Finanzas Públicas
Gobierno cedió: ley de financiamiento solo irá por $16 billones; baja $10 billones el monto del Presupuesto 2026
En las comisiones económicas conjuntas se adelantó el debate a la carta financiera, que ha estado en el ojo del huracán, por ir amarrada a una ley de financiamiento que no tiene ambiente para ser aprobada.

Una de las sesiones que hacen parte del primer debate al Presupuesto General de la Nación para 2026 se cumplió este jueves 11 de septiembre, teniendo en cuenta que la fecha límite para aprobar o desaprobar el monto es el 15 de este mes.
Los recursos previstos inicialmente por el Gobierno eran de $ 556,9 billones, lo que —sin embargo— no generaba consenso entre los parlamentarios para proceder a la votación de dicha cifra, pues en el medio estaba la ley de financiamiento, por $ 26,3 billones. Esto generó una fuerte controversia, porque sería la más grande de la historia, en un momento complejo para las familias y las industrias.

El ministro de Hacienda, Germán Plazas, salió al ruedo y confirmó lo que ya se venía ventilando: el Gobierno, en busca de consensos, bajó del monto.
Luego de la verificación del cuórum decisorio, que, entre otras, en esta ocasión no tuvo ningún problema (lo tradicional es que falten los centavos para el peso, es decir, no hay forma de completar la mayoría de asistentes para deliberar y decidir), el funcionario hizo las sustentaciones.
Explicó las inflexibilidades que hay en el presupuesto, el cual, en un 91,4 % no tiene margen de cambio, pues se trata de gastos impajaritables.
Así, anunció lo que llamó buena noticia: bajar el monto en $ 10 billones, con lo cual, automáticamente, la ley de financiamiento propuesta iría solo por $ 16,3 billones.
¿Qué impuestos cambiarán?
En el proyecto de ley de financiamiento, según manifestó el ministro, revisarían temas de fuerte controversia, como el del IVA a la gasolina, alrededor del cual, múltiples voces han sustentado que se llevaría por delante la meta de mantener la inflación bajo control.
De igual manera, según mencionó el ministro Ávila, reconsiderarían los impuestos previstos para los juegos de suerte y azar y los licores.
Mantendrán las propuestas en materia de renta y patrimonio, pues tienen mucho que ver con la progresividad y el ataque a la desigualdad social.
Con respecto a otros puntos que han sido polémicos, el ministro Plazas aclaró que no se está gravando a los conciertos y espectáculos que están impulsando la economía por la vía del sector de entretenimiento. Esto, porque los impuestos previstos en ese sentido solo recaen sobre boletería superior a $ 500.000.

Una vez expuesta la propuesta del Gobierno, a través de la intervención del ministro Ávila, empezó el debate entre los congresistas.
Las posiciones se fueron decantando entre quienes no aceptan un recorte inferior al que sugiere el CARF ($ 45 billones); el que apunta a que el recorte sea el equivalente a la cifra que busca recaudar el Estado con la ley de financiamiento ($ 26 billones); los que definitivamente no aceptan nada, y los que respaldan la propuesta del Gobierno (recorte de $10 billones).