Madera
Fedemaderas dice que extorsiones, narcotráfico y minería ilegal están poniendo en riesgo el empleo y la seguridad de miles de familias
Extorsiones, narcotráfico y minería ilegal frenan el desarrollo productivo, afectan el empleo y ponen en riesgo las exportaciones hacia mercados internacionales.

La red forestal y de la madera en Colombia atraviesa un momento crítico debido a la creciente inseguridad en distintas regiones del país. Extorsiones en el Magdalena, control de grupos armados en Caquetá y Guaviare, narcotráfico en el Cauca y minería ilegal en Antioquia son algunas de las amenazas que hoy paralizan la actividad productiva del sector.
De acuerdo con la Federación Nacional de Industriales de la Madera (Fedemaderas), la falta de control institucional y la respuesta limitada de las autoridades han agravado la situación, generando pérdidas económicas, reducción del empleo y la salida de inversionistas internacionales que habían apostado por proyectos sostenibles en el país.

Uno de los casos más delicados ocurre en el Magdalena, en la región de Sabanas de San Ángel, donde más de 300 empleos directos se han visto afectados tras la suspensión de operaciones forestales por amenazas contra trabajadores y empresarios.
En paralelo, los Núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad en Guaviare, Meta y Caquetá, que benefician a más de 3.000 familias, se encuentran prácticamente paralizados por la falta de garantías de seguridad en los territorios.
La inseguridad también impacta las exportaciones. En lo corrido de 2025, Colombia ha enviado a la India USD 2,1 millones en productos de madera, de los cuales un 90% corresponde a Teca. Sin embargo, la cifra podría caer a menos de la mitad, cuando en 2023 se exportaban casi USD 4 millones.
Además, en Antioquia —departamento que concentra el 70 % de las plantaciones forestales comerciales de la región Andina— los cultivos y patrimonios forestales están en riesgo, pues trabajadores y empresarios han recibido amenazas que impiden el normal desarrollo de sus labores.

El sector insiste en que la solución pasa por fortalecer la seguridad en las zonas productivas, antes incluso de resolver las trabas administrativas que frenan la actividad exportadora. Según el gremio, la situación ha sido planteada ante la Fuerza Pública y autoridades locales, aunque las respuestas hasta ahora han sido limitadas.
Mientras tanto, el futuro de la red forestal y de la madera sigue en suspenso. Sin condiciones de seguridad, advierten los industriales, será imposible consolidar el aporte del sector a la bioeconomía nacional y al desarrollo regional.