Contraloría
Contralor afirma que no dudará en aplicar control preferente si advierte uso irregular de plata pública en campañas electorales
En la convención bancaria en Cartagena, Carlos Hernán Rodríguez alertó sobre la situación fiscal y el menor recaudo, mientras que han identificado inconsistencias en declaraciones tributarias y aduaneras.
Baja ejecución del presupuesto y el país esperando obras. Ese es uno de los riesgos que expuso el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, al describir la situación fiscal que, a su juicio, es compleja y desafiante.
Por ello, en la 59 Convención Bancaria hizo un llamado para que se implementen las medidas necesarias para enfrentar los desafíos, de manera que el país pueda disponer de los recursos suficientes para impulsar la economía.
Por las elecciones
Aseguró que desde el control fiscal ha puesto en marcha un sistema de alertas sobre la contratación nacional que hace el Gobierno con los entes territoriales.
El foco estará puesto en los llamados convenios interadministrativos, que muchas veces se han prestado para que se hagan contratos sospechosos en época preelectoral.
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Allí, se detendrá la Contraloría para verificar que los recursos públicos no sean utilizados en financiar campañas electorales.
De hecho, el contralor manifestó que no le temblará la mano para utilizar el control preferente ―el que es autónomo e independiente de cualquier otra forma de vigilancia administrativa― para evitar que la plata pública, la cual es aportada por los colombianos que pagan impuestos, sean malversados.
Según el contralor, “hemos advertido que el cumplimiento del presupuesto de 2025 depende de múltiples variables claves: el crecimiento económico, la inflación y el recaudo tributario”.
Cada una de esas incertidumbres, según explicó Rodríguez, es inherente a toda vigencia presupuestal, pero se agravan en la actual coyuntura.
En tal sentido, arrancó por referirse a la no aprobación de la “ley de financiamiento”, que fue hundida en el Congreso de la República y era una pieza de 12 billones de pesos para la financiación del Estado, lo que obligó al Gobierno a decretar un presupuesto por 511 billones de pesos, cifra inferior a los 523 billones que se tenían en el proyecto original. En otras palabras, no hay manera de ocultar el desequilibrio de base.
Hay que recortar
Tras insistir en que la meta de recaudo tributario para 2025 es demasiado ambiciosa para ser cumplida, manifestó que se requiere hacer un recorte, y no tímido, sino de al menos 40 billones de pesos.
La cifra no sale del sombrero. Está relacionada con una simple operación matemática: si el crecimiento proyectado de la economía es de 6 % nominal, de dónde va a salir un ingreso tributario creciendo en 22,5 %.
Así, “según nuestras estimaciones, para lograr esta meta, la Dian tendría que obtener recursos adicionales cercanos a 40 billones”.
