Trabajo
Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, insiste en ‘pelear’ por horas extra de trabajadores y olvida a millones sin empleo
Durante el consejo de ministros, el funcionario puso cifras: solo 6,5 millones tienen contrato laboral relativamente estable.

El gobierno colombiano está embarcado en la tarea de defender la consulta popular, que no es otra cosa que la petición de respaldo a la reforma laboral que se hundió en el Congreso de la República. Pero de forma paralela, se alista para ‘meterle mano’ a la propuesta que presentó el partido liberal, que sería una especie de mini-reforma, para la cual, ya el Ejecutivo hizo la petición de que tenga mensaje de urgencia.
El asunto es que la mayor parte del empleo en el país lo pone el sector privado, por lo cual, la lógica indicaría que tendría que ser consultado, pues, a la larga, es el que va a asumir el efecto de las medidas que allí se introduzcan.
Por esa razón, llama la atención que el ministro de Trabajo, en su intervención en el consejo de ministros, donde hubo una ola de defensa a la consulta popular, cuya realización tendrá que ser avalada por el Legislativo, insista en la defensa de los mismos contenidos puntuales que no tuvieron receptividad en el Congreso.

El ministro Antonio Sanguino, recordó que de 25 millones de personas que se inscriben como población económicamente activa en el país, solo 6,5 millones tienen contrato laboral estable. Entre los trabajadores colombianos hay 3,7 millones con contrato a término fijo (prestación de servicio), y más de 60 % enfrentan incertidumbre debido a contratos informales.
Lo más leído
Las cifras fueron puestas en el visor, como argumento para el punto 11 de la consulta, que pregunta lo que sin duda tendrá una respuesta afirmativa -de llegarse a realizar la consulta- pues, ¿quién no quiere tener estabilidad laboral?.
No obstante, mientras con la consulta o con la mini-reforma del partido Liberal se batalla por el empleo de quienes siempre han tenido oportunidades laborales, hay toda una millonada de colombianos en la precariedad. La población ocupada, según el Dane, es de 23,4 millones, frente a 40,7 millones de colombianos en edad de trabajar.

En el universo de ocupados, en febrero de este año -dato más reciente de empleo- se registraron 10 millones de personas que trabajan por cuenta propia, categoría que, si bien incluye a aquel ciudadano que tiene un consultorio y devenga un ingreso decente, en su mayoría, son colombianos dedicados al rebusque, sin ni siquiera un contrato informal, solo haciendo lo que pueden en las calles para medio comer en el día a día.
En cuanto a desempleo, las estadísticas oficiales dan cuenta de 2,7 millones de personas, pero hay 14,2 millones por fuera del escenario (muchos porque decidieron estudiar y pararon de buscar empleo y otros porque se cansaron de no encontrar nada).
Inequidad monumental
En ese contexto de alta inequidad, pues son más los que no han tenido a través de los años una oportunidad, el ministro de Trabajo sustenta que, “en los últimos 23 años, cada trabajador colombiano ha dejado de percibir cerca de $44 millones en horas extras, dominicales, festivos y recargos nocturnos, que fácilmente equivaldrían a la cuota inicial de una vivienda”.

Sin medidas para atacar la informalidad
Mientras en el país se habla de un desempleo de 10,3 %, como se mostró con las estadísticas del Dane, la informalidad pulula (del 57,6 % en febrero y del 85,7 % en el área rural), pero Sanguino sostiene que “es difícil luchar contra la informalidad porque tenemos la herencia de tres o cuatro décadas de políticas neoliberales que introdujeron la informalidad laboral en el sector público”. Justamente, la expectativa, con el gobierno que se llama ‘del cambio’ era que se presentaran alternativas en ese sentido.
El avance normativo del tema laboral debería incluir propuestas que realmente redujeran la desigualdad en el acceso al trabajo. Punto que debería ser exigible en una consulta popular.