molestia por el intento de Colombia de imponer una regulación que exigiría estándares europeos para la importación de vehículos y autopartes, lo que excluiría a los productos estadounidenses.
A Colombia no solo le afectaría el arancel de 10 %, que antes era de 0 % por cuenta del TLC, sino el tratamiento preferencial a países como México, que también le venden aguacates, flores y textiles al Tío Sam.

Un estudio de AmCham y Anif señala que de mantenerse el arancel del 10 %, las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos podrían caer un 8 %, lo que equivale a 1.147 millones de dólares entre 2025 y 2026. Esta reducción afectaría especialmente al sector no minero energético, que representó el 59,9 % del total exportado a ese mercado en 2024.
En consecuencia, el informe estima una disminución del PIB del 2,8 al 2,7 % en 2025, con una pérdida acumulada de 4,7 billones de pesos en ingresos durante los primeros dos años. Además, se proyecta la pérdida de 15.000 empleos hacia finales de 2026, debido a la menor demanda de mano de obra de parte de las empresas exportadoras, y una caída de 0,1 puntos porcentuales en la inversión privada.