Disco recomendado
Lucrecia Dalt abre un portal a su intimidad sonora y artística con su nuevo trabajo ‘A Danger to Ourselves’
Mientras que sus álbumes anteriores exploraban narrativas construidas en torno a personajes y relaciones externas, esta nueva colección de trece canciones de la vanguardista colombiana se orienta decididamente hacia lo íntimo.

Compositora, productora, artista interdisciplinaria colombiana y fuerza sonora vanguardista, Lucrecia Dalt evoca la transformación y lo interior en su nuevo trabajo discográfico A Danger to Ourselves. En este trabajo de 13 pistas, la pereirana trasciende los clichés de un álbum confesional para crear algo más inestable y retador: un espacio donde la vulnerabilidad no es un gesto de estética sino un refugio de experimentación radical.
El disco, ya disponible (lo compartimos abajo), se presenta con intimidad y colisiones con lo colectivo, con varias colaboraciones que dotan su exploración de matices, voces y colores distintos.
Musicalmente, A Danger to Ourselves rechaza las estructuras en favor de bajos, percusiones, voces que se cruzan y se interrumpen generando musicalidad desde la fricción.
El productor y percusionista Alex Lázaro provee el esqueleto rítmico que de las capas vocales de Dalt; David Sylvian aporta co-producción y presencia instrumental; Juana Molina coescribe y canta en “the common reader”; Camille Mandoki vuelve a aparecer en “caes”; Cyrus Campbell define la base con bajo eléctrico y acústico; y Eliana Joy añade cuerdas y coros que expanden el registro emocional del disco.

En contraste con proyectos previos como ¡Ay! (2022) —su quiebre sci-fi bolero—, aquí la artista no se apoya en ficciones externas, sino que toma el riesgo de construir desde fragmentos en giras y en los primeros trazos de una relación.
Quería crear música que fluyera de manera cinematográfica, para contar una historia de amor que coquetea con lo improbable, lo milagroso y lo misterioso...
Como ella misma lo señala: “Quería crear música que fluyera de manera cinematográfica, para contar una historia de amor que coquetea con lo improbable, lo milagroso y lo misterioso”.
El álbum llega precedido por tres sencillos: “divina”, con un video dirigido por Tony Lowe (ICON EYE, 2012); “caes”, una colaboración con Camille Mandoki, con un video recorre el suroeste de Estados Unidos y la Ciudad de México, en el que Dalt lanza una declaración críptica; y el más reciente, “No death no danger”, que lleva a su público por un visual más frontal: un entorno teñido de rojos donde el cuerpo de Dalt se funde con el pulso de la canción, transformando la coreografía con resistencia vital.
![Lucrecia Dalt - no death no danger [Official Video]](https://i.ytimg.com/vi/xdzz2eKeCV8/hqdefault.jpg)
El un álbum no se conforma con ser contemplado: exige ser habitado, leído como declaración y escuchado como colisión. A Danger to Ourselves abre la voz de Dalt con una claridad inédita, bordeando lo sublime y lo indomable, ya disponible en vinilo, CD y digital.
El sonido y la visión
Nacida en Pereira, Colombia, Lucrecia Dalt ha forjado un espacio distintivo dentro de la música contemporánea. Su trayectoria, que comenzó como ingeniera civil, tomó un giro radical mientras trabajaba en una empresa geotécnica en Medellín, donde descubrió la producción musical basada en computadoras: una revelación que transformó por completo su vida y enfoque creativo.
Tras publicar sus primeras grabaciones con el colectivo colombiano Series, Dalt participó en la compilación 4 Women No Cry de Monika Enterprise en 2008, marcando así su entrada en la escena musical internacional. Luego de mudarse de Medellín a Barcelona y finalmente a Berlín, su sonido evolucionó hacia territorios cada vez más abstractos. Sus primeros álbumes en solitario, Commotus (2012) y Syzygy (2013), editados por Human Ear Music, exploraban tendencias surrealistas sobre bases electrónicas, mientras que Ou (2015), publicado en Care of Editions, refinó aún más su enfoque experimental a través de complejos mundos sonoros.

Con RVNG Intl., Dalt lanzó una trilogía de trabajos —Anticlines (2018), No era sólida (2020) y ¡Ay! (2022)— que expandieron su paleta sonora y profundidad conceptual. ¡Ay! conectó particularmente con la crítica y el público, siendo nombrado álbum del año por la revista The Wire e incluido en los listados de lo mejor del año de Pitchfork, The New York Times y NPR.
Durante este periodo, Dalt también incursionó en la música para cine y televisión, componiendo la banda sonora original de la serie The Baby (2022), de HBO, además de musicalizar On Becoming a Guinea Fowl (2024) y el próximo thriller psicológico The Rabbit Hole (2025), llevando su distintivo diseño sonoro a contextos narrativos.
Ahora, con A Danger to Ourselves, Dalt lanza su trabajo más personal y ambicioso. Mientras que sus álbumes anteriores exploraban narrativas construidas en torno a personajes y relaciones externas, esta nueva colección de trece canciones se orienta decididamente hacia lo íntimo. El álbum nació de apuntes fragmentarios que Dalt escribió durante sus giras y los primeros días de una nueva relación — pensamientos íntimos que más tarde, en enero de 2024, se transformaron en composiciones musicales.