La superbanda BEAT tocará en Colombia: traerá lo mejor del King Crimson de los años ochenta

Hay bandas cuya trayectoria cubre muchas etapas, todas brillantes, y que en esas distintas fases guardan la constancia de la brillantez y la reinvención. Una de ellas es King Crimson, la banda favorita de su banda favorita. Liderada por Robert Fripp, su guitarrista y cerebro, Crimson se convirtió desde los años sesenta en una institución musical genial de la cuál los mejores aprendían, y en la que añoraban estar (pero que exigía todo de sus integrantes, musical y personalmente). Con el paso de los años, Fripp ensambló y desarmó unidades musicales impresionantes, reclutando talentos que en su encuentro cocinaron música emocionante, retadora, creadora de su propio molde.

Dentro de las varias increíbles alineaciones de King Crimson, luego de la intempestiva disolución de la arrolladora versión setentera de la banda, la que surgió en los años ochenta sorprendió con un sello sonoro único, distinto, y genial.

En esta versión ochentera, que Fripp llamó King Crimson solo después de meses, cuando se hizo evidente que eso era, el líder mantuvo en la batería a Bill Bruford y sumó dos fichas perfectas para el momento. Un bajista fantástico como Tony Levin, que entre muchos proyectos acompañaba a Peter Gabriel (aún lo hace), y un talento en la guitarra y la voz como Adrian Belew, que había brillado en su paso por las agrupaciones de David Bowie y Frank Zappa (nada más). Belew, para muchos, es de los músicos menos vitoreados de los últimos cuarenta años. Razón no les falta. Es un fuera de serie, y en su contrapunteo con Fripp surgieron sonidos imposibles, increíbles. Lo que vino de esa alineación, antes de una nueva disolución (a la manera de Fripp), fueron tres discos maravillosos, Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a Perfect Pair (1984).

Y la música quedó. Música increíble que jamás ha sido tocada en Colombia a este nivel y que viene maravillando audiencias por todo el mundo. Y si bien Fripp fija su atención en otros proyectos estos días, sin dudarlo le dio el sí a Belew cuando le propuso tocar esa música de los ochenta en vivo (y le pidió permiso para hacerlo, si a él no le sonaba).

Para efectos de recrear esa genialidad, se hacía necesario reemplazarlos a Fripp y a Bill Bruford (quien tampoco estaba listo para estos trotes, pro que siempre será esta música). Así pues, la misión imposible que exigía de un par de extraterrestres.

En ese molde encajaron Steve Vai (virtuoso de la guitarra, con décadas de música y un paso formativo por la banda de Zappa, y Danny Carey (el pulpo que desde la batería ha forjado el sonido de Tool y que rinde culto a Bill Bruford como inspiración sonora). Nadie duda que con Bruford y Fripp sería otra cosa, pero Vai y Carey con tan buenos que los seguidores abrazan la experiencia sin pestañear. En el caso de BEAT, no hay “peros” que valgan. En la historia del progresivo en Colombia, este será uno de los conciertos más importantes (el paso del Tool en el Estéreo Picnic también se suma a esa bella lista).

Con la venia de Robert Fripp, el cerebro de King Crimson, se formó entonces la superbanda BEAT, liderada por Belew, cuya intención es traer en vivo esa música virtuosa de los ochenta, que parecía imposible de ejecutar. En un detalle diciente, fue el fundador y guitarrista de Crimson quien sugirió el nombre con el que ahora la agrupación gira internacionalmente.

La gira de BEAT comenzó en septiembre de 2024 en California, expandiéndose luego por Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Ahora, los fanáticos de King Crimson en Colombia tienen la oportunidad de revivir la magia de los gloriosos y ‘disciplinados’ ochentas con este show inolvidable.

BEAT tocará el 30 de abril en el Royal Center de Bogotá, en un show imperdible para el fanático del rock progresivo. Hay posibilidades de boletería de segundo piso, de primer piso, y también de un meet and greet, que con estos íconos, vale considerar.

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