Enfoque Nacional

7 destinos alternativos, económicos y maravillosos a menos de tres horas de Bogotá

Si vive o está de visita en Bogotá, estos son algunos destinos recomendados para romper la rutina y salir del estrés de la ciudad. Todos a menos de tres horas de la ciudad y lejos del turismo convencional

21 de septiembre de 2019
«Es un lugar mágico, muy cerca a Bogotá. Senderos muy bien señalizados, quienes trabajan allí son muy amables», Diana Milena M. (Reseña de TripAdvisor sobre Chicaque) | Foto: Diana Milena M. Usuaria de TripAdvisor.

Bogotá es el destino colombiano más visitado de los últimos tres años, seguido de Cartagena, Medellín y Cali. Durante agosto del año 2019, aumentó 4,8 puntos porcentuales la tasa de ocupación hotelera, respecto al mismo periodo del año 2015. Se ocuparon 3.131 habitaciones, lo que significa un aumento del 58,4% al 63,2%. Según el Observatorio del Instituto Distrital de Turismo, la mayoría de ellos visitó Bogotá para hacer negocios, asistir a conciertos y a eventos, sacar la visa y recorrer museos y restaurantes de la ciudad. También es un destino obligado para hacer escalas desde y hacia cualquier rincón de América. Hay quienes aprovechan para salir de la ciudad, y deben saber que existe una oferta mucho más allá de los condominios y hoteles de Melgar o Girardot. Apúntense para ir a lagunas, bosques de niebla, reservas y parques, que se pueden encontrar a menos de 200km de la capital.

En SEMANA RURAL hicimos un listado de los lugares alternativos que le apuestan al turismo como eje de desarrollo, tienen paisajes increíbles y están a menos de tres horas de Bogotá:

 

Soacha, entre los bosques de niebla y arqueología

Aunque pareciera que el único paisaje de Soacha fueran las calles llenas de comercio, tráfico y viviendas, que unen de manera imperceptible al sur de Bogotá con Soacha, hay una joya de la naturaleza a 20 minutos de su área urbana que aloja arte rupestre, historia indígena muisca y más de 1.500 especies de fauna y flora. Se trata del parque Arqueológico y Ecoturístico Boquemonte, un lugar que hace 10 años era un lote baldío y ahora es catalogado por su fundadora Arsenet Usaquén como “el respiradero de Soacha y Bogotá”.

 


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 El 80% de Soacha es zona rural y tan solo el 15% es urbano. © CÉSAR GARCÍA


 

En Boquemonte es poco probable encontrar un cielo despejado, pero su atractivo son precisamente los paisajes blancos y el clima, perfectos para probar la especialidad de la casa: la aguapanela con queso y la almojábana soachuna. El plan en esta reserva es el senderismo interpretativo, en el que se habla del origen e historia de las plantas. También, hay réplicas del parque arqueológico San Agustín del Huila y restos de indígenas muiscas de aproximadamente 3.600 años.

Al final del recorrido puedes hacer canopy (o tirolesa) sobre un precipicio de 270 metros. La sensación es difícil de describir porque está diseñada para que en el recorrido se rompa la neblina y no se vea el final del trayecto, una puesta en escena única para los amantes de las actividades extremas.

 

¿Cómo llegar?

Hay rutas los fines de semana que salen del parque principal de Soacha hasta el parque Boquemonte. Funcionan en la mañana y cuestan mil pesos. En carro, desde Bogota: por la Autopista Sur hasta Soacha y luego por la vía Mondoñedo.

 


 

Choachí y la cascada más alta de Colombia 

Para llegar a la cascada más alta de Colombia, la sexta en Latinoamérica y número 60 en el mundo (590 metros de altura) se necesita hora y media. Esta caída de agua conocida como La Chorrera queda en el Parque Aventura La Chorrera, en la vía Choachí, a 38km de Bogotá. Está rodeada de aguas termales, cascadas, páramos y es una buena opción para hacer senderismo y rappel.

 

El municipio tiene altitudes que van desde los 1.600 hasta los  3.600 msnm. © ALCALDÍA DE CHOACHÍ


 

El plan más recomendado es el de alcanzar la cima de la cascada a caballo o caminando, relajarse en los termales que están a 15 minutos de la plazoleta central del municipio y aprender de las comunidades de esta región, que se han destacado por tener un modelo exitoso de turismo comunitario. Son 16 familias campesinas que compraron el terreno del parque, montaron la infraestructura de la reserva, se capacitaron como guías, viven del turismo y le generan un beneficio al medioambiente.

 

Chingaza de venados, frailejones y tres místicas

A Chingaza hay que ir con tiempo porque es un parque de 76.600 hectáreas con diversidad de flora y fauna para fotografiar. La zona destaca por sus frailejones y por los venados de cola blanca. Si tiene más suerte, es posible avistar al oso de anteojos, a las dantas de monte y al imponente cóndor de los Andes.

