Gas
Ante el déficit de gas, todas las formas de lucha para recortar cronogramas y poder recuperar la autosuficiencia rápidamente
Para Naturgas, además de poder importar gas de largo plazo, es necesario avanzar en la infraestructura, desarrollar nuevos campos y agilizar las licencias ambientales y las consultas previas de Sirius, el mayor hallazgo offshore de Colombia.

Si Colombia no hace la tarea en materia de gas y toma medidas estructurales en el corto y mediano plazo, el panorama que se viene será crítico, porque el déficit, que empezó el año pasado, subiría el nivel de las importaciones y la autosuficiencia, que por años acompañó al mercado colombiano, desaparecería.
A finales del año pasado, por primera vez, el país importó gas para atender demanda esencial, como residencial o vehicular. Para 2026 se calcula el déficit en 190 millones de pies cúbicos y para 2028 podría llegar a 405 millones.

“Colombia enfrenta una escasez de gas local en firme para cubrir la demanda interna a partir del 1 de diciembre de 2024. Esas cantidades que hacen falta para el año 2025 y siguientes, en parte se están cubriendo con gas importado, situación que generó un impacto en la tarifa del servicio público en proporción a las cantidades de gas importados que tuvieron que comprar algunos distribuidores en zonas específicas”, explicó Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas.
Pero ante la inminente necesidad de gas y la urgencia que tiene el país, es importante acelerar la agenda, recortar los cronogramas preestablecidos y definir las tareas clave. Murgas advierte que es indispensable contar con nueva infraestructura que permita importar gas natural, para darle prioridad al suministro y evitar una suspensión del servicio.
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“Hay que asegurar infraestructura nueva que nos permita importar las cantidades que necesitamos. Y en segundo término, avanzar en un proyecto que permita ampliar la capacidad de la única infraestructura vigente que nos permite importar hoy en día en Colombia (la plataforma de SPEC, localizada en la Costa Caribe que sirve para atender las necesidades de las generadoras térmicas). Esperamos esa ampliación avance para contar con nueva oferta en los próximos años”, dice Murgas.
Pero no se trata solo de garantizar el gas, también de poderlo traer a mejores precios. Para ello, es fundamental que Colombia pueda comprar gas importado a largo plazo, como lo ha advertido el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma. “Estamos hablando de contratos mayores a tres años que nos permitan obtener mejores precios en esa compra para beneficio de los usuarios en Colombia”, agrega la dirigente gremial.

En la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), hay un decreto que se expidió en diciembre del año pasado, 1467 del 2024, que ya estableció una nueva regulación que ha ido homologando las condiciones de contratación en Colombia a las del mercado internacional. Pero, agrega Murgas, están pendientes algunos aspectos que permitan contratar a largo plazo y se espera que en los próximos días se conozcan las resoluciones para poder dejar de comprar gas importado mes a mes y en su lugar poderlo contratar a más de tres años.
El segundo frente para enfrentar la crisis es acelerar los proyectos de exploración y producción. Desde Naturgas se han identificado seis proyectos que han tenido descubrimientos recientes en Córdoba, Sucre, Magdalena y Norte de Santander.
Para Murgas, es clave lograr destrabar esos volúmenes nuevos de gas, bien sea porque no hay infraestructura que le permita conectar esos campos con el sistema de transporte, o porque requiere una licencia social, acompañamiento de las autoridades locales y de las comunidades para desarrollarlo. Es importante esta tarea, porque permitirá en el futuro cercano reducir cantidades de gas importados.
“El gas más barato es el que se produce en Colombia y la verdadera seguridad energética del país está en apostarle a esos proyectos de exploración y producción que nos permitirían recuperar la autosuficiencia y garantizar el suministro a precios competitivos”, afirma Murgas.
En el frente de infraestructura de transporte hay tres proyectos específicos. Dos bidireccionalidades, es decir, cambiarle el flujo al sistema de transporte de gas que fue construido inicialmente en un solo sentido y reversar ese sentido para poder llevar gas de las nuevas fuentes, principalmente de la Costa Atlántica, al interior y al suroccidente del país. Y el tercer proyecto es la reconversión del Oleoducto Colombia, que va desde el interior del país hasta Coveñas y transporta crudo para la exportación. Pero hay un tubo paralelo respecto del cual se pudiera convertir un oleoducto a gasoducto para en un futuro traer también gas de la Costa Atlántica, del sur del mar Caribe, hacia el interior y el suroccidente del país.

Sin embargo, gran parte de las apuestas del país están concentradas en el proyecto Sirius, en el mar Caribe. De acuerdo con las cifras de Ecopetrol al confirmar sus reservas, se trata del mayor hallazgo de gas en el offshore colombiano. Las reservas ascienden a seis terapíes cúbicos y aumentaría en 200 %, alejando la presión que se tiene en esta materia, pues hoy su horizonte en el tiempo es de apenas un poco más de 6 años.
Se prevé que entre en operación en 2029, y la inversión de Ecopetrol ascenderá entre 2025 y 2029 a 1.200 millones de dólares.
El gran reto que tiene el proyecto hoy es su licenciamiento ambiental y avanzar en el proceso de consultas previas a las comunidades. De acuerdo con Murgas, el proyecto Sirius es el que, de manera más temprana, le permitiría al país recuperar la autosuficiencia.
“Requiere 116 consultas previas para la construcción del gasoducto que puede traer ese gas del mar a áreas continentales. También va a requerir consultas previas para establecer y construir una planta de tratamiento de gas en tierra que permita que ese gas, luego de producido, se pueda inyectar en el sistema de transporte. Deberíamos ver cómo podemos tratar de hablar con las comunidades, agrupar procesos, si eso es posible, entre comunidades que tengan afinidades, que tengan sinergias, que tengan un mejor entendimiento, de manera tal que los tiempos puedan acortarse”, asegura la presidenta de Naturgas.
Aunque explica que, por ahora, el proceso se está haciendo como tradicionalmente se ha hecho, cree que esta situación amerita que se repiensen estos procesos, pues se requerirán licencias ambientales en distintas fases del desarrollo del proyecto: para iniciar la etapa de producción en el contrato de exploración y producción, para la construcción del gasoducto y para la planta de tratamiento en tierra.
“Le propongo al Gobierno nacional que Sirius se tramite como un proyecto de interés nacional y estratégico para el país, que por ejemplo podamos trabajar esas licencias simultáneamente y paralelamente, para reducir los tiempos que necesitamos, y el proyecto entre en 2029 o antes”, indicó.