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Panorama del carbón en Colombia: producción, precios, exportaciones y retos tributarios según Drummond

José Miguel Linares, presidente de la empresa minera, explica las razones por las cuales la compañía decidió reducir su producción este año, que estaba estimada en 30 millones de toneladas.

12 de julio de 2025, 4:00 a. m.
A José Miguel Linares, presidente de Drummond, le preocupa el manejo en el tema de las prórrogas, cuando hay reservas por más de 1.300 millones de toneladas.
A José Miguel Linares, presidente de Drummond, le preocupa el manejo en el tema de las prórrogas, cuando hay reservas por más de 1.300 millones de toneladas. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

SEMANA: ¿Cómo les fue el año pasado?

JOSÉ MIGUEL LINARES (J.M.L.): El año pasado, 2024, fue un año muy interesante. Tuvimos exportaciones por 30,2 millones de toneladas y una producción de 27,6 millones de toneladas. Fue en general un buen año y estuvo dentro de lo que teníamos presupuestado.

SEMANA: ¿Qué pasó con los precios? ¿Cómo se movieron?

J.M.L.: Los precios desde el año pasado ya vienen descendiendo, vienen en declive y eso es algo que estamos viendo aún más este año.

SEMANA: ¿Llegó a techos de cuánto?

J.M.L.: En 2022 llegó a más de 300 dólares la tonelada, veníamos de la época poscovid y llegó la guerra Rusia-Ucrania, con lo que se alcanzaron unos techos que nunca habíamos visto en la historia del carbón. Pero la realidad es que las empresas en Colombia vendemos por debajo del precio que dicen los índices. Y en ese momento muchas ventas estaban ya atadas a contratos de largo plazo, pero eso es algo que hoy en día cada vez se ve menos. Se vende más en el mercado spot. Los precios promedio del año pasado estuvieron oscilando alrededor de los 100 y 110 dólares la tonelada.

SEMANA: ¿Y para este año?

J.M.L.: Este año está más bajo. Es una de las preocupaciones que tenemos porque vemos que los precios continúan cayendo, en parte por una mayor oferta de carbón proveniente de otros países, y venimos con unos altos costos de producción. Por ejemplo, el incremento en las cargas fiscales en años recientes tiene un impacto directo en los costos de producción. Ahora tenemos, cuando hay determinados precios, sobretasas del 5 y del 10 por ciento, con un disparador de esa sobretasa en un rango de precios más bajos que el que había anteriormente. Y ahora con el impuesto del Catatumbo del 1 por ciento a las exportaciones, que también golpea bastante duro. Colombia tiene una tasa efectiva de tributación para el sector carbón más alta que prácticamente todos nuestros competidores. Y si miramos el government take (participación del Estado) que tiene el carbón, no son solamente los impuestos, sino que hay que incluir las regalías y la cláusula de precios altos que tienen nuestros contratos. Ya el margen es bajo, y en algunos momentos hay negocios que prácticamente no valen la pena porque están ofreciendo precios por debajo de todos estos costos que he venido mencionando. Adicionalmente, el gas con el cual generamos la energía en la mina también ha tenido importantes aumentos en los precios. También los explosivos que se utilizan en minería han ido al alza.

SEMANA: ¿Y esas fueron las razones por las cuales decidieron reducir la producción, como lo anunciaron?

J.M.L.: Sí, todo eso se junta. El aumento de la demanda de carbón en el mundo ha continuado; entonces, si bien esto es una oportunidad para el carbón y para el carbón colombiano que es recibido por su buena calidad, la mayor parte de ese aumento de demanda está en Asia y la distancia es grande. Tenemos que competir con otros países productores que están más cerca de Asia y también con unos costos de producción más baratos que los nuestros. Eso hace que, con los precios bajos, nos sea difícil competir. Por eso tenemos que ser altamente eficientes y ver cómo logramos seguir compitiendo.

Carbón.
Los precios del carbón han venido cayendo, en parte por una mayor oferta proveniente de otros países. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿De cuánto se está hablando en esa reducción de la producción?

J.M.L.: Estamos analizando los diferentes escenarios. Hasta el momento no hemos tenido que llegar a ninguna reducción de personal, sino que por el momento seguimos moviendo más estéril, más roca, preparando y dejando lista la producción de carbón y esperando momentos en que mejoren los precios. Pero por ahora no tenemos una cifra exacta que le pueda decir en términos de la reducción de la producción para este año, producción que estaba proyectada a finales del año pasado para unas 30 millones de toneladas, pero definitivamente serán menos.