 

Dentro del parque, en el sector de Monterredondo, hay zonas de camping. © JUAN CARLOS SIERRA


 

El parque está rodeado por agua. Tiene el embalse de Chuza, que suministra el agua de la capital y las místicas lagunas Siecha y Chingaza (la más grande del parque y una de las más lindas de Colombia): según los habitantes de la zona, estos pozos de agua fueron santuarios de devoción para indígenas chibchas y muiscas que hacían peregrinaciones, festejos y ofrendas allí, hace más de 40 años.

 

¿Cómo llegar?

Tome la vía Guasca dos kilómetros después de La Calera. Siga derecho unos 35km por la carretera que conduce al retén de Piedras Gordas, allí está la entrada al parque y al sector de las lagunas.


 

La Vega extrema y sus cascadas

En La Vega, apenas a hora y media de Bogotá, el clima cambia drásticamente y puede pasar de los 17°C a los 29°C, por lo que es recomendable llevar ropa ligera, hidratación y bloqueador. El plan en este destino comienza en carretera con los pandebonos del paradero Alto del Vino. Después de salir de Bogotá, en el km 19, está este sitio que se ha vuelto tan famoso que hay operadores de viaje que ofertan la visita a La Vega con parada incluida.

 

Tebacal es una de las áreas de mayor riqueza biológica del mundo. ©CORTESÍA ALCALDÍA LA VEGA


 

Su principal atractivo es la laguna del Tabacal, a 7 kilómetros del pueblo, donde la conexión con la naturaleza se siente desde que se ven tortugas pasearse por la orilla. También está la opción de hacer camping y darse un baño en las cascadas de Chupal, los más aventureros pueden subir a la cima de esta cascada y bajar en rappel. 

 

¿Cómo llegar?

Tome la salida por la calle 80 y luego la vía La Vega. Hay mucha señalización. No tiene pierde.

 


 

Quebradas y aves en el Parque Natural Chicaque

Más de 10 kilómetros de senderos ecológicos, quebradas y vegetación en vía de extinción conforman el Parque Natural Montañas de Chicaque, a una hora de Bogotá. Los bosques de niebla que rodean el parque son otros de los grandes atractivos del lugar, que también tiene una zona para tomar bebidas calientes, acampar y montar a caballo.
 

Otro de los atractivos de Chicaque son sus atardeceres. ©Dr0rit - TRIPADVISOR


 

Los ‘pajareros’ (avistadores de aves) van a este lugar a ver las 214 especies que tienen registradas en el parque. Esta es una actividad que también pueden hacer los turistas con el acompañamiento de un guía. Hay viajeros que han contado con suerte y además de ver aves, se han cruzado con un oso de perezoso y uno de anteojos.
 

¿Cómo llegar?

Desde Bogotá, se toma la vía Soacha Mosquera. Chicaque queda en el kilómetro 8.


 

El sistema de lagos y embalses

Por la cantidad de cuerpos de agua que rodean a Bogotá, programarse cada fin de semana para conocer una podría ser un tour muy agradecido. Cundinamarca tiene más de diez lagunas, lagos, ríos y embalses en la periferia. Aquí les recomendamos algunos destinos de agua.

 

Embalse de Sisga

Sisga, en el municipio de Chocontá, es un destino para tomar buenas fotografías, despejar la mente e ir a comer en familia. Aunque en el embalse está restringida la natación, se pueden hacer varias actividades alrededor de él: caminar desde el puente unos diez minutos hasta el embalse y comprar comida allí, acampar hasta las 5:30 p.m. (hora de cierre de la represa) y comer en ‘El refugio del Sisga’, donde venden platos típicos de Cundinamarca.

 

La estructura de la represa tiene una altura de 52 metros. ©PIXABAY


 

¿Cómo llegar?

Por la autopista norte tome la vía Chía – Tocancipa, después la vía Gachancipa – Chocontá. En el kilómetro 55 está el puente, en el que se puede bajar para caminar hasta el embalse o también está la opción de avanzar unos 800 metros en carro hasta la entrada. Hay parqueadero.


 

Laguna de Iguaque

Los boyacenses dicen que ir Iguaque limpia el alma y purifica el espíritu. Según la leyenda indígena, de allí salió Bachué, diosa madre de los muiscas; por ese motivo, alrededor de 8.000 turistas visitan cada año este 'Santuario de fauna y flora'.  Pero además de la historia, los viajeros se sienten atraídos por la biodiversidad de este embalse, en el municipio de Chíquiza, porque allí también se pueden ver animales como ardillas y venados y abrazar robles para liberar energías negativas.

 

Parque nacional natural: Santuario de flora y fauna de Iguaque

 

« Así es la biodiversidad del Santuario de fauna y flora Iguaque.


