Monedas
El teflón del dólar en Colombia: no se le pegan ni la incertidumbre política, ni la crisis económica, y sigue bajando
Pese a la amenaza de constituyente, intervención de EPS, problemas fiscales y bajo crecimiento, la tasa de cambio se mantiene por debajo de 3.800 pesos. Para algunos expertos, lo que viene es el regreso a los niveles previos a la pandemia.
Antes de la llegada del covid al país, los colombianos, que por más de una década se habían acostumbrado a un dólar barato, alrededor de los 2.000 pesos, a finales de 2015 tuvieron que empezar a multiplicar por tres cada vez que querían comprar el billete verde. Desde entonces, la divisa fluctuó entre 3.000 y 3.500 pesos. Sin embargo, la crisis sanitaria y el paro nacional de 2021 hicieron que la multiplicación se tuviera que hacer por cuatro.
Esa marcada devaluación tuvo diversos impactos en la vida de los colombianos y, por eso, las alarmas se encendieron aún más cuando la tasa de cambio rompió la barrera de los 5.000 pesos en noviembre de 2022. A partir de ahí, cualquier precio por debajo de ese nivel luce barato y, en especial, en momentos como el actual en los que confluyen diversos elementos que darían para disparar el precio de la divisa.
Las dificultades fiscales del Gobierno, la intervención de EPS, una economía que no despega, así como una elevada incertidumbre política, deberían ser factores devaluacionistas y poner en duda la fortaleza del peso colombiano. Sin embargo, en el último año se ubica como una de las monedas con mejor desempeño del mundo, al valorizarse 17,7 por ciento frente al dólar.
Tan solo en lo que va de abril, la tasa de cambio ha perdido 78 pesos y se sitúa en el nivel que para muchos expertos es de compra: por debajo de 3.800 pesos.
Tendencias
Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, explica que la valorización del peso colombiano está fundamentada en un contexto internacional de tranquilidad en los mercados, así como en el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos, algo que técnicamente se denomina carry trade. Esta es una estrategia financiera en la que un inversionista toma prestada una moneda con una tasa de interés baja (la de Estados Unidos) para financiar la compra de otra moneda con una tasa de interés más alta (la de Colombia). El objetivo principal del carry trade es aprovechar esa diferencia de tasas para obtener ganancias.
“Colombia sigue siendo muy atractiva en esa métrica. Básicamente, está en el top tres o top cinco de monedas más interesantes, acompañada de la lira turca y el peso argentino, países que tienen una situación sociopolítica muchísimo más convulsionada que la nuestra. Así, Colombia termina viéndose bastante bien en ese panorama global de carry trade”.
Édgar Jiménez, profesor de finanzas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, agrega que hay varias razones que mantienen el dólar ‘barato’, entre ellas la opa de Nutresa, que es un dinero que viene en dólares y necesita ser monetizado; la desaceleración de las importaciones, que hace que se demanden menos dólares, y, por supuesto, el comportamiento internacional del dólar, el cual se ha debilitado contra los pesos chileno, mexicano y el real brasileño.
Para los expertos, el mercado cambiario ya no se pone nervioso ante el contexto sociopolítico desde que el Gobierno perdió las mayorías en el Congreso, lo que hace que se consideren menos probables cambios extremos en el manejo económico.
En eso coincide Felipe Campos, gerente de Estrategia de Alianza Fiduciaria y Valores. En su concepto, el valor diferenciador del peso colombiano es que cuenta con unos activos duramente castigados y, aunque han subido de precio, aún siguen baratos, lo cual atrae a los inversionistas foráneos. “Los debates internos no lo son en el exterior y, por eso, si no hay cambios estructurales, los analistas de afuera ven a Colombia con buenos ojos”.
Para Campos, el regreso a una tasa de cambio de 3.500 pesos, el precio previo a la pandemia, es el nivel natural de Colombia en este entorno de apetito por Latinoamérica. “Así que eventualmente vamos a llegar allá. Nadie tiene el modelo con el día en que va a pasar, puede ser este año o el próximo, pero ese es el camino”, reitera.