IPC
Lupa a la inflación: aunque cedió en noviembre, las presiones se mantienen y las alertas aumentan. Estas son las razones
Un desbordado incremento en el salario mínimo, el futuro en los precios del gas y un repunte en el dólar son, entre otras, las preocupaciones. ¿Otro año sin llegar al rango meta?
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Después de cuatro meses al alza, la inflación –en noviembre- dio un pequeño respiro que permitió romper la tendencia creciente que traía, al ubicarse en 5,3% anual, frente al 5,5% de octubre.
Según un análisis del Grupo Cibest –al que pertenece Bancolombia- la inflación anual se redujo en 21 puntos básicos, como resultado de una variación mensual de 0,07%, y aunque se volvió a desacelerar luego de cuatro meses, sigue siendo el registro más alto desde septiembre.
Para el Banco Popular, en línea con la moderación de la inflación total, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) sin alimentos se redujo a 5,20%, lo que representa una mejora de 5 puntos básicos respecto al mes anterior.
“Esta disminución en la inflación sin alimentos se explica principalmente por una leve reducción en los servicios públicos y servicios que se dieron durante el mes. Por otro lado, la inflación de alimentos sorprendió con una caída mensual de -0,72%, alineada con la revaluación del peso frente al dólar registrada en los últimos meses, lo que ha favorecido un descenso en los costos de producción y refuerza una mejora en los precios de los alimentos”, agrega el informe del Banco Popular.

Por su parte Cibest, advierte que el grupo de regulados completó tres meses al alza en noviembre, con una variación anual que pasó de 6,10% a 6,34%, como resultado de un registro mensual de 0,30%, tal que se ubicó levemente por encima de la inflación habitual de este mes (0,26%). Buena parte de este resultado se explicó por el avance en las tarifas de suministro de agua, combustibles para vehículos, alcantarillado, recogida de basuras y transporte urbano.
A pesar de que la variación en 7 de las 13 divisiones del gasto se mantiene por encima del 7%, Banco Popular destaca la reducción mensual en los precios de alimentos, así como en la división de recreación y cultura.
“La inflación sin alimentos se ubicó en 5,20%, rompiendo la tendencia al alza observada en los últimos tres meses. Esta moderación se explica principalmente por la disminución en productos como el gas (-0,29%), los paquetes turísticos (-2,53%), el transporte intermunicipal (-0,22%), y las llantas y neumáticos para vehículo (- 0,64%), entre otros. Asimismo, la división de recreación y cultura presentó un descenso mensual de -0,47%, contribuyendo al dinamismo del consumo y, por ende, al crecimiento económico. Finalmente, los precios en educación mostraron una leve moderación de -0,005%”, advierte el informe del Banpopular.

Y agregó: “La reducción del precio del dólar tendría un efecto positivo en el precio de los alimentos que finalmente se consolidó en el mes de noviembre, esperamos que esta tendencia se mantenga en la última lectura del año ayudando a un cierre de inflación en 2025 más bajo al observado en este mes”, pero anticipa: “A pesar de la mejora en los precios de los alimentos, se debe tener en cuenta que gran parte de la reducción en los precios se explica por una revaluación del peso colombiano frente al dólar, sin embargo, el tipo de cambio enfrenta diversas presiones al alza durante el año 2026 lo que podría impulsar nuevamente una tendencia al alza de la inflación”.
De acuerdo con el análisis del Banpopular, la revaluación del peso en los últimos meses ha mitigado un deterioro mayor en la inflación. “Sin embargo, es poco probable que la tasa de cambio continúe aportando en los próximos meses, especialmente considerando la incertidumbre electoral, que históricamente ha generado presiones devaluatorias sobre el peso colombiano”, manifiesta.
También afirma que la disminución de la inflación sin alimentos estuvo impulsada principalmente por la caída del 0,29% en el precio del gas. “No obstante, a inicios de diciembre se produjo el vencimiento masivo de contratos de gas a bajo costo, lo que presionará los precios al alza en los próximos meses”, añade el estudio del Banco Popular.

A pesar de la reducción en la inflación anual, este resultado no despeja las dudas sobre las presiones inflacionarias. De hecho, ya se estima que el próximo año tampoco se llegará al rango meta (de entre 2 y 4%).
“Prevemos que las presiones alcistas persistirán, impulsadas por la alta indexación, la reactivación del rubro de regulados y el dinamismo de la economía. Los riesgos alcistas continúan siendo relevantes y representan un factor limitante para la velocidad de convergencia hacia el rango de meta en los próximos meses. Entre ellos, destacamos la elevada indexación, un incremento real del salario mínimo que podría superar el avance de la productividad laboral, el aumento en la percepción de riesgo país, el impacto de eventuales choques climáticos, la transmisión rezagada de aumentos en costos productivos y la fortaleza de la demanda interna”, advierte el Grupo Cibest en su informe.
De hecho, para el Banco Popular, el debate se centra en el incremento del salario mínimo que mantiene en jaque las expectativas de inflación. Si bien aún no se ha definido el incremento del salario mínimo para 2026, las señales emitidas por el Gobierno reducen el margen para el optimismo. Un aumento real superior al 5%, como han insinuado el ministro del Interior y la CUT, haría inviable la convergencia de la inflación al rango meta en 2026. Este ajuste incrementaría la probabilidad de que la inflación permanezca cercana al 5% durante todo el 2026.

Cabe la pena recordar que esta semana en la mesa de concertación laboral se conocieron las propuestas tanto de los empresarios como de los trabajadores para buscar un acuerdo en el incremento del salario mínimo. Mientras los gremios plantearon un incremento de 7,21%, el planteamiento de los sindicatos se ubicó en un aumento del 16%. Y el dato de inflación de noviembre es clave en esta discusión.
Ante las múltiples presiones inflacionarias, no se espera que el Banco de la República cuente con espacio para reducir nuevamente su tasa de intervención; “por el contrario, ha comenzado el debate sobre un posible ciclo de incrementos en la tasa de interés. Algunos codirectores ya han señalado la limitada eficacia de la política monetaria para controlar la inflación”, dice el Banco Popular.
Y prevé que el ciclo de incrementos en la tasa de interés inicie entre enero y marzo de 2026, llevando la tasa de política monetaria al 10%, con el objetivo de retomar una senda descendente para la inflación.
Entre tanto, para el Grupo Cibest, la inflación anual cerraría 2026 en 5,0%, cifra revisada al alza desde el 4,1%, por encima del rango de tolerancia del Emisor por sexto año consecutivo.


