Trabajo
Sindicalista denuncia fractura en la USO, el gremio de trabajadores más poderoso de los últimos tiempos. Esto sucedió
“Fuimos silenciados por nuestra propia dirigencia”, afirma el denunciante, integrante del gremio sindical de Ecopetrol.

El fin de un sindicato es la unidad, pues de otra manera no hay posibilidad de sustentar que se están reclamando derechos de trabajadores.
Por ello, no deja de sorprender la denuncia que presentó este miércoles, 23 de julio, un directivo nacional de la USO, Unión Sindical Obrera, considerada una de las agremiaciones sindicales más poderosas del país.
Según afirma Ariel Corzo, integrante de la USO, las diferencias dentro del mismo sindicato vienen desde hace algunos meses, pero la situación se agudizó recientemente. Según narró: “Miembros de la Subdirectiva Única de Oleoductos informaron que, desde la presidencia nacional de la USO, retiraron de forma autoritaria, inconsulta y política el pliego de peticiones que había sido presentado por decisión de la Asamblea General de los trabajadores afiliados a esta subdirectiva”.

Según el pronunciamiento, el caso ya estaría en los escritorios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que durante años ha acompañado y respaldado a la USO en sus luchas por la libertad sindical y los derechos.
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Al decir de Corzo, “Los trabajadores de la subdirectiva afirman que esta decisión se tomó como castigo y represalia tras las denuncias que venían realizando sobre presuntos actos de corrupción, violación a la jornada laboral, al cumplimiento de la convención colectiva USO-Ecopetrol, cumplimiento de la sustitución patronal entre Ecopetrol y Cenit, reducción de la planta de personal al interior de Ecopetrol y Cenit”.
El sindicalista agrega que tales circunstancias desencadenaron en lo que llamó “castigo que hoy vemos. Fuimos silenciados por nuestra propia dirigencia. No hubo votación. No hubo consulta. Solo una orden de arriba para desmontar la representación de una base sindical incómoda”.
Sindicato tomado por intereses políticos
La USO, reconocida como uno de los sindicatos más fuertes y poderosos de Colombia, según la narrativa de Corzo, “ha sido tomada por intereses políticos, manejos corruptos y pactos de silencio”.
En consecuencia, según su denuncia, se vienen presentando “fracturas internas sin precedentes”.
Tanto así, que Corzo hizo la siguiente alerta: “A los trabajadores de Colombia, sindicatos y al país: la Unión Sindical Obrera, símbolo histórico de los derechos laborales, atraviesa su peor crisis institucional. Lo que antes fue una organización al servicio de los empleados, hoy opera como un aparato de censura, exclusión y represión interna que, al parecer, actúa bajo las órdenes de la administración de Ecopetrol, contra quienes se atreven a denunciar actos de corrupción o a tener una visión diferente de la relación de los trabajadores con la empresa que los emplea”.