Libros
Cinco poemas de Yulieth Mora Garzón, en una selección de ‘Los pecados del nuevo milenio’, su reciente poemario
La reconocida escritora y poeta capitalina comparte sus letras en un nuevo libro inspirado, cargado de vida, lágrimas y revelaciones.

Para la Matera Libros, quien edita y publica el trabajo, Los pecados del nuevo milenio es “un libro cargado de vida, lágrimas y revelaciones que desde cuando nos llegó nos dejó con un hueco en el estómago. Es un placer, un orgullo y un honor editar libros tan poderosos”.
Comunicadora social y periodista nacida en Bogotá, en 1992, Yulieth Mora Garzón es autora de la novela Movimientos involuntarios (Animal Extinto, 2023), los poemarios Los pecados del fin del mundo (Matera, 2025), Una mujer sobre otra (Isla de libros, 2023), Para acabar con los días bruscos (Hoja en Blanco, 2022) y de los libros de cuentos, ¿Qué te hizo apagar la luz y quedarte dentro? (Manos de pan, España, 2025) y La Mara (Universidad Central, 2020).

En su recorrido de letras, Mora ha recibidos varios reconocimientos como el Premio de Poesía en la Categoría: Desde la experiencia del Festival de Poesía Reverso Bogotá (2024); el Premio Nacional de Cuento La Cueva en Colombia (2022); y el Premio Distrital de Cuento Ciudad de Bogotá (2018).
En 2022, la escritora y poeta ganó la Beca de Residencia en Can Serrat-International Art Residency (El Bruc/Barcelona, España) y ese mismo año obtuvo la Residencia de Escritura Creativa, Casa Octavia-Dharma Books (El Paso, Texas, Estados Unidos).
Lo más leído

A continuación, cortesía de la poeta y de Matera Libros, compartimos cinco poemas de su tercer poemario publicado en Colombia, en el que reúne más de 30 escritos.
Al respecto, Mora Garzón, quien enfrenta hace años al cáncer, asegura que “estos poemas empezaron a atravesarse durante mi corta estadía en Buenos Aires, mi paso por la Maestría de la UNTREF, así como mi milagroso regreso a Colombia. Gracias a las maestras que leen, a los amigos que corrigen, a la gente que cree que a pesar de pasar por este momento tan difícil aún tengo algo que decir”.
NOTA DE VOZ
Madre,
hace un mes
tiré las pastillas al inodoro
no sé si voy a volver
no es esa la pregunta que quiero hacerme
por favor no la hagas
como el nadador de Gattaca
no guardo fuerzas
en ninguna brazada
solo me despego de la orilla
sí
tengo miedo
por suerte he vuelto a sentir
ya hundí mi cabeza
en la alberca helada
de la abuela
no en el fondo
aún no lo toco
pero allá en alguna parte
encontré esta palabra
literatura
desde entonces
no puedo volver a dormir
como un gesto de Dios
el mundo
se ha revelado ante mí
esta es mi insolencia
y espero que algún día me perdones.
**
INRI
Yo quería tener el cuerpo de Cristo
pectorales y espalda ancha
una barba de quince días
comulgaba con los ojos cerrados
para que ese hombre entrara en mí
comí de su carne
bebí de su cáliz
pero por más que rezaba
solo coincidimos en
las heridas de las rodillas
luego me dijeron
que los ángeles
no eran ni hombres
ni eran mujeres
yo quería volar de casa
llevar recados a las mujeres embarazadas
luchar contra satanás
cumplir los sueños de todos los niños
el milagro nunca se hizo
y me conformé con dibujar alas
en la última página de los cuadernos
después de la confirmación
quise ser monja
no había que casarse
ni llevar ropa ajustada
un domingo cuando estiré
mi mano para darnos
el fraternal saludo de la paz
una monja de la parroquia
me dio un papelito que decía
vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero
abandoné la iglesia por años
pero seguí haciendo mis oraciones
aunque la gente dice que son poemas.
***
***
CUÍDAME DE MÍ SEÑOR
Cuando ya no tenga nada por lo que llorar
y dolor me aplaste en la noche
¡Cuídame de mí señor!
Cuando me pregunte por qué a mí
y me olvide de los otros
cuando no pueda describir la belleza del mundo
se me acaben las palabras
y sepulte la poesía
¡Cuídame de mí señor!
Cuando me sienta infeliz de mi suerte
en mis noches azules empapadas de sudor
mientras espero el avance de la ciencia
cada vez que la báscula marque menos
¡Cuídame de mí señor!
Cuando no tenga ganas de vivir
esté de mal humor
me olvide de ti
y los años sanos a tu lado
¡Cuídame de mí señor!
Cuando reconozca el temblor de mi madre
y extrañe mi vida pasada
cuando las agujas crucen mi piel
lleguen a mí los efectos secundarios
cuando las tinieblas me nublen
y no sea capaz de ver misericordia
¡Cuídame de mí señor!
Cuando las lágrimas de mi hermano me toquen
cuando despierte y comprenda que esto no es un sueño
y olor del miedo se meta en mi cama
mi corazón palpite bruscamente
y se me ocurra que no volveré a ver el mar
¡Cuídame de mí señor!
en las salas de espera
los domingos
los días de ayuno
en el regocijo de la blancura de mis sueños
cuando no quiero regresar
¡Cuídame de mí señor!
Cuando escuche mi nombre en los parlantes
y crea que todos los días son noche
cuando ambicione algo más que sobrevivir
¡Cuídame de mí señor!
Toda la vida
lo que dure la mía y esta noche.
¡Cuídame de mí señor!
****

****
TODA LA NOCHE
Cuando estábamos down
cualquier esquina podrida
era un
toda la noche
el silencio
de una película
muy
muy triste
no había rincón
para ninguno
ni en esta
ni en otra ciudad
juntos
lo vimos
un hombre
encajado en dos muletas
arrastraba su única pierna
agarraba una cadena con toda la mano
los gritos del hombre
su nombreanimal
desgarraron tiernas suturas
fuimos
su cara empapada
su aliento ebrio
su dolor infernal
en otro momento
habríamos atrapado a la fiera
pero toda la noche
tuvimos miedo
algo de nosotros
también se había escapado
y no queríamos encontrarlo.
*****
*****
LOS PECADOS DEL NUEVO MILENIO
Los cometí yo
son míos, mi señor
cuando vinieron las tías
me senté con las piernas abiertas
y para que me dijeran:
marimacho
por algo
le reventé la cara a mi primo con un bate
después no dijeron nada
también quemé tres faldas con la plancha
tiré las medias de encajito
me remangué los puños de la camisa
tenía mis costumbres
jugar fútbol con los niños
darles besos a las compañeras
soñar con la maestra
caminar a casa
con las manos en los bolsillos
podría decir que fue él
el otro que me habita
pero fui yo, señor
y cuando entendí
el pecado de ser yo
opté por el silencio
no sabía que cosas tan pequeñas
pudieran dañar tanto a una madre
si en la calle me tiraban piedras
las recogía
las molía con agua sal
y me tragaba ese cemento
¡ese alimento que es tu paz!
esto macho en mí
mi voz
es quien escribe los poemas
no he podido ser nunca
lo que quiero
no doy frutos, mi señor
dos personas en una
solo dos
lo tuyo es la santísima trinidad
y nadie se queja.