Macroeconomía

Gustavo Petro versus el Banco de la República: estas son las razones detrás de las diferencias entre el Gobierno y la junta del Emisor

El jefe de Estado ha intensificado sus críticas al banco central por no reducir las tasas de interés y lo responsabiliza de la desigualdad. Mientras la entidad evita escalar la polémica, los analistas exponen las razones de fondo de este choque.

9 de agosto de 2025, 4:00 a. m.
El presidente Petro y la Junta Directiva del Emisor: Mauricio Villamizar, Bibiana Taboada, César A. Giraldo, Olga L. Acosta, Germán Ávila, Laura Moisá y Leonardo Villar.
El presidente Petro y la Junta Directiva del Emisor: Mauricio Villamizar, Bibiana Taboada, César A. Giraldo, Olga Lucía Acosta, Germán Ávila, Laura Moisá y Leonardo Villar. | Foto: PRESIDENCIA / BANCO DE LA REPÚBLICA

Aunque Gustavo Petro y Donald Trump están en posiciones políticas opuestas, coinciden en varios aspectos y uno de ellos es su constante crítica a sus respectivos bancos centrales por no bajar las tasas de interés. Ambos sienten que quienes dirigen dichas entidades no están tomando decisiones técnicas, sino políticas, y que se rehúsan a recortar los tipos de interés para sabotear a sus Gobiernos.

Las críticas de Trump contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, se han vuelto personales. Lo llamó “numbskull” (cabeza hueca) y “stupid” (estúpido), entre otros calificativos. Ha dejado entrever que podría destituirlo o promover su salida antes del final de su mandato (mayo de 2026), aunque también ha manifestado lo contrario, generando incertidumbre y debate sobre la autonomía del banco central.

Petro, por su parte, ha dirigido críticas generales contra los codirectores del Banco de la República, aunque cada vez más apunta a dos de las integrantes femeninas de la junta sin mencionar sus nombres. Una de ellas es la reconocida experta en temas fiscales y de desarrollo Olga Lucía Acosta, nombrada por el propio mandatario a sugerencia de José Antonio Ocampo, su exministro de Hacienda.

Si bien no se conoce cómo vota cada uno de los siete codirectores, todo indica que ella se ha convertido en el contrapeso de los otros tres representantes de Petro en la junta: el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y los economistas Laura Moisá y César Giraldo, quienes han apoyado el pedido del Ejecutivo de seguir recortando las tasas de interés.

En su alocución del 5 de agosto, Petro criticó a Bibiana Taboada, codirectora nombrada en el Gobierno anterior, por ser hija de una “persona sub judice”. La madre de Taboada es Alicia Arango, quien trabajó en el Gobierno Uribe y hoy asesora a la candidata Vicky Dávila. Para Petro, eso pone en duda la imparcialidad de Taboada.

También lamentó haber elegido a Acosta –sin mencionarla por su nombre– y se refirió a ella al criticar a quienes “en foros internacionales hablan de igualdad y equidad, pero cuando llegan a la verdadera administración no ayudan a construir igualdad para los colombianos”. La referencia apunta a que Acosta trabajó en la Cepal y al hecho de que, para el mandatario, el Banco de la República está obstaculizando la reducción de la pobreza por mantener inalteradas las tasas de interés, fijadas en 9,25 por ciento desde abril.

Sin embargo, más allá de las críticas personales, el tema es que el presidente no solo está convencido de que la junta del Emisor está actuando con intereses políticos, sino que al no bajar las tasas busca beneficiar “a la cúpula de la pirámide económica”, que es la que invierte en títulos de deuda del Estado y, por eso, gana más si las tasas están altas.

El gerente del Emisor, Leonardo Villar, ha dicho varias veces que el actuar de la junta no es político, sino técnico, y en la pasada reunión de finales de julio, cuando decidieron de nuevo no mover las tasas de interés, argumentaron que, si bien la inflación ha bajado, aún es insuficiente. Llamó la atención que en el comunicado en el que anunciaron otro mes de estabilidad en las tasas de interés no se refirieron al creciente descuadre de las finanzas públicas, algo que desde hace un tiempo venía siendo señalado en los comunicados del Banco de la República a la hora de decidir sobre las tasas de interés.

munir jalilJefe de Investigaciones de BTG Pactual
Munir Jalil, jefe de Investigaciones económicas de BTG Pactual para la región Andina. | Foto: GUILLERMO TORRES-SEMANA

Expertos como Munir Jalil, jefe de Investigaciones Económicas de BTG Pactual para la región Andina, consideran que el Banco de la República debió ser mucho más claro al explicar por qué mantuvo sin cambios sus tasas de interés, lo que habría evitado suspicacias. No obstante, según su análisis, además de una inflación que bajó menos de lo esperado, la decisión también respondió al interés de evitar un recorte prematuro de tasas que, ante un giro negativo en el panorama, obligara luego a revertir la medida. A eso se sumarían los anuncios del proyecto de presupuesto de 2026, que volvieron a poner de manifiesto el deterioro fiscal.

