Cápsula
La nueva ola del consumo joven en Colombia: tecnología, moda y entretenimiento dominan las preferencias
En un país donde el gasto de los hogares alcanzó niveles récord, la población joven impulsa un cambio en los hábitos de consumo priorizando la digitalización.
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El comportamiento de consumo en Colombia está experimentando una transformación profunda liderada por jóvenes entre los 15 y 30 años, quienes en los próximos cinco años representarán cerca de un tercio de la población económicamente activa.
Esta generación está modificando la forma de gastar, trabajar y relacionarse con el sistema financiero, reflejando una preferencia clara por las experiencias, la tecnología y los servicios digitales.
Según cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia, el consumo de los hogares alcanzó en 2025 el 77 % del PIB, el nivel más alto en dos décadas. Este aumento ha sido impulsado por una mejora en los ingresos laborales, la reducción de precios en bienes durables y un entorno global incierto que motiva a muchos a consumir en el presente antes que postergar sus decisiones de compra.
Más allá de los números, se trata también de un cambio cultural, pues muchos jóvenes han optado por el autoempleo y una flexibilidad laboral, privilegiando la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar y disfrutar experiencias inmediatas sobre las decisiones financieras de largo plazo, como la compra de vivienda.

En línea con su vida digital, los jóvenes recurren cada vez más a canales virtuales y demandan productos más personalizados. En línea con lo anterior, según datos de la Superintendencia Financiera de Colombia, la participación de los canales no presenciales en el ecosistema financiero pasó de 32 % en 2009 a 82 % en 2024 sobre el total de operaciones, mientras que los canales presenciales cayeron de 68 % a 18 % en el mismo periodo.
Datos de Raddar y de EY, el gasto de los jóvenes se concentra en moda, entretenimiento y tecnología. También destacan su preferencia por experiencias presenciales como conciertos, festivales o planes gastronómicos, que combinan con herramientas digitales como compras en línea y pagos sin contacto. Además, ambos estudios destacan que esta generación muestra una mayor disposición por productos y servicios sostenibles y éticos.