salud
Sensibilidad dental: ¿qué la provoca y cómo evitarla?
En ocasiones la sensibilidad dental es causada por el bruxismo.
La sensibilidad en los dientes se presenta por el desgaste del esmalte en los mismos o por la exposición de sus raíces. Sin embargo, algunas veces, el malestar dental es causado por otros factores, como una caries, un diente agrietado o astillado o una enfermedad de las encías, advierte el instituto de investigación Mayo Clinic.
Es una molestia que genera inconvenientes para comer e incluso le impide a muchas personas probar o degustar algunos alimentos, debido a los efectos y malestares que generan. Las principales razones detrás de este padecimiento son, entre otras, las siguientes:
Patologías periodontales
Las enfermedades periodontales influyen en la sensibilidad dental. Las bacterias de la boca provocan daños en las encías y en tejidos de la misma. Esto permite que los dientes duelan ante estímulos concretos. Además, en estos casos es frecuente que se produzca la retracción gingival, dejando al descubierto zonas que deben estar protegidas por las encías, precisa información de la clínica Infinity Dental, en su página web. Si un paciente cree que tiene gingivitis o periodontitis debe consultar a un especialista.
Bruxismo
El bruxismo es un problema que puede ocasionar diversos problemas bucales. Generalmente, se produce durante la noche o en situaciones en las que las personas no se dan cuenta. Estos gestos debilitan el esmalte, provocando sensibilidad dental, entre otros problemas.
Tendencias
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que el bruxismo se presenta cuando una persona rechina los dientes; es decir, que desliza o frota los dientes de atrás hacia adelante uno sobre el otro. Cuando esta situación se presenta durante el sueño es muy difícil de controlar.
Caries en los dientes
Las caries son un problema muy frecuente en torno a la salud dental. Son infecciones ocasionadas por las bacterias de la boca y promovidas por el déficit de higiene. Los especialistas aseguran que las bacterias destruyen los tejidos dentales, con el objetivo de llegar hasta la pulpa dental y generar daños desde el interior. Debido a lo anterior, el paciente está expuesto a enfrentar sensibilidad dental.
Retracción de encías
Las encías sanas son esenciales para tener dientes en buen estado. Si las encías se retraen, es posible que la dentina quede expuesta, haciendo que los dientes sean susceptibles a la sensibilidad dental, precisa información de la compañía Sensodyne, en su página web. Normalmente, este inconveniente es causado por factores como enrojecimiento, hinchazón y sangrado de encías y también por el uso de un cepillo dental de cerdas duras.
Cepillado dental
En ocasiones la sensibilidad dental es consecuencia del cepillado dental agresivo. Por ello, siempre es recomendable el uso de cepillos de cerdas suaves o medias, pero también se debe tener muy en cuenta la técnica de cepillado.
Alimentación
Los expertos aseguran que si la dieta se basa en productos ricos en azúcares, ácidos o alimentos muy picantes, esto se constituye en un factor de riesgo para la sensibilidad dental. Lo que la persona ingiere es determinante para cuidar la salud de los dientes. Es importante que en la alimentación diaria no falten las frutas y verduras.
¿Cómo prevenir la afección?
Para evitar la recurrencia de dientes sensibles, los expertos hacen las siguientes recomendaciones.
- Lavarse los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con fluoruro.
- Usar seda dental todos los días
- Realizar movimientos suaves, en lugar de frotar vigorosamente o con fuerza, y evitar usar una pasta dental abrasiva.
- Si la persona rechina los dientes, es importante preguntarle al especialista por un protector bucal. El rechinar puede generar fracturas y causar sensibilidad.
- Tener cuidado al consumir alimentos y bebidas ácidas, así como vino; pues son productos que eliminan pequeñas cantidades de esmalte dental con el tiempo.
- Cuando se consuman líquidos ácidos la recomendación es usar un pitillo para limitar el contacto con los dientes. Después de comer o beber una sustancia ácida, lo aconsejable es tomar agua para equilibrar los niveles de ácido en la boca.