Ranking Innovación / Tercer puesto
Innovación en salud: LaCardio crea aulas medicalizadas y proyectos tecnológicos pioneros en Colombia
Con este desarrollo, muchos pacientes menores de edad, que viven largas temporadas de hospitalización, pueden continuar y formalizar su proceso educativo.

Dicen que las crisis potencian las oportunidades. Actualmente, el sector salud atraviesa una situación compleja: dificultades en la prestación de servicios y en la entrega de medicamentos, sumadas a una coyuntura crítica en el ámbito financiero y operativo de las EPS.
Mientras el Congreso define el alcance de la reforma y el futuro del modelo de salud, varias instituciones ven en la innovación una vía esencial para optimizar su operación y acercarse más a los pacientes. Aunque suele asociarse con infraestructura, tecnología o patentes, la innovación va más allá.
Como asegura Juan Gabriel Cendales, director ejecutivo de LaCardio, una de las instituciones más reconocidas del país en materia de salud, la innovación también abarca aspectos humanos y sociales. Con ese objetivo crearon un programa académico para niños y jóvenes hospitalizados por largos periodos, iniciativa que este año la posicionó en el ranking de innovación de la Andi y Dinero.
“Hay niños que duran mucho tiempo en el hospital. Incluso se vuelven muy frágiles para estar en un ambiente escolar normal. Entonces, a través de alianzas con la Secretaría de Educación del Distrito y con el apoyo del Departamento de Pediatría, se estableció un área, en principio lúdica y luego académica”, explica Cendales.
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Se unieron cerca de 70 voluntarios profesionales con habilidades en pintura, lectura, teatro o marionetas, entre otras. Sin embargo, entendieron que había que formalizar el aspecto académico.
En consecuencia, los voluntarios migraron a pedagogos dentro del hospital, quienes trabajan con los niños y les diseñan un currículum para aquellos que, por ejemplo, duran seis meses esperando un corazón y otros tres recuperándose.
“Esto fue creciendo. Contamos con aliados que nos han enseñado sobre manejo de emociones en niños, pedagogía hospitalaria y actividades lúdicas para que todo tenga un sentido pedagógico”, afirma Cendales.
La alianza con entidades públicas busca formalizar la situación académica de estos estudiantes y garantizar que su educación continúe.
El primer bachillerJulián David Ordóñez y Thiago Mesa Richie, de 16 y 7 años, respectivamente, son dos de los beneficiarios de las aulas medicalizadas de LaCardio.
Julián cursó primaria y secundaria con la clínica. Ya está en grado once y esperaba indicaciones para presentar las pruebas del Icfes, dado que por su condición de salud no puede asistir a un colegio regular.
Sus clases son híbridas. Su familia considera que estudiar es básico para su estado de ánimo. Julián aspira a estudiar Medicina aprovechando lo aprendido en LaCardio.
Thiago va en segundo de primaria y tiene muy baja estatura –es del tamaño de un bebé–, lo que impide que pueda ir a un colegio convencional. Su mamá agradece poder mantenerlo escolarizado, pues ha mejorado en lectoescritura y confianza.
Carlos Cortés, pedagogo del proyecto, afirma que la educación es un derecho al igual que la salud y que buscan expandir las aulas medicalizadas.
En Colombia, solo otra institución hospitalaria en Pasto cuenta con un modelo similar. La meta es replicar la iniciativa y ser referencia para otras clínicas.
Este programa forma parte de LaCardio Crea, estrategia de innovación de la institución. El hospital cuenta con 70 movilizadores de innovación entre enfermeras, médicos, administradores y gerentes. “Están en permanente capacitación”, precisa Cendales.
Crearon una innovatón, donde los colaboradores presentan ideas y buscan recursos, similar a Shark Tank. Otros frentes incluyen impresión 3D para preparar cirugías con modelos tridimensionales y gemelo digital para evaluar riesgos cardiovasculares, con datos de más de 5.000 pacientes.
Otro proyecto, en alianza con la Universidad del Rosario, usa inteligencia artificial y electrodos para predecir caídas de pacientes.
En medio de la crisis, LaCardio mantiene una estabilidad financiera que le permite innovar. “Hay que democratizar más la innovación”, recomienda Cendales.