Economía
“Vamos a mitad de camino y se nos acaba el tiempo”, la alerta de las empresas de renovables para evitar déficit de energía
SER Colombia, el gremio que agrupa a las firmas que desarrollan los proyectos de renovables no convencionales, advierte que casi la mitad de las compañías no lograron concretar sus inversiones en 2024.
El sector de energía eléctrica pasa por uno de sus momentos más complejos. Por una parte, la amenaza de un posible racionamiento por el no pago de recursos que les debe el Gobierno a las distribuidoras de energía, está latente, lo que los expertos han llamado un “apagón financiero”.
Además, hay preocupación porque en los próximos años se puedan cruzar las curvas de oferta y demanda, que podría llevar al sistema a un mayor estrés que conduciría a revivir los cortes de energía que tuvo el país a principios de los años 90. Y persiste la expectativa sobre el desarrollo de una subasta de reconfiguración, pero a la espera de un proceso adicional para proyectos nuevos que permitan atender la demanda creciente.
En medio de esta situación, las empresas del sector de energías renovables no convencionales, como las solares o eólicas, advirtieron una situación compleja frente al desarrollo de sus proyectos.
“Vamos a mitad de camino y se nos acaba el tiempo, las renovables son parte de la solución para evitar el déficit que el Gobierno Nacional ha calculado para 2027. Las energías renovables son imprescindibles y complementarias a otras fuentes de energía, porque ayudan a atender la demanda en el corto plazo, debido a la rapidez de su construcción, luego de surtir los trámites”, manifestó Alexandra Hernández, presidenta ejecutiva de SER Colombia, la Asociación de Energías Renovables de Colombia, gremio que agrupa a las compañías de este sector.
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Esta organización realizó una encuesta de percepción entre sus afiliadas, y encontró que el 47% de las empresas no logró concretar sus inversiones en 2024. Para ellas, tres razones identifican las principales causas.
La primera, retrasos en la obtención de permisos ambientales y técnicos necesarios para iniciar construcción, incluyendo licencias ambientales, consultas previas, conexiones y trámites con operadores de red. La segunda, demoras para la adjudicación de puntos de conexión; y la tercera, incertidumbre en la seguridad jurídica y estabilidad regulatoria para la inversión en el país.
En particular, en el tema de trámites, en el portafolio total de 134 proyectos del periodo 2025 – 2027 monitoreados, SER Colombia identificó 71 proyectos (53%) con 178 trámites pendientes. El 59% de los que están en curso son ambientales, esto representa 3.305 megavatios, ante la ANLA y/o las Corporaciones Autónomas Regionales.
La otra cara de la moneda es que, a pesar de esta compleja situación, las energías renovables continúan su avance en 2025, pues con 500 millones de dólares de inversión privada, 670 megavatios en 19 nuevos proyectos de mediana y gran escala, iniciarán operación este año. Dos proyectos que representan 30 megavatios se pusieron en marcha en enero y 640 megavatios (de 17 proyectos) están en construcción, de acuerdo con SER Colombia.
“En 2025 las Fuentes No Convencionales de Energías Renovables-FNCER, alcanzarán el 12% de participación en la capacidad de generación de energía eléctrica del país. Sumarán 2.550 megavatios en proyectos de mediana escala, el equivalente al consumo de 6,8 millones de colombianos, una población como la de Bogotá”, explicó Hernández.
En este panorama, dos departamentos y una región son claves: Cundinamarca con el 46% de la nueva capacidad (310 megavatios) en dos proyectos en construcción en Guaduas y Paratebueno; Tolima con el 27% del portafolio (180 megavatios) con tres proyectos ubicados en Ibagué, Purificación y Saldaña y la Región Caribe (Atlántico, Bolívar, Córdoba, Sucre) que albergará el 21% de los proyectos (140 megavatios).
El desarrollo de proyectos de 2025 significará aproximadamente 6.000 nuevos empleos; 3,7 billones de pesos en aportes a la nación, las regiones y el mercado eléctrico, durante su vida útil; inversión de origen diverso: Suecia, España, Francia, Chile, Reino Unido, Alemania, China, entre otras; mayor competencia con la entrada de nuevas empresas; la reducción de 1,1 millones de toneladas de CO2 anuales y energía competitiva y asequible en el mediano plazo, explicó el gremio.
Hace unos días, SER Colombia, en una entrevista con SEMANA, aseguró que el 2024 cerró con 71 proyectos de mediana y gran escala los cuales suman 1.881 megavatios, permitiendo pasar del 2,5% a representar el 10% de la capacidad total de generación de energía eléctrica del país.
“Sigue siendo un desafío hacer realidad los proyectos en La Guajira, ya que, de 17 proyectos de energía renovables monitoreados en esta región, 8 se han suspendido y los 9 restantes todos eólicos siguen en trámites (licencias, consultas, etc.), ya tienen un retraso de 2 años y si logran avanzar en su desarrollo, su puesta en marcha sería hacia el 2027 en adelante. Para Colombia es una mala noticia la salida de inversionistas porque lesiona la confianza de los nuevos y aumenta la incertidumbre de los que quedan en el país y la expedición de estas normas empeora la situación”, afirmó el gremio.
El gremio ha planteado la necesidad de generar un ambiente que estimule la inversión en energías renovables, favoreciendo la rapidez en la entrada de proyectos, y propuso acciones concretas. Por ejemplo, fortalecer la articulación y seguimiento a proyectos desde el alto gobierno nacional, para el cumplimiento de los tiempos normativos de trámites, el fortalecimiento institucional requerido, y la unificación de procesos e interpretaciones normativas.
También reconsiderar la regulación recientemente expedida de intervención a la bolsa de energía y al cargo por confiabilidad: esto restringe la bancarización de los proyectos, dificultando su cierre financiero y la competitividad frente a otras tecnologías ya consolidadas.
SER Colombia planteó habilitar regulatoriamente subastas de contratos a largo plazo para FNCER y reconocer, en el cargo por confiabilidad, su complementariedad con otras fuentes de energía. Así mismo, complementar reglamentación del proceso de coexistencia con hidrocarburos y minería, en caso de desacuerdo entre partes.
Puso sobre la mesa expedir términos de referencia para estudios ambientales y requisitos de licencias, acordes con la realidad FNCER, y aprobar la titularización y comercialización de los incentivos tributarios de la ley. Además, expedir una nueva norma para desviaciones operativas en el despacho centralizado, acordes con la realidad de los parques FNCER colombianos.
“Superar los cuellos de botella que enfrenta el sector es crucial para garantizar la entrada en operación de los proyectos renovables y, por ende, avanzar en la diversificación de la oferta de energía colombiana con recursos renovables y no renovables que se complementan entre sí”, concluyó el gremio.