Economía
Las cuentas del dólar en mayo: ¿se sigue debilitando? ¿Hasta dónde llegará en junio?
La divisa se mueve en medio de la incertidumbre por las tensiones arancelarias y geopolíticas, el precio de los ‘commodities’ y las decisiones de la Reserva Federal en Estados Unidos.

La incertidumbre ha sido la ‘moneda de cambio’ con la que han tenido que enfrentarse los indicadores económicos de los diferentes países. A las tensiones geopolíticas por cuenta de los enfrentamientos entre Rusia y Ucrania, o en la Franja de Gaza, se suma la escalada arancelaria que impulsó el presidente Donald Trump y que ha generado tensiones comerciales, y el comportamiento del precio de los commodities. Además, hay expectativa frente a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre el futuro de las tasas de interés.
En medio de este panorama, el dólar se movió en el mes de mayo y, de acuerdo con un análisis de Bancolombia, el peso colombiano registró una apreciación del 1,7 % mensual, en línea con la depreciación del dólar a nivel global, el aumento del precio del petróleo —que en su referencia Brent creció 1,2 % en mayo—, los avances en acuerdos comerciales y el diferencial de las tasas de interés.
El índice DXY, que mide el valor del dólar estadounidense en relación con una canasta de otras monedas, acumula una caída del 4,7 % desde lo que se llamó el ‘Día de la Liberación’, a principios de abril, cuando el presidente Trump anunció el aumento de aranceles, generando dudas sobre los activos estadounidenses.

Durante mayo, la tasa de cambio en Colombia osciló entre $ 4.096,61 y $ 4.327, y finalizó en $ 4.157,11 ($ 70,8 por debajo del cierre de abril), mientras la volatilidad se redujo significativamente tras la tregua entre Estados Unidos y China, explicó Bancolombia en su informe.
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Agregó que la volatilidad intradía promedio fue de $ 37,9 en mayo, por debajo del promedio de $ 47,4 de 12 meses. Asimismo, el volumen transado alcanzó un promedio diario de 1.072 millones de dólares, con cerca de 1.750 transacciones diarias.
“La desvalorización del dólar surge de las preocupaciones sobre los efectos nocivos de la política comercial de Donald Trump en el crecimiento económico de Estados Unidos. A este escenario se sumaron las preocupaciones sobre la situación fiscal en la primera economía del mundo, luego de que la Cámara de Representantes aprobara el proyecto de Ley Big Beautiful Bill. La propuesta incluye un recorte sustancial de impuestos que podría elevar la deuda en 3,3 billones de dólares durante la próxima década. Así las cosas, a pesar del atractivo spread de las tasas en Estados Unidos, el dólar se ha debilitado. Esta ruptura de la habitual correlación positiva entre los rendimientos de los bonos del Tesoro y el índice DXY sugiere un cambio en el enfoque de los inversionistas, quienes parecen estar dando mayor peso a los riesgos fiscales y políticos”, señaló Bancolombia.

En mayo, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) decidió, de manera unánime, mantener el rango de la tasa de los fondos federales en 4,25 % - 4,50 %, añadió la entidad bancaria. Y citó al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien afirmó que el organismo se encuentra en una posición adecuada para esperar a que haya mayor claridad respecto a la política comercial de la Administración Trump. “Además, las crecientes dudas sobre la capacidad de los activos estadounidenses para funcionar como refugio incentivaron una estrategia de diversificación de portafolio, que favoreció a los mercados emergentes”, explicó en su estudio.
También, frente al comportamiento del dólar, se destaca la baja en la calificación de la firma Moody’s a Estados Unidos, que tiene presionada la divisa en los mercados internacionales.
Frente al comportamiento de los commodites, Bancolombia explicó que el precio del petróleo aumentó en mayo, de modo que las referencias Brent y WTI cerraron en 63,9 dólares (+1,2 % mensual) y 60,8 dólares (+4,4 % mensual), respectivamente.
“Esta dinámica respondió, en gran medida, a la tregua comercial entre China y Estados Unidos, que redujo las preocupaciones sobre la demanda. Además, el WTI reflejó un repunte en la demanda de crudo por parte de las refinerías estadounidenses en preparación para el driving season. No obstante, parte de las ganancias se moderaron ante la expectativa de un posible aumento en la oferta, debido a que se esperaba que la Opep anunciara un incremento de la producción de 411.000 barriles diarios a partir de julio”, señaló el estudio.

Asimismo, explicó que el oro siguió considerándose como un activo atractivo en un entorno de alta incertidumbre global. En este contexto, el precio del oro retrocedió apenas 0,5 % en mayo y se cotizó en 3.282 dólares por onza en promedio.
Hacia el futuro, Bancolombia prevé que la tasa de cambio se negociará entre $ 4.100 y $ 4.280 en junio, ante un dólar que, si bien se depreció en el último mes, se mantiene por encima de las referencias prepandemia.
“La clave: lenta flexibilización monetaria por parte de la Reserva Federal, en medio de presiones inflacionarias desde la demanda y por la entrada en vigor de múltiples aranceles. La prima de riesgo se mantendrá elevada y la incertidumbre arancelaria podría generar volatilidad en el tipo de cambio en los meses venideros, sobre todo en julio, cuando la pausa de 90 días de los aranceles recíprocos terminaría. La situación fiscal local seguirá generando presiones a la depreciación, por lo que la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) prevista para el 13 de junio será fundamental para la perspectiva local”, concluyó el informe, al tiempo que advirtió que persisten riesgos bajistas asociados al pago de impuestos de grandes contribuyentes en junio.