Ranking Innovación / Cuarto puesto
De residuo a superalimento: así transforma Alsec el lactosuero en proteína para nutrición y salud
Esta firma paisa es la única pyme entre las empresas más innovadoras de Colombia, montó una planta para sustituir las importaciones de proteína láctea.

Tras identificar una problemática que afecta al sector lácteo, ingenieros y científicos de la pyme paisa Alsec (Alimentos Secos) enfocaron sus esfuerzos en una nueva línea de negocios que les permitió mantenerse entre las empresas más innovadoras de Colombia.
Alsec nació en 2015 del espíritu emprendedor y tecnológico del ingeniero mecánico Mauricio Vargas, quien desde que estaba en la universidad se propuso utilizar su conocimiento para resolver problemas de la sociedad.
Su foco ha estado en la producción de insumos para la industria alimentaria, que aportan ingredientes capaces de prevenir o contrarrestar enfermedades como la obesidad o la desnutrición. Por ejemplo, para reducir el sobrepeso, desarrollaron una mezcla de grasas vegetales en polvo que, al incorporarse en la industria panadera, disminuye el contenido de grasas hasta en un 65 por ciento. Se llama Easy Gras y la tienen patentada.
Han trabajado con el ICBF y con Ingredion (la empresa que fabrica la bienestarina) en un proceso para el cual proveen tres ingredientes. “La bienestarina no tenía omega-3 y nosotros desarrollamos un omega-3, del cual tenemos una patente, que cuesta una tercera parte de lo que vale el importado. El omega-3 es clave porque ayuda al desarrollo cerebral de los niños”, explica Vargas.
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Igualmente, durante la pandemia crearon unas moléculas que, al incorporarse en los alimentos, permiten inhibir el covid, y ganaron una convocatoria de la Nasa destinada al desarrollo de alimentos para astronautas.

Hace un poco más de cuatro años, los investigadores de Alsec empezaron a pensar qué podían hacer para enfrentar una problemática que viven los fabricantes de quesos y que tiene varios impactos. Por cada litro de leche que se destina a hacer queso, entre el 80 y el 85 por ciento se convierte en suero, que es un subproducto con muchas propiedades, pero que es descartado.
Si ese lactosuero no se dispone bien, puede contaminar millones de litros de agua. Se estima que un litro de lactosuero contamina mil litros de agua, a la vez que implica un terrible desperdicio en un país que tiene más de 500.000 niños con problemas de inseguridad alimentaria, al tiempo que 17.000 enfrentan desnutrición aguda y crónica.
A eso se suma una industria alimentaria que no tiene la capacidad de autoabastecerse de proteína láctea en polvo, la cual se utiliza en cientos de productos, pero que Colombia debe importar.
Todo lo anterior motivó al equipo de Alsec a desarrollar una planta, única en América Latina, que tiene la capacidad de capturar ese lactosuero y fraccionarlo a través de nanotecnología, con el objetivo de producir una proteína de alta calidad y de mayor bioabsorción que las que se encuentran actualmente en el mercado.
“Es una innovación con impacto en las dimensiones ambiental, nutricional, industrial y de oferta de valor para los campesinos, porque ubicamos la planta en la cuenca láctea más grande de Colombia y les compramos lactosuero a las pequeñas queseras”, comenta Vargas.
La nueva planta de Alsec se encuentra en el corregimiento Llanos de Cuivá, ubicado entre Yarumal y Santa Rosa de Osos (Antioquia).

Ebitda y nutracéuticos
Las estadísticas de Alsec indican que al comprarles el lactosuero a las pequeñas queseras, han logrado mejorar su Ebitda en dos puntos. Asimismo, los clientes que les compran su proteína de alta bioabsorción la están utilizando para elaborar nutracéuticos, que son alimentos que proporcionan beneficios para la salud más allá de su valor nutricional básico. Dichos productos contienen sustancias bioactivas con efectos terapéuticos y se utilizan para complementar la dieta, ayudar a prevenir enfermedades o mejorar la calidad de vida.
Uno de los clientes de Alsec en este frente es Alpina, que justamente está usando esa proteína láctea para fabricar un competidor del Ensure. Vargas señala que también están trabajando en un proyecto con Comfama y el ICBF para desarrollar alimentos, cuyo ingrediente principal es su proteína de lactosuero.
La nueva planta de Alsec, empresa que emplea a 170 personas, es el resultado de una mezcla entre tecnologías propias y del exterior. Esta compañía cuenta actualmente con 17 patentes, de las cuales tres fueron desarrolladas para este proyecto. La planta inició operaciones a mediados de marzo de este año y ya lleva más de 10 millones de litros de lactosuero procesados.

Sumado a las proteínas, producen otros ingredientes como crema de leche y mantequilla en polvo, al tiempo que se preparan para fabricar caseinatos (sales derivadas de la proteína de la leche usadas por la industria alimentaria para mejorar la textura y la cremosidad, y ayudar a mezclar grasas y agua), bases lácteas e hidrolizados de proteína, que son productos de biotecnología que se utilizan para alimentar mediante sonda gástrica a las personas que están en una UCI.
“Esas personas necesitan las moléculas de mayor bioabsorción nutricional y lo que se hace es fraccionar la proteína para que el paciente pueda absorber esos aminoácidos y esa proteína de la mejor manera”, precisa Vargas, quien está convencido de que con esta nueva apuesta de Alsec están cambiando paradigmas.
Este tipo de plantas solo se encuentran en Estados Unidos y Europa, que es desde donde se importa proteína láctea para la industria alimentaria local. Actualmente, la planta de Llanos de Cuivá tiene una capacidad para sustituir cerca del 60 por ciento de las importaciones del país, aunque está diseñada para duplicar sus capacidades y a futuro lograr el autosuministro, algo vital en momentos en que el comercio exterior enfrenta numerosos riesgos, a lo que se le suma la volatilidad cambiaria.

Además de la industria de alimentos, en Colombia hay una creciente cadena de suplementación, que demanda proteínas y que está enfocada en atender a los deportistas que quieren ganar masa muscular y en niños desnutridos, que pierden peso de manera acelerada. Vargas señala que en el país muchos menores consumen demasiados carbohidratos y poca proteína, porque esta es costosísima.
“Con ciencia, tecnología e innovación podemos cambiar las realidades, muy a propósito de la fragmentación que hoy enfrentamos como sociedad, donde al parecer la premisa es dividir. Me atrevo a decir que lo que tenemos que hacer es unirnos para entre todos encontrar las capacidades y poder crear el mundo que nos merecemos y que necesitamos”, concluye el empresario.