Entrevista
Alpina se le mete al rancho al ‘Ensure’. Entró a jugar duro en los suplementos nutricionales
Ernesto Fajardo, presidente de este grupo empresarial, hace un balance de su operación internacional y explica los nuevos negocios de la marca colombiana.
SEMANA: ¿Cómo ha estado 2024 para Alpina?
ERNESTO FAJARDO: A medida que han cedido la inflación y las tasas de interés, que lo han hecho más lentamente de lo que esperábamos, el consumo se ha venido recuperando. Este año ha sido mejor y creo que 2025 también lo será (La empresa informó que de enero a septiembre de 2024 vendió 1,56 billones de pesos, 5,7% menos que un año atrás).
SEMANA: La caída en la inflación de alimentos, ¿les ha permitido ajustar un poco sus precios a la baja o ya eso es muy complicado por otras variables como salarios y servicios públicos?
E.F.: Por la inflación y el dólar que ha estado más estable, este año efectivamente los precios no han cambiado mucho, además a medida que sube el salario, pero no los precios, se recupera un poco la capacidad adquisitiva y eso también promueve que la gente vuelva a sus mismos hábitos de consumo.
Tendencias
SEMANA: ¿Ese mismo fenómeno lo han sentido en los otros países donde operan?
E.F.: Muchos de esos factores que se están viviendo acá se han vivido en todas partes. En Estados Unidos, la inflación también fue importante en los últimos tres años y afectó el consumo de algunos productos. La diferencia con Colombia es que allá empezó a ceder un poco más rápido y la economía se recuperó también más rápido. En Estados Unidos tenemos un negocio de valor agregado, es decir, que vendemos leche orgánica, que tiene un mayor costo. Por eso, inicialmente se vio impactada, pero también empezó a recuperarse más rápido Allá, hoy crecemos alrededor del 6% en esa leche, lo que es también consecuencia de una tendencia que tiene que ver con la reducción del consumo de las bebidas a base de proteína vegetal (como almendra y soya).
SEMANA: ¿Y cómo van en el Ecuador con los duros racionamientos de energía que tienen allá?
E.F.: Más allá del impacto en las operaciones, el racionamiento es duro para productos como los nuestros, que son perecederos. Cuando la luz se va, no hay refrigeración y eso afecta a toda la cadena. La gente no compra tanto porque los productos se les pueden dañar. Para nosotros en términos de las plantas es más manejable porque tenemos varias formas diferentes de generar energía, además tenemos unos productos que requieren menos refrigeración porque son larga vida.
SEMANA: ¿Y en Ecuador tienen una participación de mercado tan significativa como la de Colombia?
E.F.: Allá somos la compañía número tres en bebidas y venimos creciendo. Hemos hecho una cantidad de lanzamientos en los negocios de quesos y de yogures, pero eso se ha disminuido un poco por los problemas con la energía. En general la marca es muy querida en Ecuador.
SEMANA: Ustedes también están Venezuela, ¿cómo va allá el negocio?
E.F.: Hemos estado en Venezuela desde hace muchos años, nunca nos hemos ido. En los últimos 18 meses veníamos sintiendo una mejora en la demanda y habíamos reactivado la planta que tenemos allá. Venimos creciendo, pero estamos a la espera de lo que suceda en el vecino país.
SEMANA: ¿Y todo lo que venden en Venezuela lo producen allá o pueden exportar desde acá?
E.F.: Algunos productos los llevamos desde Colombia, como helados (no con nuestra marca, sino los que hacemos para McDonald’s), yogures y quesos. De hecho, en algún momento exportábamos casi todo, pero volvimos a abrir la planta. Venezuela viene creciendo más lentamente, se viene recuperando poco a poco.
SEMANA: ¿Y en qué otros países están?
E.F.: Tenemos plantas en Colombia, Ecuador, Estados Unidos y Venezuela y exportamos a Canadá, México, Centroamérica y España. Inclusive en este último estamos empezando a hacer unos pinos para producir localmente con maquilas.
SEMANA: ¿Tienen en la mira algún otro país?
E.F.: Siempre hay oportunidades, pero hemos hecho unas inversiones importantes que estamos desarrollando, como la de Estados Unidos. Fueron unos 270 millones de dólares en una empresa californiana que está creciendo. Es la número uno en el norte de ese estado y tenemos que crecer en el sur de California. Por lo tanto, el foco es tratar de tener una mejor posición en ese mercado antes que irnos a otro país. California tiene todavía mucho espacio para una compañía como la de nosotros, que se llama Clover, que es una marca de mucho tiempo.
SEMANA: ¿Ese mercado de leche orgánica, lo considerarían para Colombia?