Igualmente, Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, estima que la decisión del banco de pasar de realizar recortes de tasas de interés con un ritmo de 50 puntos básicos por reunión hasta octubre del año pasado a hacerlo más lento y después a quedarse quieto se debe a cuatro factores fundamentales. El primero, la inflación, que venía bajando bien, pero a partir de noviembre de 2024 y hasta mayo de 2025 se quedó alrededor de 5,20 por ciento. Aunque en junio la inflación total descendió a 4,82 por ciento, la básica, que no incluye alimentos ni regulados y que es la que mira el Banco, se quedó quieta.

alejandro reyesEconomista del BBVA Research
Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research. | Foto: OSCAR VANEGAS

El segundo factor, según Reyes, es el fiscal, pues las proyecciones de déficit han venido subiendo y no solo por menores ingresos, sino también por una decisión del Gobierno de gastar más.

El tercer factor estaría relacionado con la forma como se está recuperando la actividad económica en Colombia, con mucho consumo y poca inversión. Eso, sumado a un menor desempleo e incrementos salariales medianamente altos, podría generar un sobrecalentamiento de la demanda. El cuarto factor para el economista del BBVA tiene que ver con la elevada incertidumbre internacional, que hoy no se sabe para dónde va a jalar.

andrés langebaekDirector de Estudios del Grupo Bolívar
Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA

Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, también opina que el eje de la decisión de no mover las tasas de interés de intervención está en la situación fiscal, pues actualmente el país tiene el segundo déficit fiscal más grande en su historia. “Si a eso se le mete el fuego de bajar las tasas, se puede generar un caldo de cultivo para una rápida subida del dólar, lo que desbarajusta la economía y la meta de inflación”, precisa.

Felipe Campos, gerente de Inversión de Alianza Valores y Fiduciaria, señala que, además de que las expectativas de inflación siguen ubicándose por encima del 4 por ciento, lo que confirma el quinto año consecutivo sin cumplir la meta del 3 por ciento, es importante tener en cuenta que muchos otros bancos centrales también mantienen actualmente tasas de interés reales elevadas.

felipe camposGerente de Inversión de Alianza
Felipe Campos, gerente de Inversión de Alianza Valores y Fiduciaria. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

“Hasta hace ocho meses, Colombia bajaba la tasa de interés más rápido que México, pero esa dinámica se frenó porque en ese periodo el país prácticamente quebró la regla fiscal dos veces (con las transacciones de única vez y con la cláusula de escape). No se puede decir que el Emisor no haya querido bajar las tasas. Sí lo ha hecho, pero han ocurrido muchos sobresaltos fiscales; incluso cambió el ministro de Hacienda y todo eso genera riesgos”, puntualiza Campos.

Con respecto a la afirmación del presidente de que al no bajar las tasas de interés se está beneficiando a los ricos que invierten en títulos de deuda pública (TES), los expertos consultados señalan que dichos papeles se mueven más por las decisiones fiscales del Gobierno que por las del Banco de la República.

Hoy la tasa del Banco es del 9,25 por ciento, y el Gobierno está pagando hasta 12 por ciento por los TES. Los bonos de México y Brasil pagan la misma tasa que la de sus respectivos bancos centrales. Acá se reconocen 200 y hasta 300 puntos más por el riesgo fiscal del Gobierno”, reitera Campos. Por su parte, Reyes señala que los costos de los créditos de consumo, que son los que van a las personas y no a las empresas, han descendido, pues la tasa de usura, que es la que guía esos préstamos, ha bajado bastante. De hecho, hoy la tasa de interés de consumo en Colombia está por debajo del promedio de los últimos diez años.

Este es un panorama nada sencillo para los bancos centrales de Colombia y Estados Unidos, que tradicionalmente han tenido roces con sus jefes de Estado, pero que hoy más que nunca deben defender su independencia.