Sexualidad
¿Se puede tener un orgasmo solo con la mente y los pensamientos?
El placer sexual puede elevarse con técnicas que van desde el contacto físico hasta la conexión emocional.
Llegar al clímax al momento de tener relaciones sexuales es lo que se conoce como un orgasmo, término que Sanitas define como “una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación”.
El ser humano tiene la oportunidad de experimentar con su cuerpo, pues a través de los sentidos es posible abordar su sexualidad. Sin embargo, hay personas que no disfrutan de los encuentros en la cama, por ejemplo, cuando una mujer sufre de vaginismo (condición que contrae el suelo pélvico y causa dolor al momento de la penetración).
En ese orden, la revista Sexual Medicine compartió un estudio del caso de Karolin Tsarski, una mujer que sufre de vaginismo y quien afirmó que pudo llegar a sentir un orgasmo sin la necesidad de la estimulación genital. En efecto, lo único que necesitó fue su capacidad mental.
Los científicos de la citada revista de sexualidad se interesaron en Tsarski, por lo que buscaron verificar si era posible que se produjera un aumento de hormonas sexuales relacionadas con la experiencia de la mujer.
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Por lo general, los especialistas explican que un orgasmo se alcanza luego de que haya contacto con las zonas erógenas como la vulva, orejas, senos, cuello, pene, escroto, entre otras, las cuales activan sensaciones de placer estimuladas porque acumulan varias terminaciones nerviosas, consigna Sanitas.
Aún así, el portal de ABC precisa que los orgasmos también se pueden dar en los sueños, sin la necesidad de contacto; además investigaciones se han centrado en explicar que incluso se podría llegar al clímax teniendo fantasías sexuales totalmente despiertos.
Sea cual sea el caso, Karolin Tsarski compartió su testimonio y dijo que tras una década de práctica de yoga tántrico, en el que aprendió a manejar su respiración con posturas que le permitieron desarrollar su conciencia de las sensaciones corporales, afirmó que pudo llegar a sentir un orgasmo mental.
Sin embargo, lo más curioso es que no solo necesita de sus pensamientos para sentir placer, sino que, según sus declaraciones, puede controlar la duración del estado de placer hasta por diez minutos.
Así las cosas, la mujer se sometió a una serie de estudios; debía acostarse en una mesa de examen y sentir el orgasmo por diez minutos, luego por cinco minutos continuos y después debía leer un libro por diez minutos.
Durante los exámenes, los científicos tomaron muestras de sangre antes, durante y después de cada sensación producida por el pensamiento, para comparar los niveles de hormonas importantes en el desarrollo y funcionamiento sexual como la hormona luteinizante, hormona estimulante del folículo, testosterona libre y prolactina. Sexual Medicine dice que un aumento en la prolactina sugiere un orgasmo similar a los provocados por la estimulación genital.
Como resultado, se indicó que la mujer puede inducir un orgasmo con su mente, pensamiento y entrenamiento tántrico. “Los niveles de prolactina en la sangre de la mujer aumentaron 25 % durante el orgasmo de cinco minutos, mientras que el de diez minutos hizo que los niveles aumentaran 48 %”, así llegó al clímax, según los investigadores.
La revista señala que este no es un estudio de caso tan inusual, pero puede tenerse en cuenta en el desarrollo de alternativas para las mujeres que como Tsarski sufren de vaginismo.
La sexóloga, Tracey Cox explicó en entrevista con Daily Mail, que la eyaculación en las mujeres se debe a las glándulas de Skene, encargadas de expulsar el fluido. Sin embargo, “es difícil establecer la diferencia entre los dos tipos de líquido, porque si es orina, está extremadamente diluida”, precisó la experta.