E.F.: En Colombia nuestro ganado, en la gran mayoría de los casos, no está en establo sino suelto comiendo pasto y eso se acerca muchísimo a lo que se considera leche orgánica, por ende, no se justifica vender leche acá con esas características. En Estados Unidos hay gran diferencia en la dieta de las vacas, por eso la orgánica se considera con valor agregado. Además, hay una certificación del Departamento de Agricultura que no solamente ve qué come la vaca, sino cuántas horas está suelta al día o qué medicamentos se le administran.
SEMANA: Ahora hablemos de la diversificación no de geografía, sino de líneas de negocios, ¿Por qué compraron Boydorr y qué hace esa empresa?
E.F.: Nosotros como compañía de consumo masivo estamos transformando una materia prima como la leche en diferentes productos, por ejemplo, usando su proteína para suplementos alimenticios. Por eso, desde hace tiempo empezamos a mirar los productos funcionales como puede ser un Regeneris o un Yox y de ahí pasamos a los nutracéuticos, que son los que necesita tomar o comer una persona que no puede alimentarse normalmente. Son para personas que requieren cierto tipo de vitaminas o minerales y hay compañías que vienen avanzando en esa oferta. Una de ellas, que habíamos visto hace tiempo, era un emprendimiento colombiano llamado Boydorr que hace alimentos para uso médico especial y que se utiliza en hospitales.
SEMANA: ¿Se trata de una competencia del ‘Ensure’, que es además uno de los productos más recobrados en el sistema de salud?
E.F.: Sí es el gran competidor y la razón por la que lo recobran tanto es que cuando uno tiene alguna enfermedad, no solo se necesitan medicamentos, sino también una recuperación nutritiva y eso está relacionado con la alimentación. Entonces, por ejemplo, en un tratamiento de cáncer, en una recuperación tras quimioterapia, es clave lo que se pueda comer. Lo mismo para personas con diabetes o con problemas en el riñón. Estos son productos hospitalarios, pero cuando a la gente la dan de alta, igual tienen que mantener regímenes de alimentación especiales. Nuestra diferencia con Ensure, es que su producto se puede usar para muchas necesidades y el nuestro ofrece productos para necesidades específicas, como las oncológicas. Ahí conectamos la capacidad de Boydorr para hacer esos productos y la nuestra para convertirlos en un producto que la gente pueda utilizar también en el día a día. Lo primero fue el desarrollo de los líquidos, dado que Boydorr solo producía en polvo. Eso implicó un trabajo en nuestras plantas, pues es una tecnología que no estaba en el país. Abbott, la multinacional dueña de Ensure, debe importar la presentación líquida. Desde hace unos seis meses pudimos fabricar el primer producto hecho en Colombia y se están empezando a vender en droguerías.
SEMANA: ¿Aún no han llegado a las góndolas de los supermercados?
E.F.: Eventualmente, por ahora solo en droguerías. Para nosotros ha sido un crecimiento muy interesante porque es una innovación que usa a la leche como materia prima, metiéndole mucho más valor agregado y eso es lo hacemos nosotros: buscarle nuevos mercados a la leche.
SEMANA: Como es producido aquí, ¿es más económico que la competencia?
E.F.: Las diferencias no son de precios sino de la capacidad del producto. Le apuntamos a esa persona con cáncer que no se puede ni levantar de la silla porque no tiene energía o que necesita prepararse para la siguiente quimioterapia. Ese que no es un snack, sino algo que se necesita. Son productos muy especializados, hechos para personas que tienen enfermedades; pero también a medida que uno va envejeciendo aparecen ciertas necesidades nutricionales.
SEMANA: Claro ese mercado que busca tener una vejez más sana está al alza…
E.F.: Sí, por un tema de prevención. En nuestro caso vamos con el respaldo de médicos, que lo recetan porque está certificado y con registro Invima. Es más, acabamos de lograr el registro de un producto para niños con ciertos problemas.
SEMANA: ¿En estos productos aparece la marca Alpina?
E.F.: No, solo aparece Boydorr, que si bien en el consumo masivo no se conoce mucho, sí es reconocida por los pacientes. Durante los últimos tres años esta marca se ha triplicado. Sus fundadores, que decidieron competir contra multinacionales, crearon este emprendimiento porque en su pasado trabajaron en esas compañías.
SEMANA: ¿Hay otros nichos de negocio en los que les gustaría entrar?
E.F.: El tema de alimentación es gigante y nosotros estamos más pensando en nutrición. Toda la vida hemos hecho diferentes productos porque no a todo el mundo le gusta tomarse el mismo vaso de leche o el mismo yogur. Ahora nos estiramos un poquito más con Boydorr, con los nutracéuticos, que ya es un nivel adicional de especialización. A medida que va envejeciendo la población se ven nuevas necesidades, lo que nos dará oportunidades grandes dentro y fuera de Colombia.