Agroexportaciones
Expertos de Bancolombia explican por qué el agro moderó su crecimiento en el segundo trimestre de 2025
Mientras el café se desacelera, la ganadería y las agroexportaciones impulsan la resiliencia del sector en medio de la incertidumbre internacional.

El sector agropecuario colombiano registró un crecimiento del 3,8% en el segundo trimestre de 2025, cifra menor al 6,8% del primer trimestre, según la radiografía sectorial más reciente. Aunque el agro no lideró el avance económico —superado por entretenimiento (7,5%) y comercio (5,6%)—, se mantiene como un motor clave apoyado tanto en el consumo interno como en las exportaciones.
La desaceleración estuvo marcada por el retroceso del PIB cafetero, que cayó 15,8% debido a atrasos en la cosecha generados por las lluvias y a la imposibilidad de sostener el repunte observado en 2024, cuando se alcanzó una producción de cerca de 14 millones de sacos. Aun así, en lo corrido del año, el café acumula un crecimiento del 6,4%.

En contraste, los cultivos diferentes al café tuvieron un desempeño positivo: caña de azúcar (19,9%), flores (11,2%), arroz (9%), cítricos (5,7%) y palma (5,3%) fueron los de mayor dinamismo. El arroz, sin embargo, enfrenta tensiones de precios que llevaron al Gobierno a fijar un régimen de libertad regulada para proteger a los productores.
La ganadería se consolidó como el rubro más consistente, con un crecimiento superior al 8% anual. Destacaron la producción de leche cruda (11,1%), huevos (9%), aves de corral (8,7%) y carne bovina (7,8%). Este buen desempeño responde, en buena medida, a la recuperación del consumo de los hogares y a un comercio minorista que creció 11% entre enero y mayo.

En el frente externo, la reconfiguración arancelaria en Estados Unidos abrió oportunidades para Colombia. Mientras Brasil enfrenta un gravamen del 50% sobre el café, los productos colombianos mantienen un arancel del 10%, lo que favoreció un aumento del 83% en las exportaciones de café verde a junio, además de repuntes en aguacate hass (28%), lima Tahití (16%) y gulupa (23%).
No obstante, persisten desafíos. El alza internacional de fertilizantes y la competencia por insumos como el fosfato, cada vez más demandado por la industria de vehículos eléctricos, presionan los costos de producción. Sumado a los riesgos de menor crecimiento global, el agro colombiano encara el reto de mantener su resiliencia en un entorno de alta incertidumbre.