Gobierno

Ejecución del Plan Desarrollo no llega ni al 50 % luego de tres años del gobierno Petro: estudio de la Universidad de San Buenaventura

Un informe de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la U. de San Buenaventura revela que el PND solo ha logrado una ejecución del 46,3 %.

8 de agosto de 2025, 3:45 p. m.
Si el PND fracasa, no solo pierde un gobierno, también se debilita la confianza ciudadana en que el Estado puede transformar el país.
Si el PND fracasa, no solo pierde un gobierno, también se debilita la confianza ciudadana en que el Estado puede transformar el país | Foto: Universidad San Buenaventura

A tres años de iniciado el mandato del presidente Gustavo Petro, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) presenta un avance del 46,3 %, de acuerdo con un informe de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá. La cifra es preocupante, considerando que ya ha transcurrido más del 60 % del periodo de gobierno.

“A este ritmo, Colombia llegaría a 2026 con apenas el 68 % del plan ejecutado. Eso quiere decir que uno de cada tres compromisos del Gobierno se quedaría en veremos”, advierte Julio Enrique Duarte, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la USB, y autor del informe.

La captura de Geovany Andrés Rojas, alias Araña, comenzó a las 8:15 p. m. del 12 de febrero y terminó a las 12:38 a. m. del día siguiente. La demora obedeció a las repetidas interrupciones de funcionarios del Gobierno de Gustavo Petro.
El presidente Gustavo Petro enfrenta cuestionamientos por el bajo avance en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo tras tres años de gobierno. | Foto: PRESIDENCIA

Sectores como Seguridad Humana (64,7 %) y Convergencia Regional (60,9 %) muestran avances considerables, mientras que Ordenamiento Territorial (40,5 %) y programas rurales como el Fondo de Tierras (0,71 %) y el riego intra-predial (4,1 %) evidencian un atraso crítico.

El manejo presupuestal es otro punto débil. Hasta mayo de 2025, solo se había comprometido el 41,2 % del presupuesto anual y la ejecución real estaba por debajo del 30 %. En Trabajo, Agricultura e Inclusión Social, los niveles de avance no superaban el 20 %. Además, persisten marcadas desigualdades regionales: mientras Antioquia y Bogotá superan el promedio nacional, departamentos como La Guajira y Chocó apenas alcanzan el 30 %.

Se resaltan algunos avances, pero sin gran impacto

En educación superior pública, por ejemplo, se han creado 123.400 nuevos cupos, lo que representa el 24 % de la meta. En energía renovable, ya se han instalado 2.031 megavatios, un 66,1 % del total esperado.

También se ha implementado un modelo de salud preventiva en el 52 % del país y hay proyectos de movilidad eléctrica avanzando en Bogotá, Medellín y Cali, con buen ritmo de contratación.

Pero en paralelo, el déficit fiscal para 2025 bordea el 7,1 % del PIB y la deuda pública llega al 61,3 %, lo que ha derivado en rebajas de calificación crediticia por parte de S&P y Moody’s. Actualmente, más del 137 % de lo que se invierte en obras o programas sociales se destina al pago de deuda.

Aunque hay logros en reducción de pobreza y empleo, las mejoras son parciales. La pobreza monetaria cayó al 31,8 % en 2024 y el desempleo bajó al 8,6 % en junio de 2025, pero el 59 % de los nuevos empleos son informales y persisten brechas significativas para jóvenes, mujeres y regiones apartadas.

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Aunque el desempleo nacional bajó al 8,6 %, la mayoría de los nuevos empleos son informales y persisten brechas en las regiones más apartadas. | Foto: Getty Images

El informe también advierte sobre la concentración de beneficios tributarios: el gasto tributario representa entre el 8,5 % y el 8,7 % del PIB, pero el 90 % de esos beneficios los reciben grandes empresas, dejando a las mipymes con una participación mínima.

En comparación con países vecinos, Colombia sigue rezagada en manejo fiscal y acceso al crédito, afectado por una tasa de interés de referencia del 9,25 % y una inflación cercana al 4,8 %. Esto dificulta el financiamiento para pequeños productores y emprendedores.

El análisis concluye que, de no acelerar el ritmo de ejecución, la subejecución podría superar los $ 110 billones, afectando no solo la economía, sino también la confianza ciudadana e internacional en la capacidad del Estado para cumplir sus promesas.

“Este bajo nivel de ejecución también daña la imagen del país frente a los organismos internacionales y los inversionistas. La pregunta que queda es: ¿el Estado puede cumplir lo que promete?”, afirma Duarte.