SEMANA: Es una situación paradójica porque, como usted menciona, la demanda en el mundo viene aumentando…

J.M.L.: 2024 tuvo el más alto consumo de carbón en la historia de la humanidad y se proyecta que va a haber un crecimiento para este año, así sea mínimo, en un consumo de 8.700 millones de toneladas. Lo que se transa en el comercio internacional son solo cerca de 900 millones de toneladas, porque todo lo demás lo consumen los países productores internamente, en especial China, India e Indonesia. Por otro lado, con la guerra Rusia-Ucrania vinieron sanciones a Rusia, pero la realidad es que el carbón ruso se estaba vendiendo con precios bastante más bajos y ya muchos países sí le están comprando a Rusia.

SEMANA: Y ahora vienen los anuncios arancelarios del presidente Donald Trump. ¿Los golpea?

J.M.L.: No hemos visto ningún impacto para nosotros directamente en la parte de la venta, en la comercialización del carbón. Y estamos mirando partes y suministros que compramos o que traemos de Estados Unidos, para ver cómo nos puede impactar.

SEMANA: ¿Qué tanto han pesado en la decisión de reducir la producción los mensajes y las decisiones del Gobierno frente al sector?

J.M.L.: El tema tributario ha sido especialmente preocupante. Cuando uno mira las decisiones que comentamos antes, el aumento del porcentaje de autorretenciones, es algo que impacta muy duro en la caja de las empresas, porque cuando estamos trabajando con unos márgenes de utilidad tan pequeños y nos están prácticamente duplicando las autorretenciones, nos están quitando el capital de trabajo y en el futuro tendremos que pedir devoluciones. Entonces, ese tipo de medidas sí nos impacta seriamente. Esta es una industria donde no tenemos espacio para más cargas tributarias. Ante una situación de mercado difícil, uno esperaría apoyo en medidas por parte del Gobierno para una industria como esta, que durante tantos años ha sido el segundo renglón de exportaciones del país, que produce cientos de miles de empleos, que representa una actividad económica importantísima en las regiones, especialmente en el Cesar, en La Guajira y en el centro del país.

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Drummond tiene minas de carbón a cielo abierto en el departamento del Cesar | Foto: Cortesía Drummond

SEMANA: ¿Hasta cuándo van las prórrogas y qué pasaría en un escenario en donde un Código de Minas cambiara?

J.M.L.: Me parece aventurado porque no conocemos en este momento cuál sería el texto del Código de Minas que terminaría siendo aprobado. Sin embargo, es preocupante el manejo del tema de las prórrogas. Nosotros tenemos el contrato de La Loma que ya está en periodo de prórroga y va a terminar en 2039, pero hacia el futuro la gran mayoría de las reservas se encuentran en las concesiones de El Descanso y El Corozo, que todavía no han sido prorrogadas. Esos contratos terminan en 2032 y 2035, respectivamente, y tienen derecho a prórrogas, de acuerdo con el Código de Minas existente, por 30 años más. Lo más importante es que las reservas y los recursos están: hay más de 1.300 millones de toneladas que pueden generar recursos importantes no solo para la región, sino para el país. También hay preocupación en que hay más de 30 temas que lo que dice la ley es que luego serán reglamentados por el Gobierno. Entonces, ¿cómo será esa reglamentación? ¿En qué sentido? ¿Qué limitaciones? No lo conocemos.

SEMANA: ¿Qué impacto va a tener una disminución de producción en las regalías?

J.M.L.: No lo podemos medir todavía con exactitud porque no lo conocemos, pero el impacto va a ser importante, no solamente por la reducción de producción, sino por la reducción del precio. Ahí el impacto va a ser muy importante y creemos que la región lo va a sentir duro, desafortunadamente.

SEMANA: Se lo pregunto porque los recursos de la minería que van para las regalías deberían impulsar vocaciones productivas en las regiones…

J.M.L.: Lo que uno pensaría es cómo logramos que esta industria siga siendo importante y rentable, y que genere recursos que nos ayuden a que esas nuevas industrias surjan, a que esas nuevas industrias se consoliden. Muchas veces se ha creado esa falsa dicotomía que es carbón o agua, carbón o agricultura, y eso es totalmente falso, son totalmente compatibles.

SEMANA: ¿Cuánto ha pagado en sus 30 años de historia Drummond en regalías?

J.M.L.: Hasta 2024, si juntamos regalías y participación de precios altos, llevábamos 8.571 millones de dólares, esto es más o menos 31,2 billones de pesos. Si miramos cuánto hemos pagado en impuestos, tasas, contribuciones, concesiones, en fin, todas las distintas tasas, diferente a regalías y participación en precios altos, estamos hablando de cerca de 5.800 millones de dólares, que equivalen a unos 20,6 billones de pesos.

31,2 BILLONES de pesos ha pagado Drummond en 30 años por regalías y participación de precios altos.