 

Alrededor de Iguaque se puede acampar, solo hay dos recomendaciones para hacerlo: ir abrigado y no hacer fogatas para cuidar el ecosistema. Son casi tres horas de Bogotá hasta la entrada principal de la laguna, llamada Carrizal, de allí son otras tres horas caminando. Al ser un destino oculto se conserva y por eso vale la pena visitarlo.

 

¿Cómo llegar?

Tome la vía Bogotá – Tunja, luego la vía Samacá – Tunja hasta la vía Sutarmachan – Villa de Leyva, hasta llegar a Moniquira.


 

El embalse Tominé y la Laguna de Guatavita

Estos pozos de agua se confunden porque pareciera que ambos quedarán en Guatavita, pero solo Tominé pertenece a este municipio, la laguna queda en Sesquilé. El primero es un lago donde se hacen actividades naúticas, recorridos a caballo y en cuatrimoto, parapente, camping y picnic. Está cerca al pueblo y es famoso porque en el fondo de él está el antiguo pueblo Guatavita, que en 1967 se inundó para la regulación de volúmenes de agua del río Bogotá y fue reubicado en su lugar actual.

 

Los deportes extremos son la actividad principal en Tominé. © LEÓN DARIO PELÁEZ

 

A 40 minutos de Tominé está la laguna de Guatavita, uno de los destinos más místicos de Cundinamarca. Según los habitantes de la zona, anteriormente, los indígenas muiscas se bañaban en oro y se sumergían a la laguna para ofrendar sus más valiosos tesoros a los dioses. Este se llamó el rito del Dorado y es uno de los motivos que más atrae a los visitantes a Guatavita, quienes también van a fotografiar el verde de las aguas de esta laguna.

Para revivir la leyenda hay una caminata con guías que inicia en una Chuzua o casa ceremonial, donde cuentan historias y creencias de los indígenas, y continúa hasta llegar a la cima de la montaña para apreciar el paisaje y la laguna. Hay que ir preparado para el frío, la temperatura está entre los 10°C y los 12°C.

 

¿Cómo llegar?

Tome la autopista norte hasta la vía Sopo – Briceño, en el Km13 está el embalse de Tominé.

Para la laguna de Guatavita se toma la autopista norte hasta el desvío de Sesquilé y se continúa hacia Guatavita. La laguna queda a 8 kilómetros.


Otras para conocer:

El embalse del Neusa, ideal para hacer caminatas, asados o acampar en un espacio seguro y con todos los servicios. 

El lago de Tota, cuyo paisaje asemeja a una playa a 3.000 metros de altura. Es un destino preferido por los amantes de deportes acuáticos.

 

Las momias de San Bernardo

A tres horas de Bogotá, existe uno de los pocos lugares en el mundo donde sus muertos se momifican. Se trata de San Bernardo, un municipio que se volvió famoso porque al exhumar los cuerpos del cementerio, descubrieron que muchos de ellos no se descomponían, sino que se cristalizaban por las condiciones naturales. Con autorización de los familiares, crearon un museo con estas momias en 1998, que además fue declarado como Patrimonio Cultural municipal.

Hoy quedan alrededor de 10 cuerpos muy bien conservados, expuestos para que los turistas curiosos vayan a ver el proceso de momificación que se da en el lugar, que fue totalmente natural. Dicen sus habitantes que los cuerpos en San Bernardo no son sometidos a procesos químicos para momificarlos: "esto pasa porque algunos cuerpos se congelan dentro de las tumbas", explican. El clima de San Bernardo no es tan frío para que suceda, y eso resulta llamativo.

Ir a ver las momias es un plan corto, pero podría ser un desvío emocionante si vas desde Bogotá a municipios como Pandi, Chinauta, Melgar o Girardot. Los paisajes y olores florales y vegetales en el camino serán un aliciente. Además, la fritanga de San Bernardo, en la plaza de mercado, es muy recomendable.
 

En San Bernardo no hay momia desconocida. Los habitantes del pueblo reconocen a las personas que hoy están exhibidas en el museo. ©Sergio Ivan Acero Yate


 

¿Cómo llegar?

 

Toma la vía que va a Melgar y sigue hasta la glorieta que va para Fusagasugá, luego toma la vía que conduce a Arbeláez y conduce hasta San Bernardo.

 


De acuerdo con el portal de viajes Booking, Bogotá fue uno de los destinos más prometedores de 2018. Por eso vale la pena aprovechar la visita para explorar a Cundinamarca, Boyacá y Meta. La mayoría de lugares ofrecen naturaleza húmeda y fresca, tradición indígena y colonial, gastronomía andina y llanera, y quedan a menos de 200 kms. de la capital. ¡Hora de hacer planes para el fin de semana!

 


POR: Ángela Palacios | Periodista de viajes
@AngelaPalaciosG


 

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