Finanzas
Medida que afecta a Bre-B sigue generando polémica: “Gobierno prefiere sacrificar avance de inclusión financiera”, dice Anif
Aunque el Ministerio de Hacienda salió a aclarar la propuesta de la retención en la fuente a pagos digitales, el centro de pensamiento económico afirma que los incentivos se ponen en el lugar equivocado.
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Una dura crítica a la medida anunciada por el Ministerio de Hacienda, de poner una retención en la fuente a los pagos digitales, lo que impactaría a la recién lanzada herramienta de pagos únicos Bre-B, hizo el centro de pensamiento ANIF.
Advirtieron que “el Gobierno prefiere sacrificar avances en términos de inclusión financiera, en un intento por enfrentar las necesidades fiscales inmediatas”.
Ello, en el entendido en el cual, herramientas como Bre-B, que ha generado una masiva aceptación en el país, estaría enfocada en reducir el uso del efectivo e incentivar la inclusión financiera, que ahora se vería impactada, pues los usuarias saldrían despavoridos para evitar un nuevo costo en los ya onerosos pagos al usar servicios bancarios.
“Sin duda, una decisión desacertada”, concluye Anif.
Para el centro de pensamiento económico, promover la digitalización de los pagos y ampliar la cobertura financiera se mantiene como un objetivo estratégico para aumentar la productividad y avanzar hacia una economía más formal, eficiente y trazable. En tal caso, sería un contrasentido implementar un decreto que, hasta ahora, está en borrador para comentarios.
“Con el decreto que está en desarrollo, el Gobierno pone los incentivos en el lugar equivocado”, señalan los expertos.

Un daño sin mucho recaudo
Anif afirma que ya hizo estimaciones y concluye que, con base en un estudio realizado en conjunto con Colombia Fintech, la exención de la retención en la fuente del impuesto sobre la renta para pagos efectuados mediante tarjetas de crédito y débito para personas naturales, tendría un impacto fiscal inicial limitado. Es decir, se haría un daño a la dinámica que ha tenido la inclusión financiera sin que se logre mucho en materia de recaudo.
Pero, además, Anif advierte que se tenga en cuenta que, “como pago anticipado de un impuesto, la retención tiene un impacto en el flujo de caja y, en menor cuantía, en el recaudo. En particular, si se eliminaran las retenciones, para 2026 se proyecta una reducción transitoria en el recaudo nacional de 5.621,5 millones de pesos, explicado por los pequeños negocios que no declaran renta”.
Entre tanto, para 2028, “el efecto neto se tornaría positivo, derivado de un mayor dinamismo en ventas y, por consiguiente, mayor formalización económica a medida que más unidades productivas se integran de manera permanente al sistema tributario, señala el centro de pensamiento en el informe. Hasta el 2034, calculamos que esa medida generaría un balance fiscal favorable”.

Hay que recordar que, con la medida propuesta, la intención manifestada por el Gobierno es la de unificar la tarifa de retención en la fuente del impuesto de renta del 1,5 % aplicada a los pagos realizados por la venta de bienes o la prestación de servicios, que ya existen con tarjetas de crédito y débito. Tocaría los pagos electrónicos de bajo valor; lo que eso incluye medios exentos como los códigos QR, tarjetas digitales y transferencias entre depósitos de bajo monto, incluidos billeteras digitales, como Nequi o Daviplata, para los responsables del IVA, mencionan los analistas de Anif.
