Finanzas públicas
Un recorte mayor a los $ 10 billones votado en primer debate del Presupuesto 2026: la aspiración del senador Enrique Cabrales
El parlamentario pide tumbar todo el equivalente a la reforma tributaria, que son más de $ 26 billones. Estas son sus razones.

El presupuesto para 2026 bajó de 556,9 billones de pesos, que venían en la ponencia original, a 546,9 billones, tras lo sucedido en las comisiones económicas del Congreso de la República, donde la carta financiera para el próximo año se aprobó en primer debate.
Sin embargo, para el senador de la oposición al gobierno, Enrique Cabrales, “no es suficiente”, pues a su juicio, sería necesario recortar todo el equivalente a la ley de financiamiento que se incluyó como parte de los ingresos con los que contará la bolsa pública en el próximo año.
Según lo aprobado, tendría que tramitarse de todas formas la ley de financiamiento, pero ahora por 16,3 billones de pesos, lo que, según Cabrales, “no podemos permitir, porque implica seguir metiéndole la mano en los bolsillos a los colombianos para hacer más derroche y despilfarro”.
Queda claro que alrededor de la propuesta financiera del Gobierno para el año entrante se está aplicando un juego político que, por demás, no es solo de ahora.

Se habla de un acuerdo logrado entre el Ejecutivo y el Legislativo para aprobar la ponencia alternativa presentada por la representante a la Cámara Olga Lucía Velásquez, no obstante, el consenso de los parlamentarios, según recordaron algunos analistas, ya venía siendo cantado: adelantarían el debate para evitar que el Gobierno terminara emitiendo el presupuesto por decreto.
En otras palabras, no iban a dejar que se saliera con la suya: aprobar por decreto el monto previsto originalmente, como sucedió en el año anterior.
En el otro extremo, al Gobierno también le conviene evidenciar acuerdos con el Congreso, más aún, de cara a las próximas elecciones ―presidenciales y parlamentarias― con el propósito de mostrar la capacidad de diálogo y negociación. Los congresistas, por su parte, también quieren enviar la señal a sus posibles electores, que los están ‘defendiendo’ de los impuestos. Ese es el juego político.