Competitividad
Colombia avanza en equidad de género, gracias a la escolaridad de sus mujeres. Baja participación laboral femenina, su debilidad
En el ranking del Foro Económico Mundial sobre brechas de género, el país ocupó el puesto 41 entre 148 economías.
La paridad de género es una meta social de muchos países, pero cada vez más se convierte en una meta económica. La diversidad de pensamiento, conocimiento y experiencia que tienen los equipos de hombres y mujeres es clave en la resolución de problemas, el inicio de proyectos creativos y el impulso de la innovación. Según el Foro Económico Mundial (FEM), las economías que aprovechan todo el espectro de su talento y capital humano están mejor posicionadas para navegar en una era de transformación y acelerar la productividad y la prosperidad.
Por eso, la entidad mide cada año cómo va la brecha de género en 148 países y, con ello, hace un ranking. Allí, evalúa el avance de las mujeres en cuatro dimensiones clave: participación y oportunidad económica, logro educativo, salud y supervivencia, y empoderamiento político. Este año, la brecha de género global se cerró en 0,3 puntos porcentuales y se ubicó en 0,68. Cuando se obtiene un puntaje de 1 se asume que hay paridad total entre ambos géneros.
Basándose en la velocidad colectiva de progreso de las economías evaluadas, en el FEM estiman que tomará 123 años alcanzar la paridad total a nivel global.
Islandia, Finlandia y Noruega se mantienen como los tres países del mundo con mayor paridad de género, con un puntaje por encima de 0,86
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En América Latina y el Caribe, con una puntuación de 0,74, se registra un progreso rápido, tras avanzar 8,6 puntos porcentuales desde 2006. Todas las economías de la región han cerrado al menos el 50 % de su brecha económica.
El país de la región mejor ubicado en paridad de género, según el FEM, es Costa Rica, que ocupó el puesto 16 a nivel global, le siguen Nicaragua en el 18 y Chile en el 22. Colombia ocupa la posición 41, con una mejora de cuatro puestos frente a la medición del año pasado. Su puntaje es de 0,75, lo que representa una brecha de género de aproximadamente el 25%, es decir, las colombianas tienen un 25 % menos de probabilidades que los hombres de tener igualdad de oportunidades.
En lo que mejor le va a Colombia en materia de equidad de género es en el aspecto educativo, pues en este aspecto hay igualdad total tanto en niveles de alfabetismo, como en escolarización primaria, secundaria y terciaria. De hecho, se calcula que hoy en las universidades del país estudian más mujeres que hombres.
El segundo aspecto en el que el país se destaca es salud y supervivencia, pues la relación de sexos al nacer es igual (no hay preferencia para que nazcan más niños que niñas, como ocurre en otros países). Así mismo, las mujeres tienen una mejor expectativa de vida que los hombres.
Sin embargo, la gran falla de Colombia está en la participación de las mujeres en la economía. Su inclusión en la fuerza laboral es un 24 % menor en comparación con los hombres. Además, persisten brechas significativas, como la inequidad salarial en puestos equivalentes, la escasa representación femenina en cargos directivos tanto en el sector público como en el privado, y su limitada presencia en roles técnicos.
En materia de empoderamiento político, a Colombia le resta puntos que nunca ha tenido una mujer presidenta (algo que ya ocurrió en 15 países de América Latina) y no hay paridad de género en los cargos que son elegidos por votación popular.
Paralelamente, solo 20% de las juntas directivas de las empresas cuentan con mujeres, apenas el 22,4% de las compañías son propiedad mayoritaria de una mujer y únicamente 24,6 % de las firmas más grandes del país tienen en su cabeza a una mujer.
