Laboral
Pese a bajas perspectivas de aumentos salariales, estos son los sectores económicos con mejores remuneraciones
Estudio de Mercer señala, además, que menos de una quinta parte de las empresas colombianas planea contratar más personal el próximo año.
En medio de la espera por los impactos de la reforma laboral que se discute en el Congreso y ante los anuncios del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, de que el aumento del salario mínimo de 2025 no será de dos dígitos, como lo fue en los últimos tres años, se conoció la encuesta de Remuneración Total 2024 (TRS) de Mercer, la cual revela la compleja situación que enfrentan las empresas en Colombia al momento de definir sus políticas de empleo.
El estudio, que incluyó a 517 organizaciones, destaca que solo el 16,4 % de las empresas tiene intenciones de aumentar su personal para 2025, mientras que un 7,3 % planea recortar su plantilla. Estas cifras, en un contexto de incertidumbre económica global, reflejan una estrategia de contención por parte de muchas compañías, que prefieren ser cautelosas antes de comprometerse con nuevos gastos de nómina.
No obstante, entre las diversas industrias del país, el sector energético, químico y tecnológico sobresalen como los que ofrecen los mejores salarios a sus empleados. ¿Por qué son tan competitivos en remuneración? La respuesta radica en la alta demanda de perfiles técnicos y especializados, con conocimientos que son escasos en el mercado laboral. El sector energético, por ejemplo, se encuentra en plena transición hacia energías renovables, lo que ha impulsado la búsqueda de trabajadores que cuenten con las herramientas para acercar a las compañías a sus objetivos.
“El crecimiento de las energías sostenibles ha generado una demanda sin precedentes de expertos en energía limpia y renovable, lo que se traduce en sueldos cada vez más altos”, asegura William Rincón, consultor senior de Mercer. Esta tendencia se refleja también en la industria química, donde la investigación y el desarrollo de productos son fundamentales para la innovación. La tecnología, por su parte, sigue liderando como un sector clave para la economía, demandando constantemente expertos en áreas como programación, ciberseguridad y análisis de datos.
Tendencias
A pesar de ofrecer sueldos atractivos, estas industrias enfrentan grandes desafíos para el próximo año, ya que la retención de talento será crucial en un entorno donde muchas empresas están congelando contrataciones o recortando personal.
La desigualdad salarial persiste
A pesar del dinamismo en estos sectores, la desigualdad salarial sigue siendo un problema significativo. Los datos de la encuesta muestran que la brecha de género persiste en todos los niveles de la organización. En los cargos ejecutivos, las mujeres ganan un 17 % menos que sus colegas hombres; en gerencias senior, la diferencia es del 7 %, y en posiciones profesionales, esta brecha se amplía hasta el 20 %. Estos números exponen la necesidad urgente de implementar políticas que promuevan la equidad salarial, especialmente en las industrias que lideran el mercado.
Por otro lado, la ubicación geográfica también influye notablemente en la estructura salarial. Mientras Bogotá se mantiene como la ciudad con los salarios más competitivos, regiones como Medellín, Cali y Barranquilla presentan remuneraciones hasta un 27 % más bajas. Esta variabilidad refleja diferencias en el costo de vida y en la demanda de talento especializado a nivel regional.
Con pocas empresas planeando aumentar su nómina, las estrategias de compensación se han vuelto esenciales para retener y motivar a los empleados. Las bonificaciones, tanto a corto como a largo plazo, se están consolidando como una de las principales herramientas para incentivar el rendimiento y la lealtad de los colaboradores. “Las organizaciones están enfocadas en ofrecer esquemas de incentivos ligados al desempeño, especialmente en roles comerciales y técnicos, lo que permite alinear los objetivos individuales con los de la compañía”, comenta Rincón.
Entre los altos ejecutivos, los bonos diferidos y los paquetes accionarios son cada vez más comunes. Estos incentivos no solo premian el rendimiento a corto plazo, sino que también buscan garantizar la retención del talento clave en el largo plazo. De hecho, cerca del 41 % de las empresas en Colombia ya implementan este tipo de esquemas de compensación, lo que refleja una apuesta por mantener a los mejores empleados en medio de un contexto de incertidumbre.
Adicionalmente, los beneficios como seguros de vida, planes médicos y flexibilidad laboral han ganado importancia en los paquetes de compensación. El 92 % de las compañías ofrece seguros de vida, mientras que un 86 % incluye planes de salud completos. La flexibilidad, especialmente valorada por los empleados más jóvenes, se ha convertido en un diferenciador clave, con un 86 % de las empresas permitiendo el trabajo remoto o flexible.
Un 2025 de cautela y contención
Las perspectivas para el próximo año indican que las empresas colombianas seguirán actuando con prudencia ante los desafíos económicos que se avecinan. Según el estudio de Mercer, los incrementos salariales planeados para el próximo año estarán influenciados principalmente por la inflación, el rendimiento individual y los acuerdos sindicales. Se proyecta un incremento promedio del 6,9 %, aunque esta cifra puede variar dependiendo del sector y las condiciones específicas del mercado.
Pese a las señales de crecimiento en industrias como la tecnología y la energía, muchas empresas prefieren mantener su estructura actual y evitar expansiones riesgosas en su plantilla. Esto podría traducirse en menos oportunidades de empleo, incluso en sectores que están pagando bien.
El análisis final de la encuesta muestra que la rotación de personal ha disminuido en el último año, pasando del 10 % en 2023 al 7 % en 2024. Esta caída sugiere una mayor estabilidad y una percepción de seguridad laboral entre los empleados, aunque la rotación involuntaria también se redujo del 7 % al 6 %, lo que indica una menor cantidad de despidos.
Para los empleados, esta mayor estabilidad podría significar menos presión ante el temor de perder sus puestos, pero también pudiera limitar las oportunidades de cambiar de trabajo o avanzar dentro del mercado. Para las empresas, el reto estará en ajustar sus políticas de compensación y beneficios para mantener al talento clave, especialmente en un entorno donde los aumentos salariales estarán restringidos.