PIB
Así se comportarán la industria, el comercio, la construcción, el entretenimiento, el agro y el sector mineroenergético en 2025
Los juegos de suerte y azar, así como los conciertos, seguirían siendo actividades claves para la economía. Por el contrario, manufactura y minería continuarían como las cenicientas del crecimiento en 2025.
Industria, año para la reactivación
El 2024 arrancó con registros negativos en numerosos sectores económicos, pero poco a poco varios empezaron a salir a flote. Sin embargo, una de las grandes excepciones fue la industria manufacturera, que, aun cuando tuvo un leve repunte en los últimos meses, cerró en negativo.
En Bancolombia y Corficolombiana estiman que ese descenso fue 2,3 por ciento en todo el año pasado, derivado de las mayores tasas de interés y de la débil demanda interna de bienes durables, especialmente en industrias como la metalurgia y la fabricación de muebles.
Para 2025 prevén que la actividad manufacturera crezca entre 1,2 y 1,3 por ciento, lo que implica que no sería uno de los motores de la economía nacional.
“Este comportamiento estaría alineado con la mejora prevista en la inversión en maquinaria y equipo, así como con las mejores perspectivas de inversión en los próximos 12 meses, según la Encuesta mensual de expectativas económicas, del Banco de la República. Además, la reducción de la inflación y de las tasas de interés favorecerían una mayor dinamización de otras actividades económicas (como la construcción) y el gasto de los hogares, lo que impulsaría la reactivación de la demanda por productos manufactureros”, sostiene un informe de proyecciones de Corficolombiana.
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La industria manufacturera, que representa cerca del 30 por ciento de la demanda del país de servicios como energía, gas y agua, es, además, fundamental para reactivar otras cadenas productivas.
Los analistas señalan que la reactivación de la industria manufacturera requiere una estrategia integral que combine una mayor inversión pública con estímulos al sector privado.
Comercio, se reanima, pero...
El comercio al final del año pasado se reanimó. La evidencia no solo está en la Encuesta mensual de comercio, que elabora el Dane, según la cual en octubre de 2024 –el dato oficial más reciente– las ventas reales del comercio minorista aumentaron en 9 por ciento, sino también en lo que manifestaron los protagonistas de este sector en la Bitácora Económica, de Fenalco. La tendencia a la recuperación se mantuvo en noviembre y es bien sabido que diciembre es una de las mejores temporadas para esa rama de la economía. Un 31 por ciento afirmó que recuperó ventas en el undécimo mes del año, pero un 24 por ciento dijo que observó un retroceso. Las reformas, la baja demanda en el consumo y la inseguridad, lo que más temen.
Construcción (Obras civiles-vivienda), hora de acelerar el paso
Pese a los vientos en contra, la construcción cerró 2024 con un crecimiento de 2,6 por ciento, según estimaciones de Bancolombia, y aceleraría su paso a 3,4 por ciento en 2025. En el banco señalan que ese comportamiento dependerá de iniciativas que promuevan el crecimiento sectorial y de medidas que mejoren la asequibilidad de la vivienda. Particularmente, estiman que el PIB de la construcción de edificaciones crecería 4,2 por ciento, impulsado por un aumento de 26 por ciento en las ventas de vivienda, y alcanzaría 183.000 unidades.
En lo que respecta a las obras civiles, en la Cámara Colombiana de la Infraestructura indican que las grandes iniciativas, como el metro de Bogotá, seguirán siendo determinantes, pero que se requiere reforzar la seguridad jurídica para restablecer el esquema tarifario de los peajes, necesario en la viabilidad financiera de los proyectos.
Entretenimiento, no es al azar
En 2024, el crecimiento de la economía fue muy heterogéneo. Mientras que sectores tradicionales como industria y comercio tuvieron dificultades, otros impulsaron la dinámica. Entre ellos se destaca el de entretenimiento, que en 2023 creció 7 por ciento y se estima que el año pasado avanzó a un ritmo de doble dígito, siendo el de mayor crecimiento del país, y para 2025 se acercará al 7 por ciento, según Corficolombiana. A diferencia de lo que se podría pensar, el impulso lo han dado los juegos de suerte y azar, “que han crecido cerca de 53 por ciento anualmente, y cuya actividad, por sí sola, puede haber superado el tamaño de subsectores como obras civiles y carbón”. También se destacan los conciertos y eventos, cuyo termómetro ha sido el desarrollo de escenarios, como el nuevo Campín.
Tras la pandemia, la rama de entretenimiento ha crecido siete veces más rápido que el PIB. El valor agregado de este sector en el tercer trimestre de 2024 fue 87 por ciento mayor al registrado en el cuarto trimestre de 2019.
Aunque la ley de financiamiento se cayó en el Congreso, la actividad digital de los juegos de azar sigue en la mira de las autoridades, como el reciente decreto en el que se reglamenta la operación de estos juegos en la modalidad de rifas, con el propósito de incrementar las transferencias para la salud en cerca de 70.000 millones de pesos anuales.
Agro, sacando la cara
Después del primer trimestre de 2024, en el que la economía empezó a dejar a un lado el débil crecimiento del 0,7 por ciento, el agro sacó pecho. Este ha sido uno de los sectores jalonadores, y en el más reciente índice de seguimiento a la economía (ISE), del Dane, volvió a mostrar su dinamismo. Metido entre las llamadas actividades primarias, junto con la ganadería, la explotación forestal y la minería, el agro se destacó. En conjunto, esas actividades se impulsaron en un 4,1 por ciento, mientras que la economía en octubre se expandió en 2,9 por ciento.
Con el ritmo de crecimiento del agro, jalonado por la diversificación de cultivos, más allá del café y las flores, según destacó en su momento la ministra del ramo, Martha Carvajalino, el sector como tal cerró 2024 con un balance agridulce, puesto que el clima fue favorable y los costos de producir se redujeron, pero la oferta y la demanda estuvieron desbalanceadas. Caña de azúcar, arroz y frutas cítricas se metieron en el listado de los impulsores del campo.
La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) no dejó de mencionar la incertidumbre, tema en el que coincide con los voceros de otros sectores de la economía. En el caso del agro, a los productores del campo les preocupan temas como la reforma laboral, el establecimiento de una jurisdicción agraria y la inseguridad en algunas zonas.
Minero-energético, sombras que persisten
Las decisiones del Gobierno en materia tributaria y regulatoria han provocado incertidumbre en el sector minero-energético, a las que se han sumado las tensiones sociales que por bloqueos y manifestaciones paralizaron la producción. Para el año entrante, Corficolombiana estima que este sector, en el que están minería y petróleo, tenga un crecimiento de -1,2 por ciento, frente al -3,8 por ciento que se calcula para el cierre de 2024. De hecho, sería el único de los 12 sectores de la producción que tendría números en rojo para 2025.
La producción petrolera entraría en una fase decreciente debido a la desaceleración del ritmo de crecimiento en la extracción de campos nuevos, insuficiente para compensar la declinación natural de los pozos maduros, explica la firma. A esto se suma la caída continua en la producción comercializada de gas, reflejo de la menor declaración de reservas en el país, y las dificultades que ha tenido el suministro, que ha conducido a escenarios de importación. Por su parte, la producción de carbón podría mostrar una recuperación, condicionada a la resolución de los problemas de orden público, “aunque su aporte positivo sería insuficiente para contrarrestar la debilidad del subsector de hidrocarburos”, dice el análisis de Corficolombiana.